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La banca prepara un plan para sortear el 'fuego cruzado' del Gobierno contra el sector
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La banca prepara un plan para sortear el 'fuego cruzado' del Gobierno contra el sector

La banca cree que es víctima de la lucha política entre los dos partidos del Gobierno y estudia cómo frenar ataques que comprometen la recuperación de su maltrecha reputación

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de BBVA, Carlos Torres Vila. (EFE/Sergio Pérez)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de BBVA, Carlos Torres Vila. (EFE/Sergio Pérez)
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De estas declaraciones del Gobierno, "me parece importante (...) agradecer y reconocer el esfuerzo que están haciendo las entidades financieras para aliviar la carga hipotecaria ante el alza del euríbor a aquellas hipotecas con interés variable", a estas otras, "necesitamos una intervención pública de la economía que tope las hipotecas de tipo variable", hay apenas dos meses de diferencia. Las primeras las realizó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a finales de noviembre. Las segundas son de la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, este miércoles.

Este choque de ideas refleja el terreno inestable en el que se mueven los bancos españoles desde hace meses. La última crisis reputacional ha estallado con los sueldos de los banqueros y las presentaciones de resultados de las entidades, en que se están anunciando grandes mejoras del beneficio que han resucitado las críticas de distintos ámbitos del Gobierno: la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, criticó las remuneraciones de los primeros espadas del sector hace una semana y justificó, por ello, el nuevo impuesto; Sánchez hizo unas declaraciones similares en el Congreso, y la vicepresidenta Yolanda Díaz afirmó este miércoles que el beneficio de BBVA (de 6.420 millones, un 38% más) justifica que se topen los créditos a tipo variable: "Congelar hipotecas, moderar beneficios".

Díaz ha puesto en tela de juicio un acuerdo alcanzado hace apenas dos meses por la banca con el Gobierno, para encontrar soluciones para las familias vulnerables con hipotecas a tipo variable, ante la subida del euríbor, como recordó posteriormente la presidenta de la AEB (Asociación Española de Banca), Alejandra Kindelán: "Recordar que hace tan solo dos meses la banca trabajó codo con codo con el Gobierno en un acuerdo para ayudar a las familias que puedan tener dificultades para pagar su préstamo", que "pueden acogerse a moratorias, a ampliaciones de plazo y a otras medidas".

Foto: Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social. (EFE)

Al margen de las declaraciones oficiales, los bancos se ven en un "fuego cruzado" preelectoral en el que los dos grandes partidos del Gobierno pelean por un nicho de votos de descontentos con la banca, lo que los convierte en un "chivo expiatorio crónico". Todo esto les está llevando a replantear su estrategia frente al Ejecutivo.

"En general, en la CEOE [Confederación Española de Organizaciones Empresariales] y, en particular, en AEB y CECA [Confederación Española de Cajas de Ahorros], se está dando vueltas a cómo frenar la deriva populista de señalar, con nombres y apellidos, a empresas, bancos y empresarios como supuestos responsables de todos los males económicos", reconocen desde una de las principales entidades.

placeholder El director general de la CECA, José María Méndez (i), y la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán (d). (EFE/Fernando Villar)
El director general de la CECA, José María Méndez (i), y la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán (d). (EFE/Fernando Villar)

Una de las primeras decisiones ha sido instrumentalizar las críticas más abiertas al Gobierno a través de la CEOE, coincidiendo con el nombramiento de Kindelán como vicepresidenta del lobby empresarial. Un primer ejemplo de ello fue el comunicado del pasado viernes en que se defendía a empresarios y directivos señalados por miembros del Gobierno, como Ana Botín, presidenta de Santander, Juan Roig, presidente y dueño de Mercadona, o Marta Ortega, presidenta de Inditex: "CEOE condena y lamenta profundamente la injusta estrategia de desprestigio y descalificación que están sufriendo las empresarias y empresarios españoles, curiosamente intensificada en este inicio de año electoral", expusieron desde CEOE. "Queremos recordar que la Constitución, en su artículo 38, ampara la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado y exige a los poderes públicos necesaria garantía y protección en su ejercicio. Es incompatible el desconocimiento de estos mínimos principios con el ejercicio de un cargo en un poder del Estado", añadieron.

Alternativas

Junto al frente común con la CEOE, los grandes bancos están estudiando cambios en su estrategia con que mejorar su relación con el Ejecutivo, en especial con el bloque de Unidas Podemos, más beligerante contra el sector. Banqueros consultados por este medio señalan que se han mantenido conversaciones en esta línea en los últimos meses, obteniendo buenas palabras del Ejecutivo que no se han traducido todavía en realidad.

Al margen de ello, la decisión de las entidades es no hacer comunicados conjuntos a través de las patronales respecto a las declaraciones de Díaz y Belarra y estudiar un nuevo rumbo en las próximas semanas. Como adelanto, serán los banqueros uno a uno los que traten de imponer cordura en sus presentaciones de resultados. Ayer fue el turno de Carlos Torres, presidente de BBVA, hoy lo será de Botín (Santander) y mañana de José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank.

El primer ejecutivo de BBVA mostró ya el camino al endurecer el mensaje. Hasta hace poco, la única banquera que se mostraba abiertamente crítica con el Gobierno era la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa. Ayer, Torres recordó al Gobierno que determinadas medidas antiempresariales conducen a "resultados catastróficos", en una referencia indirecta a Venezuela. Se espera un discurso incluso más contundente de Botín, objeto directo de las críticas del Gobierno.

Para los banqueros, es clave que se deje de atacar gratuitamente al sector y se les permita levantar la cabeza reputacionalmente. Desde que llegó a la Moncloa el PSOE, con el apoyo de Unidas Podemos, se les ha criticado por los sueldos, el trato a los clientes mayores, el éxodo rural, los ERE (expedientes de regulación de empleo), la subida del euríbor y se les ha impuesto el tributo extraordinario de 3.000 millones junto a las energéticas, por "arrimar poco el hombro". Todo a pesar del apoyo del covid, cuando la propia Díaz reconoció la labor de los bancos.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)

Las entidades van a recordar en los próximos días la ausencia de la necesidad de reabrir el debate de las hipotecas en este momento, cuando se está todavía desplegando el plan pactado hace dos meses con muy baja demanda, como publicó este medio.

Junto a ello, van a seguir incidiendo en que la mejora de los beneficios se debe en algunos casos al negocio en el extranjero y que el repunte de los márgenes está justificado tras años de tipos en negativo. Y subrayarán que la mayoría de los bancos siguen cotizando por debajo de su valor en libros (indicador de que no son rentables) y que siguen sin cubrir el coste de capital en España. A pesar de ello, asumen que son mensajes difíciles de calar y que les va a tocar predicar en el desierto, al menos hasta que pasen las elecciones generales.

De estas declaraciones del Gobierno, "me parece importante (...) agradecer y reconocer el esfuerzo que están haciendo las entidades financieras para aliviar la carga hipotecaria ante el alza del euríbor a aquellas hipotecas con interés variable", a estas otras, "necesitamos una intervención pública de la economía que tope las hipotecas de tipo variable", hay apenas dos meses de diferencia. Las primeras las realizó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a finales de noviembre. Las segundas son de la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, este miércoles.

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