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Kutxabank cambió la política contable de Euskaltel para exigir más botín a los fondos
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trilantic e investindustrial preparan su defensa

Kutxabank cambió la política contable de Euskaltel para exigir más botín a los fondos

Los antiguos fondos de inversión de Euskaltel consideran que Kutxabank propició cambios contables para reclamar ahora el cobro de 41 millones que no están dispuestos a pagar

Foto: Logotipo de Kutxabank. (EFE)
Logotipo de Kutxabank. (EFE)

La demanda que los antiguos socios históricos de Euskaltel preparan contra los fondos de inversión Trilantic e Investindustrial, por los ajustes de precio derivados de la venta efectuada a finales de 2012, deberá superar un importante escollo en los tribunales. Las dos entidades demandadas hicieron constar en el contrato que la operadora no podría alterar la política contable para exhibir una mejora de su beneficio bruto operativo. Sin embargo, la estrategia financiera desplegada por Kutxabank implicó la capitalización de determinados costes derivados de la captación de nuevos clientes que tradicionalmente se incluían como gastos en la cuenta de resultados de la compañía vasca.

El denominado ‘earn out’, que condicionaba el importe final de la transacción al desarrollo futuro de Euskaltel, es la base que sustenta la reclamación efectuada por el banco surgido de la integración de las cajas vascas y a la que se han unido Endesa, Iberdrola y la Corporación Mondragón en su calidad de antiguos accionistas vendedores. El Gobierno vasco, que también participó en la operación, presentó a su vez el pasado mes de abril una demanda contra los citados fondos de inversión, si bien lo hizo por su cuenta y riesgo, al margen del contenciosos que mantienen el resto de los accionistas industriales de Euskaltel.

Los socios históricos exigen en su conjunto un total de 41 millones de euros, mientras que los fondos solo están dispuestos a pagar poco más de dos millones. La enorme disparidad de criterios viene dada por la letra pequeña del contrato que vinculaba los compromisos adicionales de pago sobre una base homogénea de comparación, de manera que la evolución de la compañía estuviera garantizada con los mismos criterios contables utilizados con anterioridad al proceso de negociación entre las partes. Los fondos de inversión consideran que el traslado al activo del balance de costes de ventas, que tradicionalmente figuraban como partida de gastos, ha supuesto un total de 30 millones agregados de ebitda para Euskaltel durante los años 2013 y 2014.

Esta mejora sobrevenida ha permitido a los antiguos socios tirar por elevación a la hora de actualizar la valoración de Euskaltel. La transacción se efectuó en la parte baja de una horquilla que iba desde un mínimo de 320 millones a un máximo de 407. Las acciones objeto de venta representaban un 48% del capital, por lo que los vendedores percibieron 154 millones y ahora reclaman la diferencia hasta el nivel superior del rango de precios, que son 195 millones. Los 41 millones en juego se reparten en 15 millones para la citada entidad financiera más otros nueve a Endesa; 8,5 a Iberdrola; dos a Mondragón, y 6,5 al Gobierno vasco.

Los socios históricos de Euskaltel reclaman 41 millones de euros, pero los fondos de inversión solo están dispuestos a pagar poco más de dos millones

La transacción se pactó en la etapa de Mario Fernández como presidente de Kutxabank y fue gestionada desde la entidad financiera por Alicia Vivanco, actual directora general de Participadas del banco surgido de la fusión de las cajas vascas y consejera a la sazón de Euskaltel. Ambos directivos lideraron en su día el litigio de Euskaltel contra Orange, antigua France Télécom, un pleito derivado de la ruptura en 2006 del viejo acuerdo de colaboración entre ambas compañías y que se saldó con una multa para la operadora vasca de 222 millones de euros.

Pese al fiasco jurídico y el consiguiente coste económico, lo cierto es que la actual responsable de las inversiones empresariales de Kutxabank se ha erigido en martillo pilón de los fondos y principal paladín de un nuevo contencioso al que se han visto forzados los demás accionistas industriales. Tanto Endesa como Iberdrola, e incluso la propia Corporación Mondragón, observan el pleito a cierta distancia, pero tampoco están en condiciones de renunciar de entrada a los eventuales derechos económicos que supondría la revisión al alza de los precios originales de venta.

Euskaltel trata de justificar la regularización contable aduciendo ante los fondos de inversión que no se puede hablar de un cambio de estrategia financiera sino de un mero error que ha sido subsanado para reflejar la situación real de la compañía. Los tribunales tendrán ahora que dirimir la solución final, una vez que se haga efectiva la demanda que prepara el bufete CMS Albiñana a instancias de los socios promotores de la operadora vasca. Un pleito que se antoja inevitable tras varios meses de infructuosas negociaciones, y cuya preparación artillera corre a cuenta de Kutxabank bajo la dirección de Alicia Vivanco.

La directora general de Participadas de Kutxabank, Alicia Vivanco, lidera una batalla contra los fondos de inversión que está a punto de llegar a los tribunales

La responsable de las participaciones empresariales de las antiguas cajas vascas ha protagonizado en los últimos meses una serie de movimientos institucionales que parecen harto elocuentes. Vivanco ha cedido en una primera fase el puesto que desempeñaba como presidenta de la comisión de auditoría dentro del organigrama de gobierno corporativo de Euskaltel, un cargo del que dimitió repentinamente, pero que ostentaba con plena derecho y responsabilidad cuando se sucedieron los mencionados cambios en la estrategia contable de la operadora.

Más recientemente, ha presentado incluso su cese como consejera de la empresa, invocando las consabidas ‘razones personales’ para, acto seguido, ser nombrada de nuevo en el mismo cargo, aunque esta vez de manera indirecta; esto es, en representación de Kartera 1 SL, sociedad instrumental de la propia Kutxabank. Un caso típico de puerta corredera bien engrasada o, para ser más exactos, un regate en corto con el fin de driblar la defensa de los fondos ante el conflicto jurídico que se avecina.

La demanda que los antiguos socios históricos de Euskaltel preparan contra los fondos de inversión Trilantic e Investindustrial, por los ajustes de precio derivados de la venta efectuada a finales de 2012, deberá superar un importante escollo en los tribunales. Las dos entidades demandadas hicieron constar en el contrato que la operadora no podría alterar la política contable para exhibir una mejora de su beneficio bruto operativo. Sin embargo, la estrategia financiera desplegada por Kutxabank implicó la capitalización de determinados costes derivados de la captación de nuevos clientes que tradicionalmente se incluían como gastos en la cuenta de resultados de la compañía vasca.

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