Santander, BBVA, Soros y JP Morgan inyectan 600 millones al fútbol español

La Liga de Fútbol arranca de nuevo este fin de semana envuelta en la niebla de incertidumbre provocada por el covid-19, que impide saber con certeza cómo se desarrollará la competición. Lo que sí tienen claro los clubes es que el coronavirus ha afectado de lleno su salud financiera, por lo que, según fuentes próximas a las negociaciones, han tenido que recurrir a financiación de bancos nacionales, extranjeros y fondos de inversión para conseguir préstamos urgentes por más de 600 millones de euros.

Las negociaciones han sido canalizadas por la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que en cuanto la pandemia amenazó la viabilidad de los clubes puso en marcha un plan de emergencia para asegurar la solvencia de la competición y de los equipos. Con el torneo parado, sin ingresos, Javier Tebas, presidente de la LFP creó un comité de crisis para evitar los impagos a las entidades que habían financiado a los clubes de Primera y Segunda División mediante la pignoración de los derechos de televisión.

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Una vez reanudados los partidos, y pese a que Telefónica hizo frente al pago del tercer abono por retransmitir La Liga, los equipos empezaron a hacer cálculos de las pérdidas que iban a registrar por la ausencia de público en los estadios y la caída de los patrocinadores, lo que llevó a la mayoría de ellos a realizar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y bajar el sueldo a los futbolistas una media del 20%, incluidos los del Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona.

La nueva temporada vuelve con la única seguridad de que los ingresos van a caer de forma considerable, lo que ha llevado a los clubes a buscar financiación para garantizar su viabilidad. Según distintas fuentes, las instituciones deportivas han conseguido unos 600 millones de euros en forma de préstamos concedidos por Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Novo Banco y Caja Rural de Navarra. Los cinco primeros concedieron 100 millones al Real Madrid y otros 100 al FC Barcelona con garantía del Estado a través del ICO, tal y como adelantó El Confidencial.

Pero especialmente por bancos y fondos extranjeros como el estadounidense JP Morgan, uno de los mayores del mundo, y el australiano Macquarie Group, un gigante que se ha hecho un hueco en la Premier League al convertirse en prestamista del Leicester City, Sheffield United y Wolweshampton, y en la francesa, al ser socio del AS Mónaco. El primero es uno de los dos, junto con Bank of America, que han financiado la remodelación del Estadio Santiago Bernabéu, con la concesión de un préstamo de 575 millones. Pero hasta la fecha no había entrado en dar financiación a los clubes para mantener las plantillas.

El Atlético de Madrid ha recibido un préstamo de 60 millones de euros por parte de un fondo de capital riesgo que ya le había financiado

Entre los nuevos prestamistas del fútbol español también se encuentran 23 Capital, que hace un año ayudó al Barça a pagar la cláusula de rescisión de 120 millones al Atlético de Madrid para fichar a Antoine Griezmann, y al club 'rojiblanco' a fichar a Joao Felix por 126 millones del Benfica. Según distintas fuentes, la entidad dirigida por Miguel Ángel Gil Marín ha recibido una inyección de unos 60 millones de este fondo de capital riesgo, que tiene también sede en Barcelona. 23 Capital, que tenía un fondo de 1.000 millones suministrados por el multimillonario de las finanzas, George Soros, ya había prestado antes dinero al Barça y al Real Madrid.

Otros 'lenders', como se les conoce en el argot financiero, son la española Gedesco, especializada en descuento de pagarés, Score Capital, SRG Capital e Internationales Bankhaus Bodensee, un banco privado alemán que ya trabajó con el Atlético de Madrid y que suele cobrar tipos de interés de entre el 7 y el 8%. El Real Betis ha pedido unos 40 millones de euros para financiar su circulante.

Hasta la fecha, los clubes españoles han recibido financiación por 1.900 millones de euros con la garantía de los derechos audiovisuales. La cantidad se ha multiplicado por once desde 2015. Pero pese a este aumento, no se ha producido ningún impago. Todos están al corriente, lo que pone de manifiesto la mejora de la gestión de los equipos de la Liga Santander y la Liga SmartBank, treinta de los cuales llegaron a entrar en concurso de acreedores en la anterior crisis financiera.