Renovables para bajar la factura de la luz: "España puede ser autónoma energéticamente"
España tiene una dependencia energética que podría disminuir si las renovables ganan espacio en el mix anual. De hecho, incluso podrían convertirnos en exportadores de energía
No son buenos tiempos para el consumo eléctrico. El precio de la luz es desde hace meses protagonista inamovible en las noticias y en la lista de preocupaciones de los españoles. Vamos acumulando récord tras récord en la factura eléctrica (la tarifa se ha triplicado desde 2019) y no hay quien pare de preguntarse cómo se podría bajar el importe de la factura al margen de medidas políticas concretas.
De fondo se vislumbra el que tradicionalmente se ha visto como uno de los mayores problemas de España: la dependencia energética. Es decir, que el precio de la factura en nuestro país fluctúe en función de la disponibilidad de gas o petróleo en todo el mundo, así como de sus precios de exportación. Y en este contexto, la pregunta de siempre: ¿debe ser nuestro país más autónoma energéticamente hablando para que los consumidores paguen menos en su factura de la luz? Ante esta pregunta, la respuesta siempre mira hacia el mismo sitio: las energías renovables.
Las renovables para ser un país energéticamente autónomo
Es una evidencia que las renovables van ganando terreno con el paso del tiempo. Según los datos de Red Eléctrica de España (REE), en 2020 supusieron el 44% del suministro eléctrico en nuestro país, y este año incluso están superando esas cifras. Como vemos en el gráfico de abajo, incluso han alcanzado máximos por encima del 60%, quedando así por encima de la generación no renovable.
De cara a un futuro próximo, está claro que las renovables irán ganando cuota de mercado, con lo que los países mejor preparados en esta tendencia aspirarán a producir su propia energía e incluso a exportarla a otros territorios. En este contexto, España también parece bien posicionada. A finales de 2020 contaba con 59.108 MW verdes instalados, el octavo país con mayor capacidad renovable a nivel mundial.
Todo esto, además, es un atractivo extra para los inversores: no en vano, nuestro país es uno de los diez países más atractivos en los que invertir en energía verde, según el ránking elaborado por EY. Las 2.500 horas de sol al año en nuestro país juegan muy a favor de que apueste definitivamente por las energías renovables, limpias, baratas y autosuficientes.
¿Son las renovables, por tanto, una posible solución para que baje nuestra factura de la luz? Así lo cree Germán Cano, director de comunicación e imagen de Rolwind, una empresa española de desarrollo de energías renovables que lleva 15 años en este mercado y lo conoce muy bien. De hecho, considera que este tipo de energía haría que España no solo fuera autónoma energéticamente, sino que además pudiese ser exportadora merced a las horas de sol anuales que hay en nuestro país.
“Las energías limpias son las salvadoras de la terrible situación actual, no solo por los proyectos que se desarrollan de autoconsumo y ‘Off-Grid’ (desconectados de la red general) tanto de viviendas aisladas como de complejos mayores, sino también todo porque España es el sol de Europa y lo tiene todo para darle la vuelta a la tortilla: tecnología, personal cualificado, empresas, terreno, seguridad administrativa”, explica. Por ello, “debemos dejar de importar la mayoría de la energía que necesitamos, producir energías verdes en grandes cantidades y ser incluso nosotros quienes empecemos a exportarla a otros países. Es una oportunidad de oro que no podemos desaprovechar”.
"España solo produce una cuarta parte de la energía que necesita para funcionar día a día"
En su opinión, el mayor problema al que se enfrenta España es que “apenas produce una cuarta parte de la energía que necesita para funcionar en su día a día”. Esta dependencia energética implica, por una parte, que “no controla el precio de la electricidad que importa, y por tanto está a merced de la situación geopolítica y de los vaivenes de los mercados”; por otra, que “la energía que consumimos los españoles sigue basándose principalmente en combustibles fósiles, que continúan deteriorando el medioambiente y retrasando la descarbonización”.
Para Rolwind, debemos apostar definitivamente por la energía renovable, ya que “facilita la implantación de un plan de energético independiente, ayuda a democratizar el acceso a la energía y a optimizar su consumo”. Y otro importante beneficio, según su criterio: “Los proyectos de generación de energía impulsan el empleo local y, en el caso concreto del medio rural, suponen además unos ingresos seguros y continuados para los propietarios agrícolas”.
Se trata, en definitiva, de una posible solución a largo plazo que pasa por potenciar la producción nacional y apostar seriamente por el autoabastecimiento energético sostenible que asegure el suministro e incluso permita escalar su comercialización y exportación. "España necesita una reforma integral que acelere de manera ordenada y regulada la transición energética, estimulando en primer lugar el incremento de la capacidad instalada de las energías renovables, pero también impulsando el hidrógeno verde, promoviendo el autoconsumo, las comunidades energéticas y ciudadanas, la movilidad verde… Y, fundamental, potenciando la investigación y desarrollo de sistemas de almacenamiento", concluye.
No son buenos tiempos para el consumo eléctrico. El precio de la luz es desde hace meses protagonista inamovible en las noticias y en la lista de preocupaciones de los españoles. Vamos acumulando récord tras récord en la factura eléctrica (la tarifa se ha triplicado desde 2019) y no hay quien pare de preguntarse cómo se podría bajar el importe de la factura al margen de medidas políticas concretas.