Es noticia
Pachá atrapa a Botín, al BBVA y a los 'cayetanos' del capital riesgo
  1. Empresas
VERANO DURO PARA LA EMPRESA DE OCIO

Pachá atrapa a Botín, al BBVA y a los 'cayetanos' del capital riesgo

La empresa de ocio nocturno, que firmó justo antes del covid-19 un préstamo de 100 millones de euros, se enfrenta a un verano de ingresos cero

Foto: Entrada a Pacha Ibiza, cerrada por el coronavirus. (EFE)
Entrada a Pacha Ibiza, cerrada por el coronavirus. (EFE)

Baleares, la comunidad autónoma turística por excelencia, se ha puesto muy estricta con los primeros rebrotes del covid-19. El Gobierno de las islas ha impuesto el uso obligatorio de mascarillas en todos los espacios públicos y de acceso público sin importar si se puede respetar la distancia de seguridad sanitaria, excepto en playas, piscinas, cuando se esté consumiendo comida o bebida o se practique deporte. Una medida que ya ha provocado las primeras quejas de las grandes empresas del sector, como Melia Hotels International, el mayo grupo hotelero de España. Su consejero delegado, Gabriel Escarrer, advirtió este viernes de que esta decisión sin consensuar ya ha provocado en apenas un día una caída significativa de las reservas turísticas porque en su opinión asusta a los clientes vacacionales.

Si esto es así, no solo los hoteles van a sufrir un descenso más abrupto de las reservas. También las empresas dedicadas al ocio nocturno, que hacen del verano su gran temporada de ingresos. Entre ellas destaca Universo Pachá, el grupo propietario de la histórica marca de discotecas, dueña ahora también de dos establecimientos hoteleros y varios restaurantes. Unos locales donde la 'beautiful people' nacional e internacional se dejaba ver todos los veranos, incluidos futbolistas, como Sergio Ramos, Messi, Xavi, Villa o Mbappé, actores de Hollywood como Leonardo Dicaprio, Will Smith y Sean Penn; las modelos Elle Macpherson, Naomi Campbell y Natalia Vodiánova; los diseñadores Giorgio Armani, Valentino, Roberto Cavalli, Dolce & Gabanna, Jean Paul Gaultier; y otros deportistas como Fernando Alonso, Pau Gasol y Rafa Nadal.

Foto: Aspecto de la playa de Palma. (EFE)

La situación es tan grave que Pachá, al igual que Ushuaïa, el otro gran local de ocio VIP de las Baleares de la familia Matutes, ha decidido no abrir sus puertas por primera vez en sus 52 años de vida. Un cierre forzoso que pilla a la compañía, propiedad desde 2017 de varios fondos de capital riesgo, endeudada hasta la cabina del DJ, Trilantic, en asociación con MCH y GPF Capital la compraron a su fundador, la familia Urgell, por 245,6 millones de euros hace poco más de tres años, en la que fue una de las apuestas por la que se pagó unos múltiplos de Ebitda más altos.

"A Pachá se va a cualquier cosa menos a mantener la distancia social", sentenciaba un banquero de inversión para visualizar los problemas financieros que iba a tener la empresa de ocio nocturno ante la irrupción del covid-19. A finales de junio, Nick McCabe, consejero delegado del Grupo Pacha desde abril de 2019, comunicaba que no abriría las puertas de la discoteca de Ibiza, "una decisión dolorosa y complicada que ha sido tomada siguiendo las directrices de la administración pública y el Govern balear. Sin duda no es la mejor de las noticias para la isla de Ibiza y para el turismo".

Pachá no podrá explotar su campaña de verano, para la que se había preparado con un nuevo préstamo de 100 millones de euros firmado con Banco Santander y BBVA el 2 de marzo, justo antes de la aparición del coronavirus. Una línea de crédito con la que los tres fondos querían refinanciar el que solicitaron en 2017 para comprar la sociedad y afrontar una nueva fase de crecimiento, con adquisiciones de competidores de la noche.

McCabe ha tenido que sentarse con los bancos para pedirles oxígeno. No puede hacer frente al dinero que le dejaron hace apenas cuatro meses

Pero, lejos de pensar en expandirse, de colocar la marca en Mónaco, Londres o Nueva York, McCabe, hijo de un sindicalista y un gurú del negocio nocturno, se ha tenido que sentar con los bancos para pedirles oxígeno. Sin ingresos, Pacha Group, cuyos principales clientes proceden del Reino Unido, Alemania, Estados Unidos e Italia, no puede hacer frente al dinero que le dejaron hace apenas cuatro meses Santander y BBVA, que se quedaron como garantía las acciones de la compañía. Su facturación, que ronda los 90 millones de euros al año, se va a desplomar más de un 50% como poco según las primeras estimaciones y en función de cómo evolucionen las reservas de los dos hoteles.

"Es de las empresas que más riesgo corre de supervivencia. Le afecta a sus tres líneas de negocio. No puede abrir la discoteca y los turistas habituales de sus hoteles y sus restaurantes van a ser escasos", agrega otro banquero de inversión, que subraya la difícil situación de los tres fondos de capital riesgo. Especialmente de GPF Capital, gestionado por hijos de apellidos ilustres, conocidos en el sector como 'los cayetanos' del 'private equity'. Entre ellos destacan Martín Rodíguez-Fraile, cuya familia controla A&G Banca Privada; Guillermo Castellanos, hijo de Jaime Castellanos, presidente de Lazard España y tío de Ana Botín, así como de Lorenzo Martínez Albornoz, cuya familia ha estado muy ligada al Real Madrid y a Florentino Pérez.

placeholder Logo de Pachá. (EFE)
Logo de Pachá. (EFE)

Este fondo, uno de los más activos en los últimos meses, con 700 millones de euros bajo gestión procedentes la mayoría de grandes fortunas familiares, ha invertido recientemente en compañías que ahora se enfrentan a situaciones muy complicadas. Como Gestair, la aerolínea de jets privados, que compraron a finales de 2019, cuyos aviones están en tierra. O Grupo La Flauta, propietario de varios restaurantes de tapas en Barcelona (20 euros de media el ticket). Y Grupo EDT, dedicada a los eventos corporativos de empresas, como juntas de accionistas y convenciones de directivos, realizados la mayoría de ellos de forma telemática por el covid-19. Y Golderos, líder nacional en la fabricación, distribución, reparación y mantenimiento de enfriadores y dispensadores de cerveza, uno de los productos que más ha sufrido la pandemia por el cierre de los bares.

Todo un trago amargo para unos jóvenes que se las prometían muy felices y que se enfrentan a su primera gran crisis.

Baleares, la comunidad autónoma turística por excelencia, se ha puesto muy estricta con los primeros rebrotes del covid-19. El Gobierno de las islas ha impuesto el uso obligatorio de mascarillas en todos los espacios públicos y de acceso público sin importar si se puede respetar la distancia de seguridad sanitaria, excepto en playas, piscinas, cuando se esté consumiendo comida o bebida o se practique deporte. Una medida que ya ha provocado las primeras quejas de las grandes empresas del sector, como Melia Hotels International, el mayo grupo hotelero de España. Su consejero delegado, Gabriel Escarrer, advirtió este viernes de que esta decisión sin consensuar ya ha provocado en apenas un día una caída significativa de las reservas turísticas porque en su opinión asusta a los clientes vacacionales.

Ana Patricia Botín Ibiza Jaime Castellanos Capital riesgo
El redactor recomienda