Logo, tarifas y cobertura: así afecta la venta de Vodafone España a sus 11 millones de clientes

Vodafone ha vendido su filial en España. El nuevo dueño será el fondo británico Zegona, que todavía no ha concretado los cambios que introducirá en la empresa para conseguir que sea rentable en el corto plazo. Aunque sí ha ofrecido algunas pistas sobre lo que pueden esperar los más de 11 millones de clientes que tiene actualmente y cuáles son sus planes para captar nuevos usuarios.

Continuará la marca Vodafone

El nombre y el logo del operador se mantendrá durante la próxima década, ya que el acuerdo incluye una cláusula que permite a Zegona utilizar la marca Vodafone por un plazo de hasta 10 años. Por lo tanto, los clientes no tendrán que cambiar su respuesta cuando les pregunten cuál es su compañía telefónica.

Desde el punto de vista empresarial, el fondo británico se ahorra los costes de un rebranding y puede explotar la reputación de Vodafone, una marca instalada en el imaginario colectivo nacional desde principios de siglo, para captar nuevos clientes.

Potenciar Lowi

El plan estratégico de Zegona pasa por potenciar Lowi, el operador low cost que pertenece a Vodafone. Según ha manifestado, su intención es "equiparlo para competir con Digi y MásMóvil", dos de las compañías que más cuota de mercado han ganado en los últimos años gracias a sus tarifas baratas.

Para conseguirlo, valora llevar "contenido de televisión y streaming a Lowi y competir en el mercado en el segmento de valor". Por lo tanto, se entiende que su estrategia no pasa por tirar los precios, sino por ofrecer mejores condiciones. En ese sentido, ha remarcado que "Digi no tiene la capacidad de 5 G" que brinda el operador low cost de Vodafone.

Mantendrá la red

Los clientes de Vodafone mantendrán la cobertura móvil y la velocidad de fibra que disponen actualmente. Al menos es lo que asegura el nuevo dueño de la compañía, que ha descartado, por el momento, vender la red a otro operador para optimizar la gestión.

"No está prevista la venta de la red porque pensamos que le puede dar más valor y más tráfico en un mercado tan dinámico"

"No está prevista la venta de la red, porque pensamos que le puede dar más valor y más tráfico en un mercado tan dinámico como el español", ha remarcado este martes el presidente y director ejecutivo de Zegona, Eamonn O'Hare.

Su planteamiento para capitalizar estas infraestructuras pasa por sacarles más rendimiento, ya que calcula que ahora mismo está funcionando al 20% de su capacidad. Una de las opciones sería alquilar la red a otros operadores.

Quieren que todo siga igual

Ambas partes tienen todavía pendiente alcanzar pactos adicionales para que los clientes apenas noten el cambio. En concreto, han manifestado su predisposición a suscribir acuerdos en el acceso a la contratación, el IoT (internet de las cosas, por sus siglas en inglés), la itinerancia móvil y los servicios de operador.

Pendiente de aprobación

No obstante, la operación está pendiente de recibir el visto bueno de los organismos reguladores, entre los que se encuentra la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Comisión Europea. El Gobierno de España también debe aprobar la venta, ya que el decreto conocido como escudo antiopas obliga a pedir el beneplácito del Ejecutivo para adquirir más del 10% de una empresa nacional.

Desde Zegona confían en conseguir todos estos permisos en los próximos cuatro meses, con el propósito de cerrar la transacción en el primer trimestre de 2024. Se zanjaría así una compra que supondrá el desembolso de 5.000 millones de euros y su vuelta al mercado español tras sus inversiones en Telecable y Euskaltel.