España, ante las oportunidades que ofrecen el mercado sénior y la Silver Economy

No siempre se distingue con claridad la frontera entre la madurez y la senectud en la vida de una persona, a pesar de que existen criterios biológicos, laborales y estadísticos que pretenden marcar esta línea. Lo cierto es que se trata de una línea divisoria extensa y permeable donde se sitúa un amplísimo número de ciudadanos, especialmente en España y el continente europeo, y que engloba a un tercio de la población total.

Con el objetivo de abordar el impacto de este colectivo en la sociedad, El Confidencial organizó junto a Securitas Direct una mesa redonda en la que participaron Rafael Puyol, creador y colaborador del Observatorio de Demografía y Diversidad Generacional de la Fundación IE; Juan Carlos Alcaide, consultor en Fidelización y Experiencia de Cliente, experto reconocido en Silver Economy; Benigno Lacort, CEO de Senior Economic Forum; Iñaki Ortega, director de Deusto Business School; Beatriz Dorado, directora de Family Sénior en CaixaBank, y Alberto de la Capilla, director de Alianzas de Securitas Direct.

En el centro de esta temática se sitúan los datos que indican que España es uno de los países donde más tiempo se vive del mundo. Desde finales de la década de 1950, se ha incrementado en 20 años la esperanza de vida. Sin embargo, el fin de la etapa productiva —laboralmente hablando— no se corresponde con este incremento. Para Rafael Puyol, desde la Fundación IE, existe un desfase porque “tradicionalmente la vejez se establece a partir de los 65 años de forma fija, pero ahora se puede vivir casi hasta los 90”. Desde su punto de vista, sería recomendable utilizar el denominado “umbral móvil”, que implica “jubilarse 15 años antes del límite que marca la esperanza de vida en cada momento”.

Los avances en medicina parecen asegurar la prolongación de la actividad y la calidad de la misma. “Hay que dejar de asociar sénior a persona de 80 años, que además es dependiente, porque la realidad es bien distinta”, apuntó en una de sus intervenciones Alberto de la Capilla. De hecho, para el director de Alianzas de Securitas Direct, “en muchos casos, se trata de un grupo de población que tiene más poder adquisitivo y tiempo libre que el resto de ciudadanos”.

"Es necesario contar con los mayores en el momento de legislar y tener presentes sus ideas y deseos"

Este es el eje de la denominada Silver Economy, la rama económica que ve una oportunidad de negocio en la revolución sénior. “Las empresas están empezando a darse cuenta de que existe este sector y de sus posibilidades a la hora de conseguir una clientela que antes no era visible”, explicó Iñaki Ortega, desde Deusto Business School, quien adelantó que pronto “aparecerán nuevos actores que favorecerán este mercado, cuya tendencia de crecimiento es muy clara”.

En ocasiones, tanto las administraciones públicas como las propias compañías desconocen el concepto de Silver Economy. Esto provoca confusión a la hora de acotar el marco sénior y poder ofrecer bienes y servicios adecuados. La directora de Family Sénior en CaixaBank subrayó como clave “la personalización”. Beatriz Dorado puso el ejemplo de algunos nuevos productos adaptados a cada caso, que sirven para complementar la pensión, como “la conversión en líquido de los bienes inmuebles o la hipoteca inversa”.

Pero el tema de los veteranos “no solo afecta al sistema de pensiones”, señaló Benigno Lacort. “Hay que contar con los mayores en el momento de legislar y tener presentes sus ideas y deseos”. El CEO de Senior Economic Forum reiteró que el camino pasa por “fomentar la innovación” y, en este caso, “la inventiva debería recaer sobre la regulación y explorar nuevas posibilidades”.

En una dirección parecida se pronunció el experto en Silver Economy Juan Carlos Alcaide, quien demandó “la necesidad de la colaboración público-privada” para complementar el sistema de pensiones, al igual que sucede en algunos países del entorno, donde esta fórmula “se promueve desde las propias empresas cuando se formaliza el contrato de trabajo”. Asimismo, insistió en “eliminar de una vez por todas el discurso de que los mayores no aportan. Hay que recordar que todo el funcionamiento del sistema público se lo debemos a los sénior”, sentenció.

Talento sénior

El representante de la Fundación IE subrayó la obligación de abandonar algunas arengas habituales: “Los sindicatos deberían dejar de afirmar que los hombres y mujeres mayores quitan el empleo a los jóvenes”. Puyol reivindicó a las administraciones públicas el fomento del empleo “más allá del retiro”, ya que para el veterano “es contraproducente la cultura de prejubilación y salida anticipada. Las compañías deberían adoptar estrategias en este sentido”.

Sobre el compromiso del plan estratégico de las empresas, Beatriz Dorado defendió la apuesta segura de “trabajar con todas las diversidades, incluyendo al sénior”. Como muestra, puso el ejemplo de la figura del mentor dentro de las compañías y propuso reflexionar sobre la fidelización de la misma. De igual forma, para Alberto de la Capilla, “mezclar jóvenes y veteranos en los equipos profesionales funciona muy bien y es tremendamente positivo” y añadió que “las estadísticas dicen que el sénior tiene menos absentismo y rota menos, pero su curva de aprendizaje es menor”. Esto implica que es necesario tener “una formación constante para favorecer el proceso de adaptación a las nuevas exigencias laborales”.

Los trabajadores mayores aportan “solidez, bagaje y experiencia”, entre otros valores, por eso Juan Carlos Alcaide incide en “positivizar” algunas palabras que ahora tienen connotaciones negativas. “Tenemos que recuperar la palabra 'viejo' y dotarla de un significado más adecuado”, recalcó. Para ello, es fundamental “situar referentes en los medios, cultura e instituciones”, manifestó por su parte Iñaki Ortega. “En el cine, ganan presencia los personajes veteranos, aunque la cosa es distinta si nos fijamos en los anuncios”. El representante de la escuela de negocios de Deusto tiene claro que “los sénior son los consumidores más importantes, pero su imagen en publicidad está relacionada con el bastón y las muletas. Esto tiene que cambiar. Los mayores son fuertes y han demostrado mucha resiliencia”.

Un peso muy significante en el futuro

Los próximos años se antojan determinantes, será necesario reconfigurar el modelo socio-económico y los expertos coinciden en las características de la transformación que se avecina. El urbanismo y las ciudades, que serán inteligentes, cómodas y más amistosas con las personas de edad avanzada, mientras la tecnología jugará un papel fundamental. El objetivo es facilitar la vida y hacerla más accesible, para ello, se crearán nuevas 'startups', mientras otras compañías ampliarán su cartera y readaptarán su modelo de negocio. Un ejemplo es Securitas Direct. Para su director de Alianzas, “ha pasado de ser una empresa de alarmas a una firma de alta tecnología que ofrece protección y seguridad más allá de la vigilancia”, poniendo a disposición de los usuarios “desde sistemas de aviso ante complicaciones de salud, hasta chats que permiten una socialización de las personas mayores”, indicó para ejemplificar los cambios que ya son una realidad.

Es un hecho que la cuestión sénior se cuela en la agenda económica y mediática de forma paulatina. “Muy pronto, España se convertirá en el país más longevo del mundo —remarcó Benigno Lacort— y por eso tenemos ante nosotros una gran ocasión para hacer las cosas bien e involucrar a todos los actores implicados”. El CEO de Senior Economic Forum se refirió a la futura situación como “un reto mundial que afrontará en primer lugar nuestro país, lo que supone una oportunidad histórica que no deberíamos desperdiciar”.