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El Juan Carlos I, un hotel de lujo cerrado en una Barcelona con 85% de ocupación hotelera
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El Juan Carlos I, un hotel de lujo cerrado en una Barcelona con 85% de ocupación hotelera

Accor, a través de la enseña Fairmont, es la cadena que explotaba el hotel. En marzo de 2020, los hoteles de Barcelona cerraron por covid. Y así se ha quedado para siempre

Foto: Foto: Marcos Lamelas.
Foto: Marcos Lamelas.
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¿Saben esos hoteles tipo 'El resplandor', cerrados durante mucho tiempo donde un vigilante se vuelve loco? Barcelona está viviendo una vuelta a la mejor época turística. La cota de ocupación hotelera se encuentra entre el 80% y el 85% desde el mes de abril. Pero mientras el sector vuelve a las celebraciones, un gigante permanece como una enorme ballena varada. En la Diagonal, en la entrada norte de Barcelona, el Hotel Juan Carlos I, uno de los de mayor lujo de la ciudad, está clausurado por el Ayuntamiento de Barcelona. Un complejo de 395 habitaciones de cinco estrellas y 37 suites, además de unos lujosos jardines y un palacio de Congresos. El consistorio de Ada Colau ha sido incapaz de negociar una ampliación de la concesión municipal en estos terrenos y así todo el complejo se encamina hacia una catástrofe inmobiliaria, laboral y financiera. Aquí no ha sido solo el vigilante, toda la ciudad se ha vuelto loca.

Barcelona Projects, la sociedad promotora del hotel, adeuda más de 110 millones, 50 millones a bancos y el resto a proveedores. Bankinter es el principal banco acreedor con 42 millones, seguido de un fondo de deuda de Montecarlo Tyros, casi con otros 40 millones. Los trabajadores, más de 500, están en un ERTE desde el covid. El gestor de Barcelona Projects, el mítico doctor Radi Mahmud Shuaibi, era un ciudadano palestino que operaba como administrador del multimillonario de la familia real saudí Turki Ben Nasser Abdul Aziz Al Saud, quien ha fallecido de covid, lo que ha complicado una salida financiera para este activo inmobiliario tan notable.

placeholder Palau de Congressos de Catalunya. (Marcos Lamelas)
Palau de Congressos de Catalunya. (Marcos Lamelas)

Portavoces del Ayuntamiento de Barcelona recuerdan que la autoridad municipal había exigido como condición imprescindible un pacto de acreedores. No se han puesto de acuerdo y esto lo ha hecho inviable. "Ahora pediremos el reinicio inmediato de la actividad", añaden desde el consistorio. Es verdad, que la rivalidad entre Tyros y Bankinter para intentar apoderarse del proyecto ha sido uno de los factores que lo ha dejado tocado.

La clausura del hotel Juan Carlos implicará que en el 2040, de seguir así, el Ayuntamiento recuperará los terrenos y todo lo que se ha construido encima. Eso incluirá no solo el hotel, sino los jardines y también el Palacio de Congresos, que también se ha clausurado por orden municipal. El Palacio de Congresos está levantado sobre los terrenos de la familia Pons, unos de los grandes tenedores de suelo de la capital catalana. Hace meses que no cobran el alquiler, los damnificados por la debacle no se acaban nunca.

Total, solo quedan 18 años para que el Ayuntamiento de Barcelona recupere ese activo. Entre la combativa Colau contra especuladores y hoteleros y el 'business friendly' de Jaume Collboni, lo que se espera es que después del verano Barcelona Projects vaya a concurso —ya está en la fase previa— y que los acreedores se peleen por las migajas, ya que el hotel no podrán tocarlo. La orden de que reabra tampoco tiene sentido. Ningún operador privado lo pondrá en marcha con esa carga en el pasivo sin resolver. Los 500 trabajadores irán al paro y, tras tanto tiempo de inactividad, con la caja vacía, tendrá que recurrir al Fogasa.

