El calvario de la herencia de Reyes: a subasta su piso en Chipiona tras embargar su chalé
El futbolista que defendió la camiseta del Real Madrid, Atlético de Madrid o Sevilla no hizo testamento y la mayoría de sus bienes estaban hipotecados
El 1 de junio de 2019 será una fecha recordada en el mundo del fútbol. Ese día, moría a los 35 años y en accidente de tráfico José Antonio Reyes, tras salirse de la calzada el vehículo que conducía y, posteriormente, incendiarse el automóvil debido al reventón de una rueda y a la elevada velocidad al volante. Un dolor enorme para la familia de uno de los debutantes más jóvenes —con solo 16 años— en Primera División y que vistió la camiseta de Real Madrid, Atlético de Madrid, Arsenal o Sevilla, entre otros. Un calvario que no ha cesado con el paso del tiempo para su entorno más cercano, puesto que los problemas financieros también han rodeado a su herencia, con el embargo de multitud de bienes ante la delicada situación debido a las elevadas deudas: primero fue su chalé millonario en Boadilla del Monte y locales que tenía en Sevilla, y esta semana era el turno de la salida a subasta de su piso en Chipiona, Cádiz.
Este piso en Chipiona era en el que el futbolista pasaba sus vacaciones familiares con su mujer, sus hijos y sus padres. No obstante, tras su fallecimiento, los herederos —no hizo testamento— no pudieron hacer frente al pago de las cuotas de su hipoteca y, finalmente, el Juzgado Mixto número 3 de Sanlúcar de Barrameda dictó el procedimiento de ejecución hipotecaria y anunció su venta en pública subasta, que aún continúa abierta.
El inmueble, que tiene un valor de tasación de 135.000 euros, es una vivienda ubicada en una segunda planta, dentro de una urbanización con piscina, y tiene una superficie construida de 123,23 metros cuadrados, de los que 91,91 metros cuadrados son útiles. Además, también goza de una plaza de aparcamiento de uso exclusivo para el que sea titular de dicho activo.
Este embargo se suma a otros que ha sufrido alguna de las sociedades del futbolista tras su fallecimiento. Por ejemplo, el de su chalé en Boadilla del Monte, tasado en 3,65 millones de euros y que sufrió ejecución hipotecaria debido a la reclamación de 1,39 millones, más 418.000 euros para intereses, por parte de la sociedad Salida 2021 SL y que, como es habitual en estos casos, no contó con ninguna puja en la subasta. El inmueble, comprado mientras defendía la camiseta del Atlético de Madrid, tiene cuatro plantas y cuenta con piscina climatizada.
La delicada situación financiera de los activos heredados por parte de los beneficiarios de José Antonio Reyes hizo que tampoco pudieran hacer frente, pocos meses después de su fallecimiento, a las cuotas que pesaban sobre algunos de los casi 20 locales comerciales que tenía en el municipio de Bormujos (Sevilla). De hecho, a subasta salieron siete de ellos en distintos lotes (tasados en 1,72 millones de euros) debido al impago hipotecario a CaixaBank de 359.958,79 euros de principal y 190.492,7 euros de intereses.
La situación es delicada debido, principalmente, a que la mayoría de sus activos estaban hipotecados y, en caso de no hacer frente a las cuotas, son embargados con el paso del tiempo... y en muchos su vencimiento no era cercano. De ahí que el futbolista optara por alargar su trayectoria deportiva más que otros jugadores e, incluso, se fuera a jugar a China. No obstante, y al igual que les sucede a muchos rostros conocidos, no gestionó adecuadamente su patrimonio al no estar bien asesorado, pese a que se trató de una de las grandes promesas del fútbol español. El Arsenal llegó a pagar 35 millones de euros al Sevilla por el andaluz, siendo una de las operaciones más destacadas en su momento y superando en importe a las de otros de la talla de Bechkam cuando fichó por el Real Madrid o Ronaldinho por el Barcelona.
El 1 de junio de 2019 será una fecha recordada en el mundo del fútbol. Ese día, moría a los 35 años y en accidente de tráfico José Antonio Reyes, tras salirse de la calzada el vehículo que conducía y, posteriormente, incendiarse el automóvil debido al reventón de una rueda y a la elevada velocidad al volante. Un dolor enorme para la familia de uno de los debutantes más jóvenes —con solo 16 años— en Primera División y que vistió la camiseta de Real Madrid, Atlético de Madrid, Arsenal o Sevilla, entre otros. Un calvario que no ha cesado con el paso del tiempo para su entorno más cercano, puesto que los problemas financieros también han rodeado a su herencia, con el embargo de multitud de bienes ante la delicada situación debido a las elevadas deudas: primero fue su chalé millonario en Boadilla del Monte y locales que tenía en Sevilla, y esta semana era el turno de la salida a subasta de su piso en Chipiona, Cádiz.
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