Restoy: "Nada permitía dudar de la viabilidad de Bankia en su salida a bolsa"

Ni 24 horas se ha tardado en poner en tela de juicio el nuevo informe del Banco de España crítico con la salida a bolsa de Bankia. El encargado ha sido un testigo clave, Fernando Restoy, vicepresidente de la CNMV durante la Oferta Pública de Suscripción (OPS) de 2011; subgobernador del Banco de España entre 2012 y 2017: y actual presidente del Instituto de Estabilidad Financiera (FSI, por sus siglas en inglés).

No ha hecho falta ni que le preguntaran por el informe aportado este lunes a la causa para que Restoy tratara de invalidarlo. Sin mencionarle, el testigo cree que Jorge Pérez Ramírez -autor del informe de 8 de julio de 2011 del Banco de España- no tuvo en cuenta que el descuento en una salida a bolsa no solo se produce por la información contable, también por los riesgos. "La discrepancia entre valor contable y valor de mercado existe siempre", considera Restoy.

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Frente a estos argumentos, el informe aportado por Pérez expone que el elevado descuento de la salida a bolsa de Bankia -de más del 70%- suscitaba "dudas" sobre las cuentas de 2010 de la entidad. Además, el jefe de Normativa Contable consideraba que la OPS dejaba automáticamente a su matriz -BFA- en quiebra técnica, al situarle con un patrimonio negativo de 377 millones.

Restoy también cuestiona este último argumento, por tres motivos: "contienen un error material, no había ninguna obligación para reconocer de forma inmediata en las cuentas de BFA" la caída de valoración de Bankia; los cálculos estaban mal, BFA no entraba en patrimonio negativo; y "aún en ese caso, no se hubieran visto afectados los inversores de Bankia", ya que el Frob hubiera salido al rescate de la matriz del banco.

"Buen trabajo"

Más allá de estas cuestiones técnicas, Restoy, que declaraba por videoconferencia desde Basilea (Suiza), ha defendido el trabajo de la CNMV en la salida a bolsa de Bankia. "Se hizo buen trabajo" al ayudar a que el precio de la OPS recogiera "las condiciones de mercado". Por ello, el supervisor insistió en la transparencia del folleto -contable y con los riesgos- y forzó a que un 40% de la salida a bolsa se colocara entre inversores cualificados. "Era fundamental que el precio de la salida a bolsa de Bankia lo fijaran los institucionales, que pudieran valorar adecuadamente las perspectivas de la entidad. Se consiguió ya que el precio de la acción -3,75 euros- apenas sufrió variación en los meses siguientes.

"La CNMV tenía confianza en la operación" por el número de inversores; las cuentas auditadas; la aprobación del Banco de España; el ráting de Bankia, "alineado con el del Reino de España; el visto bueno de los grandes bancos de inversión, "con capacidad de analizar en profundidad"; y la "situación sólida" tras los últimos test de estrés.

"Había elementos de incertidumbre que afectaron al precio" de la OPS, "pero no había informes de analistas públicos o privados que hicieran dudar de la viabilidad de la operación. Después las circunstancias cambiaron”, añade, en referencia al empeoramiento económico que se plasmó con un cambio en las previsiones del FMI.

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Restoy también ha cuestionado los informes periciales del caso Bankia, elaborados por dos inspectores del Banco de España. Según el exsubgobernador, contienen "deficiencias" en el cálculo de las provisiones antes de la salida a bolsa.

El testigo ha salvado la contabilidad de Bankia en 2011 y la posterior reformulación por parte del equipo de José Ignacio Goirigolzarri. Si los supervisores "no hubieran estado de acuerdo" se hubiera abierto expediente o se hubieran pedido más aclaraciones.