Trinitario Casanova compra una comisaría para repetir la jugada del Edificio España

Trinitario Casanova acaba de desembarcar en pleno centro de Sevilla. Hace apenas dos semanas, el empresario cerró la compra de una antigua comisaría con la que intentará repetir la historia del madrileño Edificio España y transformar un viejo, pero muy bien ubicado inmueble, en un nuevo hotel de lujo.

Salvando las distancias, tanto geográficas como de tipo de activo, la jugada de fondo diseñada por el empresario recuerda mucho a la que protagonizó en Madrid, cuando desbloqueó una de las operaciones inmobiliarias más polémicas de los últimos años y abrió la puerta al actual RIU Plaza, hotel que ha jugado un papel clave dentro de la profunda metamorfosis que tenía diseñada el Ayuntamiento de Madrid para esta zona.

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En la capital andaluza, también es el propio ayuntamiento quien está impulsando la recuperación urbanística de toda la zona de la plaza de la Concordia, un plan dentro del cual se enmarca la venta de la antigua comisaría, un edificio de 7.100 metros cuadrados, con tres fachadas y negra historia, que se sacó a concurso público en julio de 2020.

Fue entonces cuando la Delegación de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura aprobó los pliegos de licitación, proceso del que ha resultado ganadora la sociedad Hoteles Color Especial, filial que Trinitario Casanova, el grupo de Trinitario Casanova, creó 'ad hoc' para este concurso y que resultó vencedora tras quedar excluida la otra candidata, Ridasame Holdco.

Tras meses de espera, el consistorio firmó finalmente el pasado 28 de enero la venta del edificio por 10,5 millones de euros, cifra a la que se suman otros 11,6 millones de euros de inversión en el activo y que tampoco incluye "actuaciones complementarias de adecuación para los distintos usos previstos", según dijo el ayuntamiento hispalense en su momento.

Los planes del consistorio sevillano para el área de la plaza de la Concordia, donde se ubica la antigua comisaría, pasan por la peatonalización la zona y la puesta en marcha de un plan de regeneración urbanística.

Hace dos semanas, el Ayuntamiento de Sevilla firmó la venta del edificio a Hoteles Color Especial, una nueva filial de Grupo Baraka

Por su parte, el proyecto de Casanova para la antigua comisaría contempla la construcción de un hotel cinco estrellas, con zona de 'coworking' y un espacio museístico destinado para la memoria histórica.

Los pliegos de la licitación concedían una mayor valoración a las ofertas en función de una serie de aspectos, entre los que figuraban la categoría del futuro establecimiento, el contar con espacios de oficinas colaborativos y el respetar los antiguos calabozos.

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Dentro de toda la tramitación urbanística que el Ayuntamiento de Sevilla llevó a cabo para poder modificar el uso de la comisaría de la Gavidia, estuvo la protección de un espacio acotado de 215 metros cuadrados ubicado en la planta semisótano donde se hallaban los antiguos calabozos y que deberá tener un acceso independiente.

Esta reserva responde a que, desde el año 2020, este edificio está inscrito en el catálogo de lugares de memoria democrática de Andalucía, ya que fue un centro de detención y tortura en el franquismo.

Licencias y obras

Tras haberse registrado la venta, Hoteles Color Especial deberá presentar ahora el proyecto definitivo de rehabilitación del edificio para que gerencia de Urbanismo le conceda la licencia de obra, permisos que Trinitario Casanova confía en obtener pronto y poder así arrancar los trabajos de transformación del inmueble este año, de manera que el futuro hotel pudiera abrir sus puertas en la primera mitad de 2025.

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Para entonces, todo apunta a que el turismo debería estar ya moviéndose en los niveles previos a la pandemia, y Sevilla contará con una renovada oferta de hoteles de lujo gracias a proyectos tan significativos como la transformación de la antigua fábrica de Tabacalera en un Mandarin o del antiguo El Corte Inglés de plaza de la Magdalena en un Radisson Collection.

En el caso de la antigua comisaría de la Gavidia, Hoteles Color Especial está hablando con operadores nacionales y, sobre todo, estadounidenses. Aunque habrá que esperar para ver si, esta vez, se queda como propietario del edificio tras cerrar el acuerdo con alguna gran cadena, o repite la jugada del Edificio España y vende rápidamente también la propiedad.