Securitas Direct apuesta por Cataluña y abre una segunda central receptora de alarmas

Seguridad y tecnología punta. Securitas Direct ha inaugurado este jueves en Cornellá de Llobregat su segunda central receptora de alarmas que se une a la que ya tiene en funcionamiento en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Ambas instalaciones, punteras dentro de su ámbito tanto en España como en Europa, permitirán a la compañía gestionar la seguridad de sus más de 1,2 millones de clientes. "La seguridad es como el aire, es un derecho fundamental del ser humano", ha declarado Antonio Anguita, presidente ejecutivo de la compañía, durante la inauguración.

La firma ha escogido Cornellá para ubicar esta una nueva sede, que contará con un espacio de 3.300 metros cuadrados y supondrá una inversión de 30 millones de euros durante los próximos tres años. Securitas Direct ya emplea a unas 450 personas en este nuevo edificio, en el que se empezó a trabajar en 2018 con una plantilla de poco más de medio centenar de trabajadores, y espera llegar al millar en una localización con gran potencial como es el World Trade Center de Llobregat: “Su ubicación es privilegiada en el enclave empresarial: la facilidad de transporte, la posibilidad que nos ofrece de seguir ampliando las instalaciones a medida que lo necesitemos y por el potencial empleador de la zona”, ha señalado Rafael Miranda, director financiero de Securitas Direct para Iberia y Latam.

"Da igual que tengamos mejores hospitales, bibliotecas, escuelas o carreteras. Sin seguridad, la gente no sale a la calle"

El acto de inauguración oficial celebrado en la nueva sede ha estado presidido por el presidente ejecutivo de Securitas Direct para Iberia y Latam, y acudieron, entre otros, el consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, Miguel Buch; el alcalde de Cornellà de Llobregat, Antonio Balmón; así como diversas personalidades locales y regionales y una amplia representación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Policía Nacional, Mossos d'Escuadra, Guarcia Civil y Guardia Urbana.

El alcalde Balmón destacó los frutos que ha dado ya la colaboración público-privada: "A pesar de todos los cuerpos de seguridad con los que contamos no podemos llegar al máximo de seguridad. Ojalá pudiéramos. Pero hay un espacio para la actividad privada que no confronta, que coopera, y que llega a la puerta, al domicilio, allá donde nosotros no podemos llegar". Miquel Buch, conseller de Interior de la Generalitat de Cataluña remarcó que "vivimos en un país seguro" y que la seguridad tiene que ser un pilar fundamental para el progreso social: "Da igual que tengamos mejores hospitales, bibliotecas, escuelas o carreteras. Sin seguridad, la gente no sale a la calle".

La nueva sede de Securitas Direct en Cornellá es el segundo mayor centro de la firma en nuestro país y con él espera poder dar una respuesta más cercana a sus clientes en esta región, que suponen un 25% del total de la compañía, y potenciar su relación con cliente catalanoparlante. Este centro de recepción de alarmas, que se une a la dirección territorial de El Prat y a otras catorce oficinas comerciales distribuidas por la zona, se coordinará con la sede de Madrid para que si una falla, la otra puede tomar el control de todas las operaciones. "La interconexión de las dos podrían conformar la central más grande del mundo", apuntó Anguita, quien también destacó la posibilidad de que en un futuro este centro pueda dar servicio a otros países vecinos en los que la compañía tiene presencia.

Más de 450 expertos

El centro receptor de alarmas cumplirá con otras funciones además de ofrecer respuesta a los clientes de la firma. Entre ellas se encuentra la central de emergencias de protección senior así como otros procesos relacionados con la vertiente comercial de Securitas Direct. El objetivo es dar respuesta a los más de 16 millones de saltos de alarma registrados al año, las 320.000 señales de emergencia o las 200.000 alarmas que saltan por inhibición.

Todo ello apoyándose en el equipo humano encargado de gestionar esas emergencias de más de 450 expertos en seguridad que tiene un tiempo medio de respuesta inferior a los 29 segundos y que es el encargado de decidir, en pocos momentos, si esa señal de aviso se ha producido por una situación anómala o si, por el contrario, es una falsa alarma a la que no hay que prestar mayor atención.