La CNMC registra las sedes de las eléctricas tras detectar supuestas irregularidades

Los inspectores de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) han entrado en las sedes centrales de Endesa y Naturgy en varias ciudades de España durante los últimos días para recabar información interna de las eléctricas, según confirman varias fuentes al tanto de la investigación, que no descartan que los registros se hayan podido extender también a Iberdrola, que rechazó en la tarde de este miércoles hacer comentarios.

Los investigadores del regulador se han dirigido al área de distribución de las compañías energéticas, que gestionan las redes de baja tensión en régimen de monopolio. Los técnicos han solicitado datos internos de estas unidades de negocio, aseguran estas fuentes, que añaden que las empresas se han mostrado dispuestas a colaborar en todo momento. Además de recopilar información, los investigadores han requisado dispositivos y material informático sensible, añaden.

Dichos registros de los cuarteles generales se dan después de que los inspectores del organismo regulador y supervisor, presidido por Cani Fernández, hayan abierto diversas investigaciones tras detectar supuestas irregularidades por parte de las compañías dominadoras del mercado eléctrico. La CNMC no estuvo disponible en la tarde de este miércoles para hacer comentarios, aunque al tratarse de una investigación en curso nunca da detalles públicos. Fuentes de las compañías registradas también han rechazado responder sobre el caso.

Otros expertos en este tipo de investigaciones señalan que la CNMC pide un registro en la sede de una compañía después de que alguien interponga una denuncia por presuntas irregularidades o abusos de posición de las compañías que pudieran estar dañando al mercado o a la competencia. El pasado mes de diciembre también entró en las sedes de Repsol, Cepsa y BP, tal y como desveló El Confidencial. En ese caso, el motivo fue una investigación para determinar si las empresas estaban abusando del descuento de 20 céntimos a los carburantes que el Gobierno aplicó tras estallar la guerra en Ucrania.

El ente encargado de supervisar el mercado energético lleva desde hace varias semanas investigando si las empresas, poseedoras de un activo estratégico nacional como es la red de distribución eléctrica, están obstaculizando y poniendo trabas al autoconsumo, según avanzó El Confidencial el pasado 2 de junio.

El organismo, cuya dirección energética ostenta Rocío Prieto, está llamando a consultas desde hace varias semanas a diversos actores del sector después de una avalancha de quejas de las propias empresas instaladoras de autoconsumo. Estas quejas se centran fundamentalmente en las zonas de distribución de Endesa (Andalucía, Aragón, Cataluña, Extremadura Sur, Baleares y Canarias), aunque también hay protestas contra Naturgy (Galicia, parte de Madrid y parte de las dos Castillas) y en menor medida frente a Iberdrola (parte de Madrid, Castilla y León, Valencia, Castilla-La Mancha, Extremadura Norte, País Vasco y Navarra). EDP controla la distribución de Asturias y Cantabria, donde el autoconsumo está menos desarrollado, al haber menos horas de sol. Lo mismo le ocurre a Naturgy en Galicia.

Las quejas sobre las distribuidoras no solo llegan desde las empresas y los consumidores afectados, que levantan la voz, sobre todo a la hora de desplegar instalaciones de autoconsumo compartido, en el que sufren más problemas. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, acusó el pasado 9 de junio a las grandes eléctricas de poner trabas al autoconsumo y "compartía" la indignación del sector.

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La responsable del Ejecutivo incluso deslizaba que las eléctricas estarían abusando en beneficio propio: "Hay que ir más allá de los retos de tramitación en las administraciones públicas, y desde aquí hago un llamamiento a los distribuidores para que se tomen en serio esta función de servicio de conectar todos los autoconsumos, no únicamente cuando los promotores de estas instalaciones son sus empresas", señaló. En cualquier caso, las compañías descargan la responsabilidad frente a la Administración y los propios instaladores y clientes y aseguran que sus procesos no son irregulares.

Este mismo miércoles 21 de junio, Día Internacional del Sol, la Alianza del Autoconsumo, liderada por Greenpeace, cargaba contra las eléctricas: "Las principales distribuidoras eléctricas, Iberdrola, Endesa y Naturgy, continúan obstaculizando el acceso de las personas a la energía. No solo acumulan poder y recogen beneficios milmillonarios como generadoras y comercializadoras, sino que, además, en su papel de distribuidoras están poniendo palos al despegue del autoconsumo en España, la principal herramienta para que las personas luchen contra el incremento de la factura de la luz y el cambio climático y participen en la transición energética".

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No obstante, pese a la investigación lanzada por razones de autoconsumo, no se descartan otras cuestiones relacionadas con la distribución. El propio regulador estaría investigando las potenciales trabas de las eléctricas a los puntos de recarga, según publicó recientemente El Economista. Otra cuestión peliaguda es el poder de las distribuidoras para dar acceso a los solicitantes de punto de conexión para conectar infraestructuras de renovables. Ya en 2020, la propia CNMC lanzó una investigación frente a Endesa por si estaba abusando de su posición como propietaria de buena parte de la red de distribución frente a terceros.

En cualquier caso, los registros a las sedes de las eléctricas no presuponen que vayan a terminar en sanción, ni ta siquiera que se vaya a abrir expediente. De hecho, los registros a las sedes de Repsol, Cepsa y BP del pasado diciembre, justo antes de que concluyera el descuento de 20 céntimos a los carburantes, no se ha concretado por ahora en la apertura de expediente.