La banca de DIA da otra vez largas a Fridman y a los dos hombres del Santander

La Junta General de Accionistas de DIA refrendó este miércoles que LetterOne, el mayor inversor del grupo de supermercados, tiene una posición privilegiada para hacer valer su plan de rescate. Para ello, necesita aún que su OPA a 0,67 euros tenga éxito y que la banca le refinancie la deuda. Para conseguir este último objetivo, el fondo dirigido por Mikhail Fridman se está apoyando en dos hombres cuyas carreras profesionales han estado vinculadas al Banco Santander.

Se trata de Juan Rodríguez Inciarte, el banquero que trabajó durante treinta años para la entidad controlada por la familia Botín. Rodríguez Inciarte fue uno de los hombres de confianza de Emilio Botín, que le facilitó una pensión de 9,91 millones de euros por sus servicios prestados. El ovetense dejó la institución cántabra en junio de 2015 tras la remodelación del equipo directivo implementado por Ana Botín a los nueve meses de hacerse con la presidencia.

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Ayer, en la Casa de América de Madrid, donde DIA celebró la junta general, Rodríguez Inciarte se presentó en el acto y se situó en el lado izquierdo, justo donde estaban los representantes de LetterOne y sus abogados, entre los que destacó Pedro Perez Llorca. En el lado opuesto, se encontraban los asesores del consejo de administración, como dos púgiles en las esquinas opuestas de un ring.

Fuentes oficiales del fondo con base en Luxemburgo declinaron hacer ningún comentario sobre el papel del banquero, ahora presidente no ejecutivo el Hamburg Commercial Bank, propiedad de los private equity Cerberus y JC Flowers. Desde el Santander han desligado la presencia de su exdirectivo con cualquier interés o postura oficial del banco en la guerra entre LetterOne y el consejo de administración.

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La misma respuesta ofrecen sobre la asistencia a la junta de Guillermo De la Dehesa, consejero de la entidad, y la posibilidad de que esté jugando a favor de Fridman para convencer a la banca y facilitar los trámites de la OPA en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En el mundo financiero es conocida la relación de cercanía entre De la Dehesa con Sebastián Albella, presidente del organismo regulador, al que varios accionistas minoritarios apelaron este miércoles en la junta para que defienda sus intereses.

“Tiene su propia agenda”, indican desde el Santander, pero fuentes financieras recuerdan que es consejero de la entidad desde 2002 y que hasta septiembre del pasado año fue vicepresidente. De la Dehesa ha sido también asesor internacional para España de Goldman Sachs, el banco asesor de LetterOne y el segundo mayor accionista de DIA con algo más del 6% del capital.

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Agencias

Sin embargo, la respuesta de la banca acreedora, liderada por el propio Santander, BBVA, Barclays y Société Générale, ha vuelto a ser fría. Los hombres de Fridman pidieron nada más acabar la junta una reunión urgente con los acreedores, asesorados por FTI Consulting. Pero las entidades financieras le dieron largas a LetterOne y le remitieron a verse ya a partir de la próxima semana.

La banca prefirió reunirse en solitario ayer por la tarde para analizar la nueva situación que se abre tras el rechazo de la junta a la propuesta del consejo y la aprobación del plan de rescate liderado por LetterOne. Según distintas fuentes, no hubo ninguna decisión concreta, pero sí la puesta en común de la cuenta atrás que se ha iniciado ante la nueva situación. A partir de ahora, los acreedores tienen hasta final de abril para decidir si mantienen la prórroga que en diciembre concedieron a la compañía para repagar 896 millones y que estaba condicionada a la ampliación de capital que los accionistas denegaron ayer.