El FROB se abstuvo en el consejo de CaixaBank que validó los sueldos de la cúpula

El FROB, Autoridad de Resolución Ejecutiva afronta este viernes una decisión histórica en el sector financiero. Por primera vez, el Estado podrá oponerse públicamente a las remuneraciones de la cúpula de una entidad privada, CaixaBank, en la que participa con un 16% heredado de Bankia. Esta situación se ha acelerado tras las palabras de la vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño criticando los ERE (expedientes de regulación de empleo) y los sueldos de los banqueros, que dejan poco margen de maniobra a la Comisión Rectora del fondo público.

A falta de que haya fumata blanca sobre la decisión del FROB, en el sector se espera que este vote en contra de las remuneraciones de los responsables de CaixaBank, para no contrariar a Calviño y al resto de miembros del Gobierno. En la Comisión Rectora, se sientan tres representantes de Economía, dos de Hacienda, la vicepresidenta de la CNMV, cuatro del Banco de España —que se abstienen en este punto— y la propia presidenta del FROB.

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Un voto en contra choca con lo que hizo la representante del FROB en el consejo de CaixaBank del pasado 30 de marzo. Así, Teresa Santero se abstuvo en la votación de las remuneraciones de la cúpula, que fue aprobada por los otros 14 consejeros de la entidad, según fuentes financieras consultadas por El Confidencial. Desde CaixaBank y el FROB, no hicieron comentarios.

Por ello, desde el sector se opina que el fondo público tendría una "salida más digna" a esta polémica absteniéndose en la junta como lo hizo su consejera. De este modo, suavizaría la crisis institucional con CaixaBank, que pone en el foco a su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, el banquero al que el anterior Gobierno encargó el rescate de Bankia.

A esto se suma que la subida de sueldo de Goirigolzarri al pasar de Bankia a CaixaBank contó con el visto bueno de la vicepresidenta Calviño. Así, el Ministerio de Economía fue el último encargado de dar el visto bueno a la integración, en cuyo proyecto de fusión se recogía que los salarios de los directivos del nuevo grupo estén regulados por la normativa estándar, y no con un tope de 500.000 euros más un 50% de bonus como tenían hasta ahora los de Bankia.

Aunque Calviño ha tratado de desligar el debate de los sueldos de la remuneración de Goirigolzarri, que pasará este año a cobrar 1,91 millones, su discurso ha hecho que todos los focos se posen sobre él. El banquero vasco llegó a Bankia en mayo de 2012, y desde entonces ha tenido el sueldo 'topado' frente a sus competidores, llegando a renunciar en algunos ejercicios al bonus.

Críticas inoportunas

Por ello, en el sector se consideran inoportunas las críticas de Calviño. Aunque también se cuestionan el 'timing' y las formas de CaixaBank en el anuncio del mayor ERE de la historia de la banca, que afecta a 8.000 empleados, y que tanto esta negociación como la subida del sueldo de 'Goiri' hayan coincidido con la presentación de los primeros resultados del grupo fusionado, con un beneficio contable de 4.786 millones.

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Por ello, junto a la decisión del FROB, la junta de accionistas de este viernes estará marcada por las protestas de los sindicatos, que ya se movilizaron el pasado lunes y que prometen guerra frente al ERE: lo que hay sobre la mesa es inabarcable e inaceptable y no corresponde al esfuerzo de la plantilla, que ha dado como resultado los miles de millones de beneficios.

En una entrevista con este medio, tanto Goirigolzarri como el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, expresaron que confiaban en una "negociación razonable" con los sindicatos y "sin ninguna injerencia" del Gobierno. De momento, el tiempo no les ha dado la razón, como se pondrá de manifiesto el viernes.