La crisis interna de Cellnex y la fuerza centrífuga del nuevo capitalismo

La crisis interna que vive Cellnex se alargará durante este mes de abril y seguirá durante mayo, según apuntan fuentes cercanas a la compañía. Es la historia del nuevo capitalismo y de su alianza con inversores más tradicionales para darle un vuelco a una compañía determinada. El próximo día 26 de abril se celebrará el consejo de administración de la compañía de telecomunicaciones. Y posiblemente se sustituirá a los dos consejeros dimisionarios. Podrían entrar un representante de The Children Investment (TCI), que con el 9,39% se ha convertido en el primer accionista. Su presidente, Chris Hohn, está jugando muy fuerte. El fondo ha pedido entrar en el consejo y está intentando determinar la designación del consejero delegado que ha de sustituir a Tobías Martínez a partir del mes de junio, para la cual, por ahora no hay acuerdo. Si logra ambas cosas tendrá el control.

El consejo de la próxima semana convocará la junta, pero no anunciará la designación del nuevo consejero delegado, que sigue abierta. Los Benetton a través de Edizione han pactado una retirada ordenada de Cellnex, donde todavía tienen el 8,2%. Criteria, el holding de la Fundación Bancaria La Caixa, ha jugado un papel de convidado de piedra, fuera del consejo, a verlas venir y con apenas un 4,3% de las acciones. La alianza puntual de los viejos Benetton con el nuevo Chris Hohn tiene esa fuera centrífuga que imprime el nuevo capitalismo y que igual apoya la fuga de la sede de Ferrovial que obliga a cambiar toda la gestión de Aena, solo por poner los ejemplos del Ibex-35.

Uno de los efectos de la fuerza de ese nuevo capitalismo es como desasocia los centros de decisión económica de sus orígenes

Uno de los efectos de la fuerza de ese nuevo capitalismo es como desasocia los centros de decisión económica de sus orígenes y de las fuentes de poder primigenio que las apoyaron ya fueran político o económico. Da igual la catalanidad de los gestores de Cellnex o la españolidad de Ferrovial. Cellnex es una compañía que incluso tras llevarse la sede a Madrid con el procés, siguió operando básicamente desde Barcelona. Pero en el nuevo marco mental se impone la búsqueda de cualquier ventaja financiera es una prioridad sobre las raíces, los orígenes o la historia.

TCI se define como un fondo activista, pero en realidad es un fondo oportunista. Hohn ha visto una oportunidad en Cellnex que el resto no ven. La acción cerró ayer a 38,5 euros y ajena a la inestabilidad interna, sigue subiendo. Hohn se ha gastado más de 2.000 millones y es evidente que no es por los dividendos de Cellnex. Algo está pasando para que haya caído el presidente de la compañía, haya dos vacantes en el consejo y se siga sin acuerdo en el relevo de Tobías Martínez. El problema no es que haya gato encerrado, si no cuánto tiempo seguirá dentro de la jaula.

Solución de compromiso

Cellnex es también una historia de éxito del capitalismo español, solo superada por casos como Inditex o Grifols. Siempre fue una compañía muy internacional, desde su origen se diseñó un consejo de administración con mayoría de independientes de inspiración anglosajona. Se estaba pensando en accionistas tranquilos, como el fondo soberano de Singapur GIC, (6,7%) o Norges Bank (3,6%). Durante mucho tiempo este fue el panorama, pero el capitalismo nuevo es como la planta carnívora del musical “La pequeña tienda de los horrores”: nunca tiene suficiente. Hohn y sus huestes juegan al ataque y hasta la junta de accionistas, prevista para el 1 de junio, no se aclarará el panorama que espera a la compañía.

Marco Patuano como nuevo consejero delegado responde al pacto de TCI con los Benetton

El pacto con Edizione es que Marco Patuano asuma el cargo de consejero delegado, lo que implicará cambios. Patuano dirigió Telecom Italia y ahora aprovechará su buena relación con los Benetton para que la transición entre los inversores tradicionales y Hohn resulte lo menos traumática para los italianos. El nuevo capitalismo centrífugo quiere marcar la pauta en Cellnex como, en otro sentido, lo ha hecho en Ferrovial. Patuano ya presidió Cellnex en 2019, cargo en el que duró un año.

Los consejeros más tradicionales como el saliente Bertrand Kan (expresidente) o Peter Shore preferirían un CEO en la línea del equipo de Tobías Martínez. Pero en este momento esta no parece la opción ganadora. El nombramiento del CEO precisa el voto a favor de ocho de los once consejeros.

Caballo ganador

En medio de este pulso están los fondos y bancos de siempre como JP Morgan y BlackRock (5% cada uno) o Fidelity y Vanguard, con paquetes que rondan el 2%. Estos pura y simplemente apoyarán al caballo ganador. Y después de la victoria en Ferrovial, la mayoría prevén que las mejores cartas las tengan los representantes del nuevo capitalismo sin corazón, sin pasado y sin muchas explicaciones.

Nadie habla de la gestión. Nadie cuestiona el plan de Tobías Martínez de desapalancar la compañía, vender algunas participaciones minoritarias y abandonar la política de adquisiciones mientras los tipos sigan altos. Hablar de gestión, eso tan anticuado. En Cellnex hay un consejo de administración abierto en canal, pero nadie entiende por qué. O solo lo sabe Chris Hohn.