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CaixaBank sale de Repsol cerrando 22 años de apuesta como banca industrial
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La operación se hace con minusvalías

CaixaBank sale de Repsol cerrando 22 años de apuesta como banca industrial

En 1996, José María Aznar se estaba sentando en su despacho de La Moncloa, cuando Vilarasau desembarcó en el capital de Repsol, como una manera de blindar Gas Natural

Foto: El expresidente de La Caixa y exconsejero de Repsol Isidre Fainé (i) y el presidente de Repsol, Antonio Brufau. (EFE)
El expresidente de La Caixa y exconsejero de Repsol Isidre Fainé (i) y el presidente de Repsol, Antonio Brufau. (EFE)

CaixaBank sale del capital de Repsol. Lo hace de manera ordenada y en buen clima con la petrolera. Pero la apuesta de banca industrial que siempre había defendido Josep Vilarasau cuando era el hombre fuerte de La Caixa se da por finiquitada tras 22 años. Era un modelo de gran banco alemán, que los actuales popes del mundo financiero consideran superado. El presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé, había querido mantener el modelo. Pero los tiempos cambian y el final de la inversión estaba cantado desde el año pasado, cuando GIP y CVC entraron en el capital de Naturgy.

Además, en su día Vilarasau había diseñado el desembarco en Repsol como una operación defensiva. Desde cuando la presidía Óscar Fanjul, Repsol había aspirado a controlar Gas Natural, en cuyo capital permanecía como socio minoritario, pero se había quedado con hambre. En 1996, José María Aznar se estaba sentando en su despacho de La Moncloa cuando Vilarasau desembarcó en el capital de Repsol, de manera que así blindaba a Gas Natural.

Vilarasau primero pactó con el PP el nombramiento de Alfonso Cortina. Cortina duró ocho años. Fue sustituido por Antoni Brufau y a Cortina se le ofreció la presidencia de Inmobiliaria Colonial como premio de consolación. Es decir, Vilarasau entró en el capital de Repsol con la llegada al poder de Aznar y su sucesor Isidre Fainé tomó la presidencia de la petrolera con la entrada en La Moncloa de José Luis Rodríguez Zapatero. Eran otros tiempos, en los que las inversiones bancarias tenían un fuerte componente político. Pero el objetivo de La Caixa, al final, siempre era el mismo: asegurarse el control de Gas Natural.

Foto: El presidente de Repsol, Antonio Brufau (d), junto al expresidente de CaixaBank Isidre Fainé. (EFE)

Pero esa necesidad objetiva se ha perdido. Y en este momento, los inversores consideran el modelo alemán de banca industrial como algo superado. Además, la regulación sobre consumos de capital de la banca castiga estas participaciones.

El momento escogido por el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, para dar carpetazo a la era Repsol lo marca un Excel, no los vaivenes políticos. El consumo de capital de CaixaBank es lo prioritario. El impacto de la venta del 4% de la petrolera es neutro en este sentido. Se hace a través de la venta de los 'equity swaps' que le servían para cubrirse de posibles bajadas.

Antes del plan estratégico

Se hace antes de la presentación del plan estratégico, previsto para este noviembre. La venta de Repsol se espera que otorgue un plus de credibilidad al plan y la continua bancarización de CaixaBank ante los analistas. También porque el año será tan bueno que el grupo se puede permitir contabilizar los 450 millones de minusvalías con los que se cierra la operación.

Gortázar aprovecha la venta de Repsol como un modo de otorgar un plus de credibilidad al plan de negocio de CaixaBank que presenta en noviembre

CaixaBank aprovecha el 'rally' alcista de Repsol pero asume también que los precios de hace 20 años ya no volverán. La evolución de la petrolera es buena. Hace tres años, las minusvalías hubieran sido de casi 1.500 millones. Una venta inasumible para cualquier entidad.

Venta progresiva

El resto del capital se irá vendiendo de manera progresiva, de manera que no se dañe la cotización de Repsol. Será el restante 4,75% del capital. La fecha límite se marca en el final del primer trimestre de 2019.

Fruto de esta enajenación, Gonzalo Gortázar y el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, dejan el consejo de Repsol. Después de haber mandado tanto, supone un cambio muy significativo en términos de gobierno corporativo. Repsol inicia, por tanto, una nueva andadura.

CaixaBank sale del capital de Repsol. Lo hace de manera ordenada y en buen clima con la petrolera. Pero la apuesta de banca industrial que siempre había defendido Josep Vilarasau cuando era el hombre fuerte de La Caixa se da por finiquitada tras 22 años. Era un modelo de gran banco alemán, que los actuales popes del mundo financiero consideran superado. El presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé, había querido mantener el modelo. Pero los tiempos cambian y el final de la inversión estaba cantado desde el año pasado, cuando GIP y CVC entraron en el capital de Naturgy.

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