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La renuncia de Naturgy a una compra en UK allana el camino a su segundo mayor accionista
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Naturgy dice que no hay conflicto de interés

La renuncia de Naturgy a una compra en UK allana el camino a su segundo mayor accionista

La cotizada dirigida por Reynés conformó un consorcio con Allianz y China Southern Power Grid para abordar la inversión, pero se ha retirado, lo que beneficia a GIP, que también está en la puja del activo valorado en 14.000 millones

Foto: El presidente de Naturgy, Francisco Reynés. (EFE)
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés. (EFE)
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La retirada de Naturgy en la puja por hacerse con la eléctrica británica Western Power Distribution (WPD) puede servir a los intereses de Global Infraestructure Partners (GIP). El segundo mayor accionista de la cotizada española solo por detrás de Criteria Caixa aspira a este activo, valorado en unos 14.000 millones de euros.

La gasista presidida por Francisco Reynés mostró interés por la operación, hasta el punto de que llegó a conformar un consorcio con Allianz y China Southern Power Grid, según publicó 'Expansión', para invertir algo menos de 2.000 millones. Sin embargo, pese a contar con los socios necesarios para abordar esta operación, la firma se ha echado para atrás.

Esto libera de competencia a GIP y las canadienses Brookfiedl AM y CDPQ, que forman una alianza para comprar la filial de PPL en el Reino Unido, un proceso que cuenta con el asesoramiento de JP Morgan, según señala la agencia Reuters.

Foto: La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. (EFE)

De haber competido estos dos inversores, ¿hubiera supuesto un conflicto de interés entre Naturgy y su segundo mayor accionista? Fuentes oficiales de Naturgy lo rechazan, aunque otros conocedores del proceso creen que, de haber continuado en esta competición, hubiera levantado suspicacias, dado que el mismo actor (GIP) hubiera manejado información privilegiada en ambos lados de la mesa: como inversor directo y como inversor indirecto en Naturgy, donde cuenta con dos sillas en el consejo de administración por su 20% del capital social.

De esta forma, las fuentes consultadas creen que esta situación, pese a que se aborda desde dos vehículos inversores de GIP, podría haber generado una situación incómoda. Algo que se ha evitado de raíz tras la decisión de Naturgy de no seguir adelante. En estos momentos, la cotización de la energética española se sitúa casi en el mismo nivel (19 euros por acción) que hace cuatro años, cuando el fondo estadounidense entró en la empresa. Durante la pandemia, varios medios de comunicación publicaron rumores de las intenciones de GIP de vender su paquete en Naturgy, algo que por ahora no se ha concretado.

Foto: El presidente de Naturgy, Francisco Reynés. (EFE)

Respecto a los motivos de Naturgy para abandonar la puja por WPD, desde la empresa se limitan a decir que "siempre toma sus decisiones siguiendo criterios estrictamente empresariales basados en la rentabilidad, estabilidad regulatoria y creación de valor de sus inversiones".

Otras fuentes empresariales que piden el anonimato insinúan que la incertidumbre regulatoria generada por el Brexit podría haber afectado a la renuncia de Naturgy en el proceso, algo que sin embargo otros conocedores del proceso no acaban de entender, ya que la puja se ha retrasado hasta el primer trimestre de 2021 para que el Reino Unido pudiera poner sus cartas sobre la mesa. Esto hubiera despejado las incógnitas regulatorias, que por otro lado ya eran sabidas cuando Naturgy decidió aliarse con grandes inversores internacionales como Allianz o China Southern Power Grid para abordar esta operación.

Sea como fuere, Naturgy se queda una vez más fuera de una inversión cuando los analistas observan de cerca cómo pretende reposicionar la compañía el equipo dirigido por Francisco Reynés. Esta no es la primera vez que se interesa por una operación que finalmente no concreta.

Otra operación frustrada

En los últimos meses, ha mirado a Elawan, la empresa de renovables de la familia Riberas que recientemente ha comprado la firma japonesa Orix. También se quedó fuera de la puja de T-Solar, la antigua compañía de renovables de Isolux, que ha sido comprada por Cubico en diciembre.

Pese a ello, hace pocas semanas, cerró una compra de desarrollos por 47 millones en EEUU, donde se ha prometido que va a invertir unos 300 millones al año en renovables, varias adjudicaciones de eólica y fotovoltaica en Australia y algunos proyectos de innovación basados en hidrógeno. La situación difiere de la de otras 'utilities' del sector como Iberdrola, que durante los meses de pandemia ha acelerado la inversión a nivel mundial.

Desinversiones y dividendos

Más ejecutivo se ha mostrado en la parte de las desinversiones. La firma ha salido de Sudáfrica, Kenia, Moldavia y Egipto, donde vendió Unión Fenosa Gas. Ha vendido su negocio eléctrico en Chile y ha dado entrada a BlackRock en el Medgaz tras elevar su posición en el tubo gasista del Mediterráneo.

También ha desinvertido parte de su patrimonio inmobiliario en España y ha sondeado la venta de sus filiales en Panamá, Costa Rica y República Dominicana. Este esfuerzo de racionalización, sumado al plan de eficiencias, ha supuesto la salida de 5.000 empleados en menos de dos años, un tercio de la plantilla que había a la llegada del equipo directivo que dirige Reynés.

Foto: El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés. (EFE)

Estas desinversiones, que suman alrededor de 3.500 millones de euros, permiten a la compañía abordar con garantías el compromiso de dividendos con sus inversores. Sobre todo en este 2020, en que la crisis del covid y los bajos precios del gas han hecho que la empresa haya ganado 490 millones de euros, un 46% menos que el año anterior. A esto habrá que sumar los beneficios obtenidos en el último trimestre del año, que se espera sean mejores por la recuperación del gas.

Los resultados anuales serán presentados en febrero, junto con la actualización del plan estratégico. Habrá que ver si el beneficio de 2020 es suficiente para pagar 1.400 millones de euros en dividendos prometidos, una remuneración al accionista que, pese a la reducción del negocio, han mantenido inamovible.

La retirada de Naturgy en la puja por hacerse con la eléctrica británica Western Power Distribution (WPD) puede servir a los intereses de Global Infraestructure Partners (GIP). El segundo mayor accionista de la cotizada española solo por detrás de Criteria Caixa aspira a este activo, valorado en unos 14.000 millones de euros.

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