Comprar coche nuevo ya es más caro que nunca: 23.443 € de media, casi un 20% más que en 2021
Los españoles gastan más que nunca en comprar un automóvil nuevo. Las subidas de costes y una estrategia comercial más centrada en el margen respecto del volumen
Los españoles cada vez gastan más para comprarse un coche nuevo. Así lo revelan los datos publicados por la Agencia Tributaria, que revela que el precio medio de un vehículo en diciembre de 2022 era de 23.443 euros. Se trata de una subida próxima al 20% con respecto a septiembre de 2021. Justo antes de que se iniciara la crisis global de precios, el precio medio de los automóviles matriculaos era inferior a 20.000 euros de media.
Se trata de un coste por encima de la escalada de la inflación de estos últimos 15 meses y que erosiona aún más si cabe, el poder de compra de los hogares españoles, muy castigados por diferentes gastos de primera necesidad, como la energía, la vivienda o la cesta de la compra. El incremento de precio de un vehículo medio escala casi hasta el 50% si se pone el foco diez años atrás. En 2013, el precio medio de un coche era de alrededor de 15.500 euros.
Un responsable comercial de un concesionario con varias décadas de experiencia en la venta de vehículos corrobora las subidas expresadas por Hacienda en su día a día. Como experto en la materia, contabiliza innumerables factores que están contribuyendo a la subida de los precios, factor que está contribuyendo en parte a las menores ventas.
En los últimos dos años se han vendido en España menos de 900.000 nuevos automóviles, muy lejos de los más de 1,3 millones de coches que se matricularon en 2019, último año previo a la crisis.
Todo ello contribuye, además, a que el mercado de segunda mano siga siendo muy dinámico desde que estalló la pandemia y a que España tenga, según critica la industria, uno de los parques automovilísticos más antiguos de Europa. La edad media de los vehículos españoles es de más de 13 años, lo que también va en detrimento de los objetivos medioambientales e implica un mayor riesgo por la menor seguridad al volante.
El mercado de segunda mano sigue siendo muy dinámico desde que estalló la pandemia
"Se ha producido una variación considerable en los precios debido, entre otras cosas, a los costes de producción por la falta de componentes, lo que deriva en un aumento del coste final del automóvil. Destaca especialmente la escasez de microchips que vienen fundamentalmente de Asia, sin olvidar otros costes repercutidos por el aumento del precio de la energía, la subida de materias primas o la logística (subida de precios de los transportes)", explica el comercial consultado.
Según detalla, "en junio del 20 un Renault Clio lo vendíamos por unos 14.500 euros y ahora el modelo similar se vende en unos 17.500 euros o más. Un Renault Arkana, que se empezó a comercializar en abril de 2021, ha subido de media unos 2.500 euros a 3500 euros, dependiendo del modelo y motorización". Para justificar esta subida, los responsables de fabricación explican a su propia red de vendedores que factores como el aumento del coste del acero que lleva un modelo utilitario como un Dacia Duster, se ha encarecido en 600 euros.
Más margen por vehículo
Pero además de los mayores costes repercutidos, algo a lo que no escapa casi ningún área de la economía en el último año y medio, también esgrime un cambio de política comercial, más centrada en márgenes y menos en volúmenes. "Los fabricantes están buscando obtener más beneficio por vehículo; ganar más por cada automóvil matriculado a costa de reducir el volumen de sus ventas. Veníamos de unos años de política comercial aplicando grandes descuentos. Se ganaba por volumen y eso ha cambiado", explica.
A todo lo anterior, además, hay que añadir factores regulatorios que están tensionando el precio de los vehículos, como las mayores exigencias medioambientales para las motorizaciones (los vehículos, híbridos y eléctricos son más caros que los diésel o gasolina clásicos) o las mediciones más exigentes, que encarecen el impuesto de matriculación, por ejemplo.
Peor financiación
Por si todo esto fuera poco, la capacidad de financiación de las automovilísticas, muy activas en el ramo financiador, se está limitando por las subidas de los tipos de interés. Comparando con los precios de hace una década, las fuentes consultadas también esgrimen la incorporación de elementos de seguridad y prestaciones dentro de los automóviles, que proporcionan confort, que han mejorado mucho pero que también han provocado encarecimiento de los coches.
Además, en los últimos años hay una clara tendencia a comprar coches SUV o crossover, más grandes y costosos, lo que también contribuye a que los precios medios sean más elevados. Por último, un factor a tener en cuenta que no se debe olvidar son las políticas de estímulos, destaca el responsable de ventas consultado. Los planes PIVE que había hace unos años contribuían a mayores ventas y a rebajar los precios en mayor medida que ahora, que apenas existen ayudas. Las únicas subvenciones activadas están centradas casi exclusivamente en los vehículos 100% eléctricos (Plan Moves), cuyos precios son, si cabe, más elevados y en tiempos de incertidumbre como los actuales no acaban de ser accesibles a toda la población.
En este contexto, las marcas asiáticas como Hyunday, KIA o Toyota están teniendo menos problemas de logística que las grandes marcas europeas con los microchips, lo que está provocando que los usuarios cada vez más estén optando por los modelos importados del continente asiático. No obstante, a medida que se va recuperando la logística a nivel mundial, también las grandes marcas europeas recuperan terreno.
En este contexto, la incertidumbre tecnológica también está pesando sobre las decisiones de compra. El nuevo escenario donde vehículos de combustión conviven cada vez más con los híbridos, eléctricos e incluso otras opciones aún más inmaduras, como la pila de hidrógeno, enmarañan aún más el tablero a la hora de decidirse por una u otra opción.
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Las malas noticias para los automovilistas no acaban en los precios de los automóviles. Otros costes añadidos, como el combustible, que ha subido con fuerza en el último año, contribuyen a que la conducción sea cada vez más cara. Sin olvidar las subidas del coste del seguro para 2023. El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, ya advirtió hace pocos días que los precios de los seguros de automóviles van a tener que subir.
Los españoles cada vez gastan más para comprarse un coche nuevo. Así lo revelan los datos publicados por la Agencia Tributaria, que revela que el precio medio de un vehículo en diciembre de 2022 era de 23.443 euros. Se trata de una subida próxima al 20% con respecto a septiembre de 2021. Justo antes de que se iniciara la crisis global de precios, el precio medio de los automóviles matriculaos era inferior a 20.000 euros de media.
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