Maersk retrasa la inversión de 10.000 M anunciada por el Gobierno de Sánchez

El megaproyecto anunciado a bombo y platillo por la Moncloa el 2 de noviembre del pasado año, por el que Maersk iba a destinar hasta 10.000 millones de euros a España, necesita más tiempo del que el Gobierno y la multinacional danesa habían calculado para poner en marcha la inversión. Según aseguran varias fuentes próximas al proyecto para desarrollar dos hubs de combustibles sostenibles, la compañía naviera con sede en Copenhague aún no ha aprobado este desembolso, del que estaba previsto ofrecer más detalles este pasado mes de junio como fecha límite.

Fuentes cercanas a la Moncloa aseguran que las conversaciones con Maersk "siguen su curso" y que están trabajando de "manera estrecha" con el gigante escandinavo, que tiene una capitalización bursátil de algo más de 200.000 millones, tras sufrir un retroceso en bolsa que ha llevado las acciones a la mitad del precio al que cotizaban a finales del año pasado, cuando se desveló este proyecto.

Estas mismas fuentes admiten que si el proyecto se ha retrasado es por la complejidad del mismo, que supondría, según el Gobierno de Pedro Sánchez, la creación de hasta 84.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Achacan las demoras a los cambios regulatorios sancionados en estos meses por la Comisión Europea, en relación con gases renovables, que incluyen el metanol verde que pretende fabricar Maersk. Agregan que "la cooperación y la colaboración para que el proyecto salga adelante es leal y esperamos que todo sea una realidad en los próximos meses".

Desde el Gobierno, matizan que la fecha del 30 de junio, transmitida oficialmente en el encuentro que la Moncloa mantuvo con periodistas en noviembre para difundir este acuerdo con Maersk, era tentativa y no suponía una exigencia temporal que obligase a las partes a tomar una decisión definitiva en un sentido o en otro. De hecho, indican que personal del Ministerio de Industria y de la Oficina Económica de Presidencia mantuvieron una reunión con la multinacional danesa hace dos semanas para seguir analizando la regulación, licencias y permisos que son necesarios para poner en marcha el proyecto.

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Fuentes oficiales de Maersk explican que "estamos trabajando junto con socios en ello", lo que justifica, según la compañía, que se necesite más tiempo para ensamblar todos los intereses. "Nuestra primera asociación con European Energy en Dinamarca también requirió más tiempo de lo planeado, porque fueron necesarios 20 permisos para construir una de las plantas de producción de metanol verde más grandes de Europa".

No obstante, fuentes del sector indican que los trabajos internos de Maersk y del Gobierno van mucho más lentos de lo previsto, por la inseguridad jurídica en torno a las ayudas públicas para este proyecto a través de los fondos europeos, canalizados desde el Gobierno en proyectos tractores (Perte), y la incertidumbre sobre la continuidad del equipo de Pedro Sánchez en la Moncloa a partir del próximo 23 de julio. Por ello, la multinacional danesa no se quiere comprometer hasta conocer quién dirigirá España desde el próximo mes de septiembre.

Por si todo esto fuera poco, Soren Skou, el CEO de Maersk que estuvo en la Moncloa el pasado mes de noviembre con Pedro Sánchez y su equipo económico, fue relevado en diciembre, momento desde el que el máximo responsable de la naviera es Vicent Clerc.

No es la primera vez que los grandes anuncios desde la Moncloa sufren retrasos o se cancelan. En octubre del pasado año, Volkswagen informó de que renunciaba a construir una gigafactoría en Sagunto para producir coches eléctricos al considerar que el Gobierno incumplía lo acordado. Posteriormente, Industria aumentó las ayudas al Perte del automóvil y en marzo de este año se selló finalmente el acuerdo con la multinacional alemana.

Por su parte, la Generalitat valenciana filtró que Tesla estaba estudiando levantar una planta para fabricar coches eléctricos por 4.500 millones, lo que tuvo un gran eco mediático. Pero esta opción se ha difuminado en las últimas semanas por desacuerdos entre la multinacional estadounidense y el Gobierno regional.

Maersk aún no ha dado cifras

Maersk nunca ha entrado a dar cifras de inversión. Los 10.000 millones son una cuantificación difundida por la Moncloa. No obstante, el presidente de la naviera y su consejero delegado sí hicieron referencia de forma genérica al proyecto en España en su documentación oficial remitida al regulador del mercado de valores de Dinamarca. "Hemos entablado diálogos para explorar oportunidades para la producción de combustible verde a gran escala en España", destacaba en la carta de apertura de la memoria anual de 2022, remitida el pasado 8 de febrero con la firma del presidente de la empresa, Robert Mærsk Uggla, y su CEO, Vincent Clerc.

La Moncloa, por su parte, fue un paso más allá, cuantificando detalles de esta inversión recogidos en la web de la Presidencia del Gobierno. Tras reunirse Pedro Sánchez y su equipo económico con el anterior CEO de la empresa, Soren Skou, relevado el pasado 12 de diciembre de 2022, y otros altos directivos, se firmó un protocolo general de colaboración entre los ministerios para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y el de Industria, Comercio y Turismo y Maersk.

"Andalucía y Galicia reunirían las condiciones para acoger dos plantas para la producción de combustibles verdes"

La Moncloa destacaba que la naviera había elegido España para este proyecto, entre otras razones, por "su clima de inversión estable". "Según los trabajos de la naviera, Andalucía y Galicia reunirían las condiciones para acoger dos plantas para la producción de combustibles verdes". Es decir, que el proyecto que desveló la Moncloa va destinado a dos comunidades autónomas gobernadas por el PP.

El objetivo anunciado por Maersk es producir en la península Ibérica e-metanol para que alimente sus buques antes de 2040, comenzando por una veintena de barcos de gran tamaño que empezarán a funcionar con metanol verde en 2023-2024. En el caso de España, la producción anual podría alcanzar los dos millones de toneladas, con un proyecto que plantea una inversión, junto a socios privados nacionales e internacionales, del entorno de 10.000 millones de euros. Además, la creación potencial de empleo es de 85.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Para obtener el metanol verde, tendrá que fabricar hidrógeno verde con energías renovables por toda España y CO₂ biogénico a partir de biomasa.

La Moncloa cerraba este anuncio de inversión en el que trabaja con Maersk recordando los fondos europeos que maneja España: "Las políticas del Gobierno buscan favorecer la autonomía energética, ganar en competitividad e industrializar en verde la economía. Todo ello, utilizando al máximo las palancas que proporcionan las inversiones y reformas recogidas en el plan de recuperación, que dedica más de cuatro de cada 10 euros de sus fondos a la transición ecológica".