Adif prevé 4.000 salidas tras admitir un "grave problema estructural de envejecimiento"

Adif trata de adaptarse al futuro. La compañía pública está inmersa en un proceso de relevo generacional. Según consta en documentación del operador ferroviario, Adif sufre un "grave problema estructural de envejecimiento de plantilla con una edad media actual de 54,94 años". El 80% de la plantilla tiene más de 50 años, señala la empresa.

Ante este diagnóstico, la corporación dirigida por Isabel Pardo de Vera busca implementar un cambio de cultura en la organización. Para ello, pretende "recabar la colaboración de una consultora experta en transformación cultural, basada en el cambio de comportamientos a gran escala con el fin de dar apoyo a la ejecución del Plan Estratégico 2030".

Con este fin, advierte a los potenciales socios en dicha tarea de que "la propuesta deberá considerar la sostenibilidad de los nuevos comportamientos en un entorno de renovación de la plantilla" (en los próximos años, se podría renovar hasta un tercio de la plantilla actual).

De lo anterior, se desprende que Adif prevé la jubilación de casi 4.000 trabajadores en una plantilla de 11.500 empleados. Ya se ha puesto manos a la obra, consciente de la necesidad de reponer efectivos. A finales de febrero, el gestor ferroviario anunció que pretende incorporar a 2.000 nuevos trabajadores entre fijos y temporales, lo que motivó que los sindicatos desconvocaran siete paros parciales previstos por el comité de huelga para febrero y marzo.

A la espera de que el Ministerio de Hacienda dé la autorización pertinente para poder proceder a la convocatoria de la oferta pública de empleo, desde Adif señalan que tienen aprobada una tasa de reposición del 110%, según recoge la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021. "Estas convocatorias se han mantenido pese a la situación actual de crisis sanitaria que vivimos, que ha obligado a ralentizar algunos de los ingresos e incluso ha provocado que en algunas ofertas no se haya cubierto la totalidad de las plazas" señala la compañía pública.

El relevo generacional pretende dar respuesta a las necesidades actuales de la liberalización del sector ferroviario, la diversificación hacia otros negocios como las telecomunicaciones con su red de fibra óptica o la prestación de servicios complementarios en sus estaciones de tren.

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Por ahora, Adif no ha resuelto aún el proceso de licitación para encontrar un 'partner' que le ayude a cambiar la cultura de la empresa, que salió a concurso por 1,8 millones de euros. Sin embargo, Accenture es el mejor situado en un proceso al que también aspiran PwC y The Chalfont Project. La idea es que la compañía seleccionada respalde al departamento de recursos humanos y aporte sus conocimientos a la hora de seleccionar al nuevo personal que se debe impulsar durante los próximos años.

De esta forma, fuentes del sector señalan que ya no solo puede vivir de ingenieros de caminos, perfil que tiene una parte importante de la empresa, sino que se deben incluir otro tipo de profesionales con habilidades específicas distintas que ayuden a la transformación que pretende la compañía.

Además de las aportaciones por los cánones ferroviarios, la compañía pretende proveer otros servicios (telecomunicaciones, ocio y consumo en estaciones, etc.) que permitan a la firma pública ser financieramente sostenible, tal y como detalla su nuevo plan estratégico. Este cambio es algo en lo que viene trabajando desde hace años.

En diversos foros públicos, los responsables de la empresa han mostrado su preocupación por el envejecimiento de la plantilla y ya venían alertando de que cada año se tendrían que jubilar alrededor de 800 trabajadores, por lo que están inmersos en ese relevo generacional que les ha de permitir ser más competitivos durante esta década ya iniciada.

En el nuevo plan estratégico, se contemplan 10 grandes desafíos: seguridad, liberalización, ampliación y mejora de las prestaciones de la red, estrategia de ancho de vía, relevo generacional, diversidad, igualdad y acción social, movilidad y conectividad, sostenibilidad económica, cambio climático y transición energética e impacto y adaptación a las tecnologías disruptivas. Al anterior decálogo, la empresa ha incluido un nuevo punto, dado el contexto de crisis provocada por el covid-19, que pretende dar respuesta al "surgimiento de posibles nuevos escenarios, pandemias y emergencias diversas tales como las provenientes del cambio climático".