Orrantia: "Este país se merece un pacto por el modelo educativo"

Desde que hace casi dos años Remedios Orrantia iniciara su andadura al frente de la Fundación Vodafone España, la organización ha dirigido sus esfuerzos en mejorar la sociedad desde el ámbito educativo a través de actuaciones concretas. La actual crisis sanitaria y económica ha empujado, aún más, a la teleco a poner sus medios a disposición de aquellos que más lo necesitan. La polifacética directiva, que compagina la presidencia de la entidad con el cargo de responsable de Recursos Humanos de la compañía en España, analiza qué se puede hacer para paliar los efectos de la pandemia en el ámbito de la educación, cómo será el futuro de la enseñanza y cuáles son las fortalezas de nuestro país para salir reforzado en la reconstrucción.

PREGUNTA. La pandemia del coronavirus comenzó en mitad del curso escolar, que fue suspendido y trasladado a los hogares de los alumnos con la educación 'online'. Con la llegada de septiembre, han vuelto las clases presenciales, pero también la llamada 'segunda ola'. ¿Cómo valora esa vuelta a las clases?

RESPUESTA. Creo que las medidas están funcionando. Mantienen el equilibrio entre los protocolos anticovid, que proporcionan un entorno seguro, y la formación presencial, que es imprescindible. Desde los centros educativos, ha habido mucha disciplina y rigor a la hora de implantar las propuestas que se hacen desde la Administración. Además, podemos congratularnos por el nivel de madurez que han demostrado nuestros niños y niñas.

"Este país no precisa más frases grandilocuentes, sino planes de actuación concretos"

P. ¿Qué futuro le augura a la colaboración público-privada para resolver los problemas que está trayendo el covid-19?

R. Una de las grandes enseñanzas de esta situación inédita ha sido el buen funcionamiento de esa colaboración, y creo que debe mantenerse. Todos debemos cooperar de cara al medio y largo plazo. Esto requiere esfuerzo, generosidad, confianza, ideas claras, planes de actuación concretos y excelencia en la ejecución. Este país no precisa más frases grandilocuentes, sino planes de actuación concretos. No hay tiempo que perder.

P. Como presidenta de la organización que preside, ¿qué opinión le merece la nueva ley de educación presentada por el Gobierno?

R. Más allá de valorar la nueva norma, lo que sí tengo claro es que este país se merece un pacto por el modelo educativo. No podemos permitirnos ocho leyes educativas en lo que llevamos de democracia. La enseñanza y el aprendizaje no deberían ser temas de confrontación política, sino palancas de crecimiento para la sociedad y el país. Debemos centrarnos en generar oportunidades para hacer ciudadanos libres.

P. ¿Qué acciones llevó a cabo la Fundación Vodafone España para paliar las consecuencias de la paralización del pasado curso?

R. Cuando comenzó la pandemia, facilitamos más de 30.000 tarjetas SIM de datos para que todos los alumnos y alumnas tuvieran conexión a internet, pudiendo así continuar con su educación, y también colaboramos con instituciones como Cruz Roja o Save The Children donando dinero. Asimismo, con nuestros empleados, hemos realizado acciones conjuntas, como donar 1.000 menús diarios a comedores sociales. En Navidad, queremos asegurarnos de que todos los niños y niñas que escriban una carta a los Reyes Magos tengan un regalo y al mismo tiempo continuaremos con los menús solidarios. Conjuntamente, en las fechas más señaladas, como Nochevieja o Nochebuena, vamos a proporcionar 500 cenas a aquellos que más lo necesiten.

P. Acaban de presentar HAZ, la alianza por la educación, de la que Fundación Vodafone España forma parte y usted es también presidenta. ¿En qué consiste?

R. Recientemente, hemos presentado el programa DigiCraft a las consejerías de Educación de las comunidades autónomas. Cuando hablábamos con la Administración para presentarles la propuesta, veíamos que existían otras iniciativas similares de otras entidades y compañías; sin embargo, no existía un marco de referencia ni un recorrido concreto para desarrollar los proyectos. La alianza nace, precisamente, de la búsqueda de una postura conjunta. Así hemos empezado a trabajar con las fundaciones de La Caixa y Endesa, Google, ISDI o el Teatro Real, y ya nos están llamando otras corporaciones para unirse.

