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Récord de facturación de las automovilísticas vendiendo menos coches, pero más caros
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La producción, por debajo de 2019

Récord de facturación de las automovilísticas vendiendo menos coches, pero más caros

Las exportaciones, que representan más del 80% de la producción de las fábricas españolas, alcanzan hasta marzo los 9.480 millones de euros, con Barcelona (Seat) tirando del carro

Foto: Fábrica de Seat en Martorell, Barcelona.
Fábrica de Seat en Martorell, Barcelona.
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Pese a todos los problemas que viene sufriendo el sector del automóvil en los últimos años en España, las fábricas nacionales empiezan a dar síntomas de despegue. Prueba de lo anterior es que, en los tres primeros meses de 2023, las exportaciones de coches y motos han alcanzado una facturación récord. Entre enero y marzo, las plantas nacionales han ingresado 9.480 millones de euros por sus ventas al exterior (más del 80% de la producción), según datos aportados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Se trata de la mayor facturación de la historia. Son casi 1.500 millones más que en 2019, año previo a la pandemia, que tampoco estuvo afectado por los cuellos de botella en las cadenas de suministro, uno de los mayores hándicaps que han sufrido las fábricas españolas en los dos últimos años. También son casi 2.000 millones más que en el invierno de 2022, aún muy castigado por la escasez de microchips, que ha obligado a numerosas paradas y ERTE en las plantas de ensamblaje repartidas por España.

Seat tira del carro

Los buenos datos globales de exportación, sin embargo, son muy heterogéneos por fábricas. La principal culpable del despegue de la facturación es Barcelona, donde se ubica la fábrica de Seat, la mayor planta de toda España, que ha logrado impulso gracias a su marca prémium Cupra. Las exportaciones han aumentado hasta los 2.825 millones de euros entre enero y marzo respecto de los 1.632 millones de euros del año anterior, lo que supone un aumento del 75%, según las estadísticas de Comercio.

A la mejora también contribuyen la fábrica de Mercedes de Vitoria, y la de Stellantis (antigua PSA) de Madrid, también con una facturación de más de 862 millones de euros y 512 millones respectivamente. Ambos récord absoluto.

Otras como Renault, en Palencia y Valladolid, mejoran sus números, pero aún están lejos de lograr los niveles máximos de los últimos años. Lo mismo le ocurre a Stellantis (Peugeot, Citroën y Opel) en Vigo y en Zaragoza, o a Ford en Valencia. Sus números son mejores que los de hace un año y animan al optimismo, pero no están en los récord históricos de otras fábricas del panorama nacional.

placeholder Planta de Landaben en la que se fabrican el Volkswagen Polo y el T-Cross.
Planta de Landaben en la que se fabrican el Volkswagen Polo y el T-Cross.

Quien muestra una peor evolución es Navarra, comunidad donde se ubica Volkswagen. Sus exportaciones están casi en mínimos y son sustancialmente inferiores hasta marzo de 2023 (más de 611 millones de euros) que en el mismo periodo de 2022 (841 millones de euros). La de este año es su peor cifra junto con la de 2016.

Con todo, la facturación en la exportación no está yendo a la par con la fabricación. La producción también está mejorando en el arranque del año, pero sigue por debajo de los niveles de 2019. Concretamente, entre enero y abril se ensamblaron 831.984 vehículos, un 15,7% más que en 2021, pero un 15,2% menos que en 2019, según datos de Anfac. En el primer cuatrimestre de 2019 y 2018, se enviaron al exterior alrededor de un millón de coches, lejos de los 760.000 que se mandan ahora.

Menos coches más caros

¿Por qué se factura más que nunca si se producen y exportan menos coches? La respuesta está en que se venden coches más caros. Según los datos aportados por la Agencia Tributaria, encargada de cobrar el impuesto de matriculaciones, en España, los coches costaban de media en 2019 alrededor de 18.000 euros. Ahora, en 2023, esta media ha escalado hasta los 23.400 euros. Es decir, que los coches que se matriculan son un 30% más caros que hace cuatro años.

La razón fundamental esgrimida por la industria es que el consumidor está optando por vehículos SUV, de una gama más alta y cuyo precio es superior a los que se compraban hace unos años. A ello hay que añadir la fuerte subida de costes derivada de la inflación que están experimentando las fábricas y que trasladan al coste final. Los propios datos de Hacienda señalan que el peso de los vehículos más utilitarios y de menor tamaño han pasado de representar un 60% a quedarse en algo más del 45%. Mientras, los de gama superior a los anteriores, del 30%, ahora son casi el 47%.

Foto: Un hombre mirando vehículos a la venta. (EFE/Michael Reynolds)

Desde el sector ponen ejemplos como el de la fábrica de Renault en Palencia, que ha dejado de fabricar el Kadjar y ahora ensambla el Austral, un coche de gama superior al anterior y más caro. Elementos como ese se notan en la facturación y en los ingresos, lo que no implica directamente más ganancias, aunque un responsable de ventas asegura que se está dando prioridad a aquellos vehículos que generan mayor margen respecto del resto. Otro ejemplo en línea con lo anterior es la producción de Cupra en Martorell, coches más cotizados que los Seat que siempre se han ensamblado en la planta catalana.

Ahora, el reto de todas las fábricas españolas es adaptar sus plantas a los modelos híbridos y eléctricos, que cada vez se demandan más en el mercado. Para mantener una industria clave en la economía española (aporta alrededor del 15% del PIB y es tractora en las ciudades y el entorno de las fábricas), es fundamental lograr que los fondos europeos permitan a esta industria adaptarse al futuro.

En España, los coches costaban de media en 2019 unos 18.000 euros. En 2023, la media ha escalado hasta los 23.400 euros (+30%)

El Gobierno está tratando de sacar adelante el Perte VEC. Casi 3.000 millones de euros para la transformación del sector automovilístico español hacia modelos descarbonizados. El éxito de este programa es fundamental. Firmas como Seat ya se están beneficiando de él y otras como Stellantis o Renault, además de la industria auxiliar necesaria para las anteriores —donde juegan un papel esencial las baterías—, esperan poder absorber fondos de la segunda convocatoria, que se otorgará en julio de este año, para así adaptar sus plantas y evitar deslocalizaciones de los nuevos modelos.

"A pesar de la mejoría registrada, el sector todavía se ve afectado por condicionantes como el ritmo de aprovisionamiento de materiales o problemas en la logística de transporte que limitan la capacidad de nuestros centros. La transformación hacia la movilidad sostenible y electrificada requiere de un gran esfuerzo que nuestro sector está acometiendo. Pero, como siempre remarcamos desde ANFAC, tal y como hemos hecho en la Hoja de Ruta 2023-25, ha de ir acompañado con medidas que impulsen el mercado de vehículos electrificados y justifiquen la apuesta de este país por la movilidad electrificada. España tiene una potente industria de automoción que ha de mantenerse a la cabeza, pero, para ello, además de las medidas, es necesario establecer un mensaje consolidado y único de apoyo al sector y por la movilidad sostenible, inclusive el vehículo privado. Solo así garantizaremos avanzar de manera decidida a convertirnos en un hub de la movilidad electrificada", destacó José López-Tafall, director general de ANFAC.

Pese a todos los problemas que viene sufriendo el sector del automóvil en los últimos años en España, las fábricas nacionales empiezan a dar síntomas de despegue. Prueba de lo anterior es que, en los tres primeros meses de 2023, las exportaciones de coches y motos han alcanzado una facturación récord. Entre enero y marzo, las plantas nacionales han ingresado 9.480 millones de euros por sus ventas al exterior (más del 80% de la producción), según datos aportados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

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