Adveo encarga a Houlihan Lokey levantar liquidez urgente ante el cierre de la banca

Adveo cerró con presunto éxito el pasado año la reestructuración de su deuda, que al cierre de 2017 era de 192 millones de euros. Sin embargo, la banca no le abrió líneas adicionales para financiar la compra de productos, por lo que apenas tuvo 'stocks' para poder ofrecer a los clientes. Ante esta diabólica situación, la compañía especializada en material escolar y de oficinas ha decidido buscar nuevas fuentes para obtener dinero con el que poder aumentar sus ventas y, en última instancia, poder pagar a sus acreedores. Las acciones de Adveo caían con fuerza en bolsa este miércoles, más de un 11% hasta los 2,22 euros.

[Siga la cotización del valor]

Según aseguran fuentes del mercado, Adveo, empresa heredera de la antigua Unipapel, ha encargado a Houlihan Lokey encontrar inversores que le presten entre 30 y 35 millones de euros con los que financiar el llenado de sus almacenes, según ha confirmado mediante un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La compañía reconoce que sus ingresos comparables cayeron un 9% en 2017 por, precisamente, “la falta disponibilidad de 'stock' durante el proceso de refinanciación”, lo que golpeó con dureza las ventas en España y en Alemania.

Por esta carencia de dinero, los ingresos totales se derrumbaron un 34%, desplome que fue del 42,7% en España —sobre todo en los productos derivados de tinta y tóner, que se hundieron un 80%— y del 25% en Alemania, “donde el mercado es más sensible a este tipo de restricciones”. Para explicar la situación de Adveo, fuentes del sector ponen como ejemplo que si un cliente va a una tienda y no tiene el producto que busca, vuelve al día siguiente a comprobar si se lo han traído. Pero si tampoco lo encuentra, no vuelve más.

Por este motivo, Adveo necesita dinero rápido con el que acelerar su agresivo nuevo plan de negocio 2017-2020, con el que pretende multiplicar por cinco su beneficio bruto de explotación, hasta los 60 millones. La sociedad confía en facturar 720 millones, frente a los 452 millones del pasado año, y obtener un margen sobre el ebitda del 9%, más de tres veces en comparación con el 2,6% registrado al cierre de 2017.

El principal problema para Adveo es que esta nueva línea de financiación no le saldrá barata, ya que los fondos que se han mostrado proclives a prestarle dinero han exigido que su deuda tenga prevalencia sobre la de los bancos en caso de incumplimiento de las obligaciones financieras. Por tanto, las líneas de crédito se presume que llevarán acopladas altas exigencias tanto en cuanto al precio —tipo de interés— como a las garantías.

Accionistas y gestores ilustres

Adveo está controlada en un 32% por tres ramas familiares descendientes de los fundadores de Unipapel, que en 1976 unieron sus respectivas firmas: Bezares (dueños de la riojana Papyrus), Moreno de Tejada (que controlaban la madrileña Segundo Moreno) y Muguerza (Vascongada de Sobres). Alantra, antigua N+1, cuenta con el 16%, a través del fondo QMC, mientras que Indumenta Pueri, controlada por los dueños de Mayoral, tiene un 8,7%.

Los problemas de la empresa, dirigida por Jaimé Carbó, ex consejero delegado de Deoleo y Ebro Foods, surgieron con las adquisiciones de Adimpo, especialista en tóner, y de la división europea de Spicers, que elevaron la deuda por encima de los 300 millones de euros. Desde 2016, el presidente es Carlos Croissier, quien fuera ministro de Industria y expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El acuerdo de refinanciación alcanzado en julio del pasado año y refrendado en diciembre con las entidades acreedoras establece una nueva estructura de la deuda financiera que amplía los límites de crédito disponibles hasta 159,7 millones. El nuevo calendario fija una primera amortización en julio de 2018 y un vencimiento final en el mismo mes de 2022.