Prolongar la concesión

Fondos oportunistas como Apollo intentaron que el Ayuntamiento prolongase la concesión otros 50 años para intentar un rescate de la sociedad. El Ayuntamiento de Barcelona se negó. Así que todos pierden, los financieros, sí, pero también la ciudad.

El cierre del Juan Carlos I parece perfecto para que Colau pueda presentarse de nuevo a las elecciones municipales: primero por el nombre del denostado monarca, después como emblema del gran lujo, luego por tratarse de un hotel, negocio demonizado en sí mismo desde el poder en Plaça Sant Jaume. Para Colau, mantener el Juan Carlos I cerrado a cal y canto supone un éxito que solo pueden valorar sus votantes más fieles. Pueden parecer pocos, pero existen. Es esa franja de colauista que hace frontera electoral con la CUP.

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Foto: Marcos Lamelas.

Es verdad que, mientras el hotel se encuentre en su penosa situación, nadie podrá hacer negocio alguno, y el Ayuntamiento tampoco cobra su canon por la concesión. Casi veinte años sin percibir este ingreso. No parece una buena apuesta, pero Barcelona está en una dimensión en que este tipo de cosas, que hace dos décadas hubiesen sido prácticamente imposibles, ahora se consideran normales. Hace más de veinte años, Macià Alavedra era 'conseller' de Economía de Jordi Pujol y dio un aval del ICF para que el Dr. Radi construyese el Palacio de Congresos. De esos momentos, se ha pasado a sellar puertas y ventanas y dejar que el activo se vaya deteriorando poco a poco.

Accor sale huyendo

Accor, a través de la enseña Fairmont, es la cadena que explotaba el hotel. En marzo de 2020, los hoteles de Barcelona cerraron por covid. Pero en octubre de ese año, cuando poco a poco se intentaba volver a la normalidad, Accor ya anunció que el Juan Carlos I jugaba en otra liga. El Juan Carlos I iba a seguir cerrando porque su problema no era la pandemia. Venía de antes, de los millones de pérdidas acumuladas, la deuda, la estructura concesional, todo pesaba en contra. Accor ya se ha ido, según confirman fuentes del sector hotelero. Ha renunciado a los 10 millones que le adeudaban para poder salir huyendo de tamaña catástrofe.

Una solución hubiese sido sacar a concurso los 18 años que quedan de vida de la actual concesión. Pero, al final, la naturaleza de la administración Colau se acabó imponiendo: conseguir los objetivos buscados a través de lo que mejor le sale a la actual alcaldesa y su equipo, no hacer nada. Y ahí está, una mole inerte de cemento con centenares de habitaciones vacías. Barcelona Projects ha estado intentando vender el hotel por un euro durante más de un año, a través de Cuatrecasas. Nadie ha querido asumir los costes laborales y los pasivos financieros asociados. Barcelona está viviendo en unos de los mejores veranos turísticos del último lustro. Y el lujo no es solo cinco estrellas. El verdadero lujo es tener una ciudad que se pueda permitir tener el equivalente a un Hilton cerrado en plena Diagonal.

¿Saben esos hoteles tipo 'El resplandor', cerrados durante mucho tiempo donde un vigilante se vuelve loco? Barcelona está viviendo una vuelta a la mejor época turística. La cota de ocupación hotelera se encuentra entre el 80% y el 85% desde el mes de abril. Pero mientras el sector vuelve a las celebraciones, un gigante permanece como una enorme ballena varada. En la Diagonal, en la entrada norte de Barcelona, el Hotel Juan Carlos I, uno de los de mayor lujo de la ciudad, está clausurado por el Ayuntamiento de Barcelona. Un complejo de 395 habitaciones de cinco estrellas y 37 suites, además de unos lujosos jardines y un palacio de Congresos. El consistorio de Ada Colau ha sido incapaz de negociar una ampliación de la concesión municipal en estos terrenos y así todo el complejo se encamina hacia una catástrofe inmobiliaria, laboral y financiera. Aquí no ha sido solo el vigilante, toda la ciudad se ha vuelto loca.

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