P. ¿Cuáles serán los ámbitos de actuación de HAZ?

R. Vamos a desplegar cuatro líneas de actuación: la digitalización, el rol del docente, el análisis del currículo y las competencias. El proyecto se inició antes de la pandemia, pero ahora cobra una relevancia especial, porque se presenta una oportunidad única que no podemos dejar escapar: los fondos europeos. Es el momento de la educación y va a haber recursos, hagámoslo bien y construyamos entre todos.

P. Ha mencionado antes el programa DigiCraft, ¿en qué consiste?

R. Es el programa educativo estrella de la fundación. Su objetivo es acercar las tecnologías más disruptivas —inteligencia artificial, realidad aumentada, videojuegos o programación— a los estudiantes de seis a 12 años para fomentar sus habilidades digitales. En este sentido, hemos desarrollado una metodología propia, en colaboración con la Universidad de Salamanca, basada en cuatro pilares fundamentales: el juego como elemento de motivación; la experimentación como facilitador del aprendizaje; la mezcla de actividades artesanales e informáticas para impulsar el aprendizaje multisensorial, y, por último, la adaptación de las competencias para promover la creatividad y el pensamiento crítico en el alumnado. Los centros educativos pueden acceder al programa mediante convocatoria pública que lanzamos en coordinación con las comunidades autónomas, pero igualmente es posible hacerlo desde la plataforma 'online', en la que hay más de 80 actividades abiertas de acceso libre para los estudiantes, padres, madres y docentes. Además, tenemos acuerdos con otras organizaciones para que el programa llegue a 4.000 niños y niñas en riesgo de exclusión social. Esta línea se llama DigiCraft Infancia Vulnerable y es la manera de asegurar la igualdad de oportunidades y cubrir la brecha digital.

"Esperemos ser capaces de sacar aprendizajes de lo vivido. La deslocalización del empleo puede ser una oportunidad para la España vaciada"

P. En los últimos años, la atención a la diversidad también ha ido cobrando especial importancia en materia educativa. ¿Qué están realizando en esta dirección?

R. En el plan de inclusión digital V- Talent, en colaboración con Down España, la Fundación ONCE, Plena Inclusión y la Asociación Española de Expertos en la Relación con Clientes (AEERC), formamos a personas con capacidades diferentes en competencias y habilidades digitales de tal manera que se fomente su inclusión laboral.

P. Además de presidenta de la fundación, usted también es responsable de Recursos Humanos de Vodafone, ¿cómo se compaginan dos cargos?

R. Cuando te apasiona lo que haces, es fácil lograrlo. Me encantan ambos roles y, de hecho, me siento una privilegiada. Soy una persona eminentemente práctica que invierte poco tiempo en lo que no aporta valor y mucho en actuar. Hay que ser eficiente en la gestión del tiempo. Aparte de los dos cargos, a la par soy madre, esposa e hija. Y, por supuesto, soy mujer.

P. ¿Cómo ha afrontado Vodafone España la pandemia, desde el punto de vista de su personal y sus recursos humanos?

R. Como empresa, hemos optado por el ‘smart working’ o trabajo inteligente. Hemos priorizado la seguridad de nuestros empleados y su conciliación. Lo hemos hecho porque tecnológicamente tenemos todas las herramientas —todos los profesionales disponen de un terminal 5G, datos ilimitados, portátil y se les abona el 50% de la conectividad en casa— y porque la compañía tiene la cultura de trabajar a distancia, basada en la confianza. Entendemos que el trabajo es una actividad y no un sitio donde ir. España ha sido, tradicionalmente, uno de los países donde más horas se invierten en los centros de trabajo y, sin embargo, solemos estar a la cola en los índices de productividad.

P. Parece que esta situación del teletrabajo está cambiando, ¿se consolidará esta tendencia en el futuro?

R. Esperemos ser capaces de sacar aprendizajes de todo lo vivido. La deslocalización del empleo puede ser una oportunidad para la España vaciada. Por ejemplo, Vodafone acaba de sacar una serie de vacantes sin ubicación geográfica porque queremos contar con el mejor talento, al margen de dónde se encuentre o quiera residir cada profesional. Pero, además, debemos ser conscientes de que nuestro país tiene ahora una importante ventaja, ya que a la nueva forma global de teletrabajar le puede interesar la calidad de vida que nos caracteriza y nuestro entorno: podemos atraer centros de trabajo extranjeros. Quizá se puedan suavizar algunas normas para fijar aquí este talento y aprovecharnos de la fortaleza que tenemos como país. Contamos con la infraestructura y la capacidad necesaria, solo hay que aprovecharlas.