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Javier Hidalgo ordena su fortuna: vende sus 30 M de 'telefónicas' y refinancia con Botín
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SALE DEL NÚCLEO DURO

Javier Hidalgo ordena su fortuna: vende sus 30 M de 'telefónicas' y refinancia con Botín

El heredero de Globalia se desprende del paquete de acciones de la operadora que compró a precios muy altos con las plusvalías obtenidas con la venta de Pepephone

Foto: Javier Hidalgo. (Carmen Castellón)
Javier Hidalgo. (Carmen Castellón)
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Javier Hidalgo ha decidido ordenar su fortuna personal al tiempo que intenta cerrar la venta de Air Europa a International Airlines Group (IAG). El heredero de Globalia se ha desprendido de su paquete de acciones de Telefónica, que compró en 2016 con las ingentes plusvalías conseguidas con la venta de Pepephone a MásMóvil, mientras ha refinanciado el préstamo que le dio el Banco Santander por 31 millones de euros para convertirse precisamente en el mayor accionista del holding turístico, tras su padre.

Según aseguran fuentes financieras, el empresario ha vendido los cerca de 30 millones que invirtió en la operadora presidida por José María Álvarez-Pallete y ha liquidado el crédito que solicitó a Bankinter para esa apuesta. Según han confirmado fuentes próximas al responsable de la gestión de Globalia, Hidalgo saldó su posición en Telefónica el pasado año para dar carpetazo a una inversión que no salió como se esperaba, debido a la caída de la cotización de la compañía de telecomunicaciones.

El empresario ha vendido los cerca de 30 millones que invirtió en la operadora presidida por José María Álvarez-Pallete

El joven empresario había ganado cerca de 80 millones de euros en la venta de Pepephone, cantidad similar a la que se embolsó Rosauro Varo, su socio y amigo, tras la adquisición de la operadora por parte de MásMóvil por 160 millones. Pero mientras el segundo ha decidido redoblar su apuesta por la operadora y confiar en la gestión de Pallete, su socio en otras inversiones inmobiliarias se ha decantado por cerrar esta posición y centrarse en lograr el mejor precio posible por Air Europa.

Ambos apostaron por Telefónica cuando cotizaba por encima de los ocho euros por acción, en un momento en que sus riendas habían sido cogidas por Pallete en abril de 2016. Pero la operadora inició una travesía del desierto provocada por su abultada deuda, que llegó a rondar los 50.000 millones de euros, lo que llevó al nuevo presidente a recortar el dividendo de forma drástica. En concreto, casi un 50% en 2017 de 0,75 a 0,40 euros y un 25% posterior, hasta los 0,30 euros, en febrero de 2021, lo que supuso un revés para todos los inversores que tenían en la tradicional retribución al accionista una rentabilidad anual asegurada.

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Hidalgo entró en Telefónica con una financiación parcial de Bankinter, que le concedió un crédito de 10 millones de euros. Una cantidad que después incrementó en otros 6,4 millones, hasta un total de 16,4 millones.

Según fuentes próximas a la entidad financiera de la familia Botín, el hijo de Pepe Hidalgo amortizó el pasado año ese préstamo con Bankinter, una vez vendidas sus acciones. La operación se ha saldado con minusvalías, que han sido compensadas parcialmente por el cobro de un dividendo de 0,40 euros por título entre 2017 y 2020. Con esta transacción, Hidalgo cierra su etapa como uno de los inversores individuales con más peso en el capital de Telefónica. De hecho, su participación solo es superada en el consejo de administración por Francisco José Riberas, presidente y dueño de Gestamp, que atesora el 0,21% tras realizar varias adquisiciones entre finales de 2019 y marzo de 2020 a entre 4,13 y 6,9 euros por título.

El préstamo con Santander

A la par, Javier Hidalgo, que se ha instalado entre Ibiza y República Dominicana para aislarse del ruido empresarial de Madrid, ha refinanciado el préstamo con el que en 2018 volvió al accionariado de Globalia, del que había salido por diferencias con la gestión familiar. Según estas fuentes, el inversor ha renegociado con Banco Santander los 31 millones de euros que la entidad crediticia le dio para adquirir el 10% del holding turístico. Una participación que Ana Botín había heredado por la quiebra del Popular, que había sido accionista de la compañía balear.

Javier tomó ese paquete valorado en 62,50 millones de euros, por lo que la totalidad del holding se tasó en 620,50 millones. A cambio de ese crédito, la entidad financiera se quedó como garantía el 7,25% del capital de Globalia, por lo que en caso de impago se quedaría con esas acciones. El vencimiento del préstamo se ha prorrogado por cerca de tres años, aunque el hijo de Pepe Hidalgo confía en amortizarlo en cuanto el grupo se desprenda de Air Europa, que este año volverá a beneficios.

Javier Hidalgo ha decidido ordenar su fortuna personal al tiempo que intenta cerrar la venta de Air Europa a International Airlines Group (IAG). El heredero de Globalia se ha desprendido de su paquete de acciones de Telefónica, que compró en 2016 con las ingentes plusvalías conseguidas con la venta de Pepephone a MásMóvil, mientras ha refinanciado el préstamo que le dio el Banco Santander por 31 millones de euros para convertirse precisamente en el mayor accionista del holding turístico, tras su padre.

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