Sánchez negocia con Florentino las autopistas de peaje y los 4.000 M de Abertis

Pedro Sánchez ha tendido un puente a Florentino Pérez, uno de los grandes empresarios con los que aún mantiene contacto habitual, para buscar una solución al conflicto que Abertis mantiene con la Administración central por cerca de 4.000 millones de euros. Las conversaciones entre el presidente de ACS y el presidente en funciones también han tratado sobre el futuro plan de pago por uso de las autovías, que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos tenía planteado poner en marcha en 2024.

Una propuesta incluida en el plan nacional de recuperación exigido por la Comisión Europea para conceder a España un nuevo tramo de ayudas por 8.000 millones y que el Ejecutivo progresista retiró hace unas semanas por el impacto social que hubiera tenido en la ciudadanía y en el sector de los transportes. Tras ser una de las balas utilizadas por el Partido Popular contra el PSOE en la pasada campaña electoral de julio, Sánchez eliminó dicha medida para el próximo ejercicio, pero fuentes próximas a las conversaciones con Pérez aseguran que sigue en la agenda como una futura fuente de ingresos para reducir el déficit del Estado.

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EFE

Según han asegurado varias fuentes próximas a las negociaciones, ambos asuntos, considerados de "interés nacional", fueron tratados en la visita que el pasado 5 de septiembre hizo Florentino Pérez a la Moncloa a petición del líder socialista. Desde la oficina económica del Gobierno, rechazan hacer cualquier comentario sobre lo que definen como una conversión privada del presidente, mientras que desde ACS no han respondido a la llamada de este medio para conocer su versión.

Pero, en una reciente entrevista en Actualidad Económica, José Aljaro, consejero delegado de Abertis, de la que ACS tiene el 50% del capital, puso encima de la mesa el pago en autovías como solución al conflicto histórico que la empresa de concesiones de autopistas tiene con la Administración por la caída del tráfico registrada tras la crisis de 2008. El grupo reclama 5.381 millones al Estado, por los menores ingresos obtenidos por la explotación de la AP-7. Pero el Ejecutivo solo le reconoce 1.071 millones, en un litigio que actualmente está pendiente de sentencia por el Tribunal Supremo.

Fuentes de la Moncloa admiten el riesgo de que el tribunal dé la razón a Abertis, por lo que tendría que pagar esos 4.000 M de diferencia

Preguntado sobre si aún habría espacio para la negociación, tras más de una década de demandas, Aljaro asegura que solo habría margen si "deciden sacar el pago por uso y de los 50.000 millones que me pagan, reservo 4.000 millones para Abertis". En otro país, afirma el consejero delegado de Abertis, "se sentarían conmigo y me alargarían la concesión: usted tiene esta autovía 15 años, pues se la voy a alargar otros 15 y el dinero que recaude son los 4.000 millones". Aljaro da por seguro que "vamos a ganar" en el Supremo, porque "tenemos razón".

Fuentes de la Moncloa admiten el riesgo de que, de acuerdo al espíritu y la letra del contrato, efectivamente el tribunal le dé la razón a Abertis, por lo que tendría que pagar esos 4.000 millones de diferencia entre lo que le reconoce el Ministerio de Transportes y lo que exige la compañía. Si fuera así, la imagen del Gobierno extendiendo un cheque de esa magnitud a Florentino Pérez tendría un coste político y social en plena negociación de su investidura y con sus socios de Sumar cargando contra el llamado Ibex 35.

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Sobre todo porque la Administración pública ya tuvo que hacerse cargo del almacén de gas del Castor, por el que, tras el fracaso de la infraestructura energética al detectarse temblores de tierra, se abonaron 1.755 millones a ACS y a su socio norteamericano. El desembolso lo hizo el Gobierno de Mariano Rajoy, pero la garantía del cobro se la había concedido el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, con la firma del ministro Miguel Sebastián, que con una cláusula especial protegió a Escal UGS —la empresa de Florentino Pérez que presentó concurso de acreedores— de cualquier problema de rentabilidad.

Más impuestos

El también presidente del Real Madrid es el único empresario con el que Pedro Sánchez mantiene una relación fluida, como ha quedado demostrado de nuevo con su ausencia en el foro de la empresa familiar. Tanto los principales ejecutivos del sector bancario como del sector energético e incluso de la alimentación rompieron los puentes con el líder socialista tras las distintas medidas fiscales impuestas a Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol, así como a Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell o Bankinter. Una enemistad que el presidente en funciones y sus socios de Podemos exhiben como una muestra de que “estamos en el buen camino” de su agenda social.

Hasta la fecha, Sánchez también guardaba afinidad con José María Álvarez-Pallete, el presidente de Telefónica, que intervino en el cambio de control de Prisa, medio afín a la Moncloa. Pero, tras la irrupción de Arabia Saudí en el capital de la operadora, la interlocución entre ambos se ha enfriado, ya que desde el Ministerio de Economía no acaban de creer que el primer ejecutivo de la compañía "más estratégica para España" no supiera nada del interés de la monarquía de Oriente Medio.