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El ánimo por los suelos en Vodafone tras el tercer ERE en seis años: "Es por el fútbol"
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PLANTEA DESPRENDERSE DEL 25% DE LA PLANTILLA

El ánimo por los suelos en Vodafone tras el tercer ERE en seis años: "Es por el fútbol"

Los empleados de Vodafone España ya no saben a qué agarrarse. El anuncio de otra oleada de despidos que afectará al 25% de sus 5.000 empleados, ha supuesto un golpe seco en la moral

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Elisa (no es su verdadero nombre) empezó a trabajar en el departamento comercial de Vodafone España en 2007. "Por entonces, todo era felicidad. Acabábamos de alcanzar los 15 millones de clientes y tanto beneficio como facturación estaban creciendo en dos dígitos", dice a este diario. "Y, de repente, todo se vino abajo. En 2012 vivimos un ERTE que se suponía que era para evitar despidos, pero no, porque un año después 600 compañeros se fueron a la calle y otros 200 a subcontratas, perdiendo todos los beneficios del convenio con Vodafone. En 2015, otros 1.000 al paro, y muchos de ellos eran amigos, más que compañeros. En este camino perdimos parte de las nóminas, el bonus por beneficios, los tiques de comida... y hoy, otro ERE. Te diría que los ánimos están por los suelos, y es verdad, aquí hay gente que no alberga la menor esperanza, que ya ni reacciona emocionalmente", afirma Elisa.

Foto: El consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra.

Los empleados de Vodafone España ya no saben a qué agarrarse. El anuncio de otra oleada de despidos inminente, que afectará a un cuarto de sus 5.000 empleados en España, ha supuesto un golpe seco en la moral de la plantilla apenas tres días después de regresar de las vacaciones de Navidad. En noviembre, la dirección avisó a los trabajadores de que si los beneficios seguían el ritmo de 2018, pronto habría que hacer ajustes, aunque pocos esperaban que fueran tan severos.

Lo cierto es que los gráficos muestran una situación económica preocupante: la facturación de Vodafone no ha dejado de caer desde 2008, con una ligera recuperación en 2014 que dos años después se esfumó. Peor aún es la situación del ebitda, la cuenta de resultados antes de impuestos, que se mueve en números rojos desde 2013. Esto es: incluso si Vodafone no tuviera que pagar a Hacienda, perdería dinero.

Pedro, que tampoco se llama así, trabaja en el departamento de Sistemas. Ha vivido dos ERE, pero no se explica por qué se echa a gente para contratar a otros: "Cuando llegué, éramos como 6.000 personas. Desde que estoy aquí, han salido en torno a 2.500... Si echas cuentas, deberíamos quedar poquísimos, pero somos 5.100. ¿Qué pasa aquí? Pasa que después de los despidos se contrata a gente más económica para la empresa, perfiles más júnior o directamente se tira de subcontratas. No es que sobre personal, lo que sobra es pagar de más cuando se puede pagar menos", lamenta.

El tirón del fútbol

Existe una visión extendida entre los trabajadores que justifica los despidos por un error estratégico de la compañía: renunciar al fútbol en su oferta televisiva. Desde que la teleco británica se negase a comprar los derechos de la Champions y el mejor partido de cada jornada, las suscripciones han caído en torno a un 30%. "Era nuestro producto estrella, el que tira de la gente, y ahora somos el único gran operador que no lo tiene. Entonces la gente se decanta por otro, porque en Vodafone no pueden ver los partidos el fin de semana. Quisieron ahorrar y lo van a hacer, a costa de sus trabajadores, claro", dice otro empleado.

Para que el fútbol no fuese deficitario, cada cliente tendría que pagar más de 50 euros de cuota

La compañía niega esta versión. Según sus cuentas, comprar el fútbol para esta temporada hubiera costado más de 300 millones de euros. Para amortizarlo, sin beneficio, en Vodafone calculan que cada cliente habría tenido que pagar 50 euros extras además de la cuota mensual por el resto de productos. En el sector existe la convicción de que el fútbol es un producto que se mantiene incluso siendo deficitario, ya que mantiene fidelizados a los clientes y les permite adquirir otros productos que, estos sí, son rentables para las plataformas.

La teleco británica sostiene que la fuga de usuarios por el fútbol está descontada desde el verano y que incluso ha sido menos dolorosa de lo proyectado. Para ellos, el agujero lo ha creado la tendencia de los usuarios a contratar cada vez productos más baratos. "Cerca del 50% de las altas brutas están asociadas con ofertas 'low' y 'medium cost', lo que obliga a Vodafone a tener una estructura de costes preparada para competir con éxito en todos los segmentos", dice la compañía. Acorde a su versión, el tique medio habría caído de los 80-90 euros del paquete integral hasta los 25 o 30 que se están contratando ahora, con servicios básicos como móvil e internet.

placeholder Vodafone es la única teleco que no oferta la Champions League. (Vodafone)
Vodafone es la única teleco que no oferta la Champions League. (Vodafone)

"No es verdad", dice Pedro. "La compañía está tomando decisiones estratégicas erróneas y está repercutiendo sus errores sobre la plantilla. Comprar Ono o abandonar el fútbol son muestras de que las cosas no se hacen bien, pero es más sencillo culpar al cliente, que intenta pagar lo mínimo posible, como siempre ha hecho". Entre la plantilla también ha cundido la idea de que los recortes vienen dictados desde la matriz británica, si bien desde Vodafone España vuelven a rechazar el argumento: "Es una decisión tomada en España. Todos los países tenemos que cumplir con un plan de negocio y a veces no se consigue".

Comisiones Obreras, UGT y el Comité de Empresa de Vodafone han rechazado las condiciones del ERE anunciado. Ambas centrales sindicales señalan a la directiva como responsable de la situación en la que se encuentra Vodafone. "Entendemos que la situación que atraviesa la compañía no es responsabilidad directa de la plantilla sino de los gestores de la empresa que, con la medida propuesta, pretenden solucionar su incapacidad demostrada y reiterada para la toma de decisiones estratégicas acertadas", dice UGT. "Para el sindicato resulta incomprensible que las decisiones de la dirección de la compañía siempre repercutan en el empleo de la plantilla, sin tener presente otros ejemplos de empresas del sector de telecomunicaciones que actúan de un modo mucho más responsable socialmente", explican desde CCOO. En el plazo de un mes se constituirá una mesa de negociación para determinar el calado de los ajustes; mientras, en Vodafone España, el ánimo vuelve a estar por los suelos.

Elisa (no es su verdadero nombre) empezó a trabajar en el departamento comercial de Vodafone España en 2007. "Por entonces, todo era felicidad. Acabábamos de alcanzar los 15 millones de clientes y tanto beneficio como facturación estaban creciendo en dos dígitos", dice a este diario. "Y, de repente, todo se vino abajo. En 2012 vivimos un ERTE que se suponía que era para evitar despidos, pero no, porque un año después 600 compañeros se fueron a la calle y otros 200 a subcontratas, perdiendo todos los beneficios del convenio con Vodafone. En 2015, otros 1.000 al paro, y muchos de ellos eran amigos, más que compañeros. En este camino perdimos parte de las nóminas, el bonus por beneficios, los tiques de comida... y hoy, otro ERE. Te diría que los ánimos están por los suelos, y es verdad, aquí hay gente que no alberga la menor esperanza, que ya ni reacciona emocionalmente", afirma Elisa.

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