Los Lladó acumulan una pérdida de 330 millones por el desplome de Técnicas Reunidas

Los Lladó han decidido acudir al rescate de Técnicas Reunidas, que el pasado lunes anunció una ampliación de capital de 150 millones de euros para reflotar la empresa de ingeniería. Los cinco hijos herederos, procedentes de una saga de empresarios y políticos que dirigieron bancos y ministerios durante la dictadura y la transición, invertirán 55 millones para demostrar su confianza en la multinacional, que ha sufrido pérdidas históricas. Unos números rojos que han obligado a su sociedad patrimonial a provisionar más de 300 millones de minusvalías.

Según consta en las cuentas oficiales de su holding familiar, los Lladó traspasaron en 2017 el 37% del capital de Técnicas Reunidas a dos de sus sociedades, Araltec Corporación y Aragonesas Promoción de Obras, desde Araltec. Un movimiento que permitió a esta última apuntarse un beneficio fiscal de 351 millones de euros. Fue una transacción meramente contable, ya que Araltec traspasó a Araltec Corporación las acciones en la compañía cotizada mediante una ampliación de capital de 50.000 euros y una prima de emisión de 430,43 millones.

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A ese valor tasaron los Lladó un paquete del 31,99% en Técnicas Reunidas, que se apuntaron las acciones a 24,07 euros por título. Pero la continua caída de la cotización obligó a la familia a contabilizar unas pérdidas por deterioro de 69 millones en 2021 y de 232 millones en 2020. Unas minusvalías que se incrementaron en 49 millones en 2019 y 44 millones en 2018. Actualmente, con la acción a 8,18 euros, el agujero contable acumulado en Araltec Corporación asciende a 284 millones.

A esta cifra hay que sumar los 45 millones de pérdidas provisionales que la familia tiene en Aragonesas Promoción de Obras y Construcción, titular del 5,10% de Técnicas Reunidas. Una participación que también se transmitió a 24,07 euros por acción en 2017. En total, cerca de 330 millones derivados de la caída en bolsa de la compañía de ingeniería, que el pasado año tuvo que pedir un rescate de 340 millones a la Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales (SEPI), el segundo de mayor cuantía tras el concedido a Air Europa.

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La familia solicitó esta financiación pública aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez para ayudar a las compañías que habían sufrido los estragos económicos del covid. Pero su patrimonio personal asciende a cerca de 600 millones a través de las sociedades Araltec, Aracorp Activos, Aracorp Gestión Financiera, Aracorp Viviendas y Aracorp Private Equity. Solo con esta última sociedad, tienen invertidos algo más de 50 millones en distintos fondos de inversión nacionales y extranjeros.

Tras el anuncio de la ampliación de capital, este martes, primer día con la bolsa abierta, la cotización ha reaccionado con un desplome del 17%. Una caída derivada de la dilución del 43,7% del capital que supone la emisión de 24,4 millones de acciones nuevas. Dado que el precio de la colocación se ha fijado en 6,15 euros por título, con un descuento del 38% sobre el último cambio anterior al anuncio del lunes, el mercado ha castigado a los accionistas de la compañía.

El patrimonio y la deuda

Técnicas Reunidas sostiene que gracias a estos 150 millones reforzará su situación patrimonial para abordar "el crecimiento derivado de la gran ola inversora en la industria energética y en la industria intensiva en el consumo de energía". El patrimonio neto del grupo es de apenas 85 millones, frente a los 350 millones que tenía en 2019, antes de la pandemia.

Técnicas Reunidas sostiene que gracias a estos 150 millones reforzará su situación patrimonial

Así lo ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un hecho relevante en el que describe que un tercio de la ampliación irá destinado a financiar los gastos operativos que requerirá el segmento de Tecnologías Bajas en Carbono, cubriendo las necesidades previstas de caja anuales para los años 2023, 2024 y 2025. Otro tercio se reservará para optimizar la situación de la caja neta ajustada, mientras que los últimos 50 millones serán utilizados para reducir el nivel de endeudamiento del grupo. En concreto, 33,5 millones servirán para amortizar el préstamo sindicado ICO y 14 millones, para repagar el contrato de financiación sindicado Cesce.

El grupo cerró 2022 con una deuda financiera total de 977 millones, casi la mitad de la cual la paga a un tipo de interés variable. Teniendo en cuenta que su ebitda fue de 34 millones, la compañía tenía una ratio de apalancamiento de 28 veces, una relación que le impidió cumplir los covenants o cláusulas con sus acreedores vinculadas a sus distintas líneas de financiación.