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El socio de Villarejo espió a un banquero privado al que BBVA demandó y a clientes
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El socio de Villarejo espió a un banquero privado al que BBVA demandó y a clientes

Entre los presuntamente espiados en el nuevo contrato descubierto por la Fiscalía figuran un banquero que fue despedido y uno de sus principales clientes

Foto: Sede corporativa del BBVA en Madrid. (EFE/Emilio Naranjo)
Sede corporativa del BBVA en Madrid. (EFE/Emilio Naranjo)
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La última línea de investigación del caso BBVA-Villarejo aporta novedades comprometedoras. Según los documentos aportados hasta ahora a la Audiencia Nacional, uno de los socios del comisario, Antonio Bonilla, obtuvo datos clasificados de un empleado contra el que el banco se querelló y contra alguno de sus clientes, por encargo del segundo banco español.

Así, según esta documentación, BBVA contrató a comienzos de 2018 a la sociedad Anbycol, del exsocio de Villarejo, para conseguir información clasificada en bases policiales de decenas de personas. Entre ellas, figuran los nombres de Javier Fernández Castrillón, exbanquero privado, y socios y empleados de algunas empresas, entre quienes podrían estar antiguos clientes de este exempleado, como Colortec Química y Salto Systems.

Foto: Sede de BBVA en Madrid. (Reuters/Juan Medina)

Este presunto espionaje se produjo cuando la entidad acababa de romper sus lazos laborales con Fernández Castrillón y estaba empezando a preparar una demanda por un presunto roto de 50 millones que provocó al banco. Así, la entidad acusó posteriormente en los tribunales a este exempleado por haber puesto en descubierto a clientes con productos de los que no informó y que posteriormente tuvieron que ser recompensados. La demanda está pendiente de juicio, y el descubrimiento de la Audiencia Nacional afectaría al proceso en caso de que alguna de las pruebas hubiera sido obtenida a través del contrato con Bonilla.

Junto a ello, la lista de afectados que maneja la Audiencia indica que Bonilla también habría obtenido información irregular de clientes de Fernández Castrillón, entre los que podrían figurar nombres como Colortec Química y Salto Systems, según las fuentes consultadas.

Este contrato pasó desapercibido durante la investigación interna de BBVA, y no ha sido hasta cuatro años después cuando ha sido destapado por los fiscales. Bonilla prestó estos servicios en un momento en que el presidente Francisco González (FG) estaba preparando su relevo en manos del entonces consejero delegado, Carlos Torres. Durante estos meses de 2018 fue cuando se negoció la salida del director de Seguridad, Julio Corrochano, responsable de la contratación de Villarejo, que dependía indirectamente de Torres.

Relación con Villarejo

La Fiscalía Anticorrupción pone el acento en que la contratación de Anbycol se produjo a comienzos de 2018, pocos meses después de que Villarejo entrara en prisión tras 10 años de relación contractual con el banco. Una de las cosas que quieren aclarar los fiscales es si el banco recurrió al socio del comisario una vez tuvo que interrumpir el contrato con Cenyt tras la detención.

"Lo único que se puede afirmar en este momento, con los datos que obran en el procedimiento, es que Antonio Bonilla fue trabajador de Cenyt, que existió una relación 'encubierta' (en el sentido de no estar amparada en muchas ocasiones por contratos por escrito y mantenerse la misma lo más oculta posible en su contenido) entre Cenyt y el BBVA y que los nuevos correos ponen de manifiesto que esta relación perduró más allá de la detención de José Manuel Villarejo", exponen los fiscales.

placeholder Carlos Torres (i) y Francisco González (d), actual presidente y su predecesor. (BBVA)
Carlos Torres (i) y Francisco González (d), actual presidente y su predecesor. (BBVA)

Esta nueva línea de investigación se pone en marcha esta semana con una ronda de interrogatorios que comienza este martes y en la que desfilarán cuatro empleados de BBVA: Óscar Santos, Simón Galera y José Manuel Cantero, del área de Seguridad Tecnológica de la entidad, que dependía de Corrochano y de la mano derecha de Torres, Ricardo Forcano. También se ha citado, sorprendentemente, a una secretaria sin vinculación con el caso, Ana María Encinas.

En los próximos días, el tribunal interrogará a estos empleados y a la propia entidad financiera, que declara una vez más como imputada. También lo hará en noviembre FG, al que la entidad señaló como uno de los responsables de la contratación y principal beneficiado. Tanto el banco como él se la juegan en las próximas semanas en la recta final de este caso, cuya instrucción podría tocar a su fin en diciembre.

La última línea de investigación del caso BBVA-Villarejo aporta novedades comprometedoras. Según los documentos aportados hasta ahora a la Audiencia Nacional, uno de los socios del comisario, Antonio Bonilla, obtuvo datos clasificados de un empleado contra el que el banco se querelló y contra alguno de sus clientes, por encargo del segundo banco español.

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