Platinum lanza una oferta por Siro con el OK de Mercadona y una fuerte quita bancaria

Siro Cerealto, uno de los mayores fabricantes para terceros de España, está cerca de cambiar de manos ante su delicada situación financiera. Según indican fuentes financieras, Biscuit International, compañía francesa propiedad del fondo de capital riesgo Platinum Equity, ha presentado una oferta para quedarse con el primer proveedor de galletas de Mercadona. La operación exige una fuerte quita por parte de las entidades bancarias, a las que el grupo castellano, ya en impago, adeuda 330 millones de euros.

Según estas fuentes, Alantra, el asesor de la transacción, ha fijado este viernes como fecha final para la recepción de las ofertas vinculantes por Siro Cerealto, un proceso de búsqueda de un inversor que lleva cerca de un año en marcha. Juan Manuel González Serna, vicepresidente de Iberdrola y dueño de la empresa de alimentación, pretendía en un principio vender una participación minoritaria. Pero el deterioro del grupo y el incumplimiento del plan de negocio acordado con la banca han derivado en una situación de insolvencia que exige la aportación urgente de capital.

Biscuit International es uno de los tres que más se han interesado por invertir en Siro Cerealto. Una opción que gusta mucho a Mercadona, el cliente que genera el 65% de las ventas de la compañía palentina. Aunque Alantra está dirigiendo las negociaciones, la cadena de supermercados valenciana está teniendo un rol muy importante en la selección del potencial comprador. El grupo de los Roig ha solicitado que, para mantener el actual contrato de su principal suministrador de galletas, el nuevo dueño de Siro no puede ser un fondo oportunista o de 'distress' que busque maximizar la rentabilidad a costa de la calidad.

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Mercadona ha sugerido a Alantra y a los acreedores, con los que está en pleno contacto, que le gustaría que el comprador sea una empresa con intereses y conocimientos en la industria alimentaria, dada la relevancia de sus productos en sus lineales de venta. Los Roig no quieren interferir en la elección final del candidato, lo que corresponde a González Serna, pero han dado su punto de vista después de ser interpelados por las partes que están involucradas en el proceso.

El grupo valenciano tiene relación indirecta con Biscuit International, puesto que el grupo francés acaba de comprar a Goldman Sachs la sociedad holandesa Continental Bakeries, que ya es proveedora de galletas de Mercadona. Por tanto, se conoce perfectamente el negocio y el método de trabajo de la red principal de supermercados de España. Pero cualquier acuerdo con el futuro comprador pasa previamente por un pacto con la banca, que va a perder una buena parte del dinero que le adeuda Siro.

Valor, la deuda

Fuentes próximas la operación explican que, en realidad, Siro Cerealto vale cero. Es decir, que González Serna no recibirá nada por la operación, cuyo importe lo fijará la quita que se acuerde con los acreedores. Santander, CaixaBank y Rabobank tienen un riesgo de unos 80 millones de euros cada uno de ellos con la compañía palentina, mientras que la deuda con el Sabadell es de unos 45 millones. El total del pasivo, teniendo en cuenta otras partidas, ronda los 330 millones.

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La banca tiene el derecho a quedarse con el 100% del capital, porque el crédito es convertible en acciones de Siro. Pero es una opción que quieren evitar a toda costa, por lo que están dispuestos a buscar alternativas para salvar el grupo galletero. La principal es aceptar una quita, que los acreedores cifran en cerca del 25%, pero que los interesados quieren que sea del 50%. Es decir, que den por perdidos unos 160 millones.

La fusión no ha dado los resultados previstos y el grupo ha tenido que vender siete de sus fábricas

Cerealto Siro es el resultado de la fusión en 2019 de la integración de las dos compañías dedicadas a la fabricación de marcas para terceros, con unos datos consolidados estimados al cierre de ese año superiores a 600 millones de facturación y una producción superior a 400.000 toneladas. En ese momento, contaba con un equipo de más de 5.000 personas distribuidas en 17 centros de producción ubicados en España, Portugal, Italia, Reino Unido y México, además de un equipo local en Estados Unidos.

Pero la fusión no ha dado los resultados previstos y el grupo ha tenido que vender siete de sus fábricas para sobrevivir. La plantilla actual ronda los 3.600 empleados. Otras fuentes indican que la compañía tiene un gran déficit de gestión, ya que, lejos de beneficiarse del 'boom' de la alimentación durante los momentos más duros de la pandemia, sus resultados han ido a peor.