Los Roig se reparten un dividendo de 150 millones tras el año récord de Mercadona

El año histórico de Mercadona en términos de ventas y beneficios tendrá también correspondencia en reparto de ganancias para sus accionistas. El consejo de administración de la cadena de supermercados ha aprobado distribuir un dividendo con cargo al ejercicio de 2020 de 150 millones de euros a sus propietarios, según pudo saber El Confidencial. La cifra es 30 millones superior a la del año anterior, cuando el resultado positivo neto alcanzó los 623 millones. En el año de la pandemia, el margen se elevó un 17%, hasta los 727 millones de euros, después de que las ventas creciesen también un 5,5%, rozando los 27.000 millones de euros, otro registro máximo en la historia de la compañía valenciana de supermercados.

Los 150 millones de dividendo se repartirán entre los cuatro accionistas oficiales de la empresa. Juan Roig tiene la mayoría del capital, algo más del 50%, por lo que le corresponderán algo más de 75 millones de euros, que se suman a la retribución que recibe como presidente ejecutivo y consejero. La vicepresidenta y esposa de Roig, Hortensia Herrero, ingresará 41,5 millones de euros en virtud de cerca del 28% del capital social.

Roig se esforzó en la presentación de resultados en destacar que una parte muy importante del beneficio bruto que genera Mercadona no va dirigida exclusivamente a su bolsillo, sino que es "compartida" entre la plantilla, que recibió 409 millones de euros en concepto de primas por objetivos el año pasado, y las arcas públicas, que ingresaron 364 millones de euros de impuesto de sociedades y otros tributos. El empresario acompañó esa explicación durante su comparecencia ante los medios de comunicación con la frase "orgullosos de pagar impuestos" sobreimpresionada en la pantalla situada a su espalda. "Si queremos la sanidad universal, la justicia universal y la educación universal, hay que pagar impuestos. Otra cosa es cómo se gestionan", dijo.

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El hermano de Juan, Fernando Roig, dueño de Pamesa Cerámica y del Villarreal Club de Fútbol, se embolsará un bocado importante de casi 15 millones de euros en virtud de su 9% de los títulos, mientras que la familia Gómez Gómez, los socios andaluces de Mercadona, recibirá algo más de 10 millones por su 7% de participación.

El matrimonio Roig-Herrero destinará el grueso de los dividendos de su empresa, 100 millones de euros, según informó el propio líder de Mercadona, a sostener las actividades paralelas de mecenazgo y patrocinios que despliega en la Comunidad Valenciana. Es lo que se conoce como Proyecto Legado, y abarca desde la financiación de Marina de Empresas (donde se ubica la incubadora Lanzadera) hasta el Casal España Arena de Valencia, el pabellón deportivo y de eventos presupuestado en más de 200 millones que Roig está construyendo para convertirlo en sede del Valencia Basket, que también financia de su bolsillo.

La Fundación Trinidad Alfonso, que es coorganizadora de acontecimientos deportivos como la media maratón y la maratón de Valencia, también cubre parte de su presupuesto con estos fondos.

Herrero despliega su actividad de mecenazgo cultural a través de la Fundación Hortensia Herrero. Uno de sus últimos proyectos es un Centro de Arte, todavía en desarrollo, en el Palacio Valeriola, ubicado en el casco histórico de la ciudad de Valencia. Allí exhibirá la colección de arte familiar y promoverá muestras de artistas.

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La persona que dirigía las dos fundaciones, Elena Tejedor, regresa a Mercadona. Ha ascendido ahora al comité de dirección como responsable de Relaciones Externas en sustitución de Juan Antonio Germán, que anunció su renuncia al puesto por razones personales en noviembre del año pasado. La salida de Germán sorprendió a propios y extraños, porque estaba considerado una de las personas de la máxima confianza de Juan Roig.

Su nombre incluso se barajaba en los mentideros como posible sucesor o con opciones de ganar poder si Roig, que ejerce un liderazgo completo y presidencialista en la compañía, cedía parte de su poder. Pero los portavoces de Mercadona siempre han considerado aventurado hacer cábalas sobre el proceso sucesorio del empresario, que tiene 71 años y no tiene ninguna intención de bajarse del barco. "Sé quién es la persona que me va a sustituir. Pero él o ella no lo sabe. Me encuentro física y mentalmente muy bien. Mientras me encuentre bien, voy a continuar", insistía este martes a preguntas de los medios de comunicación.

Ni paso atrás ni modelo Inditex. Por el momento, el comité de dirección sigue siendo un grupo de 14 personas con Juan Roig al frente como 'primus inter pares'.