Gas Natural opta por hacer caja y poner en venta todos sus edificios en Madrid

Nueva operación inmobiliaria de primer nivel en la capital de España. El grupo Gas Natural Fenosa ha dado el pistoletazo de salida al proceso de venta de sus sedes en Madrid, una operación que, según fuentes del mercado, podría rondar los 200 millones de euros.

Desde la compañía catalana han reconocido que están “analizando la optimización de algunos activos inmobiliarios del grupo en Madrid, en línea con lo que otras compañías ya han venido realizando en los últimos años”, pero han declinado concretar los activos que formarán parte de este proceso de venta, alegando que se trata de una operación que todavía está en fase de diseño.

Varias fuentes inmobiliarias consultadas por El Confidencial han confirmado que los planes de la energética pasan por articular esta operación como un 'sale & lease back', fórmula que permite hacer caja con la venta del inmueble, aunque exige el compromiso de quedarse durante un periodo pactado como inquilino en régimen de alquiler.

Entre los inmuebles que Gas Natural Fenosa quiere sacar al mercado, se encuentran su cuartel general de avenida de San Luis número 77, y el histórico inmueble situado en el número 38 de avenida de América. Además, este proceso podría completarse con una tercera desinversión, de menor importancia, de un activo situado cerca del área de Embajadores, al sur de la ciudad.

Áreas cotizadas

Las dos joyas de la corona de esta venta se ubican en áreas donde recientemente ha habido importantes operaciones de compraventa de inmuebles, como ocurrió hace tres años con la sede de Unedisa, editora de 'El Mundo', cuando fue adquirida por IBA Capital a Reyal Urbis; o hace pocas semanas, con el traspaso del edificio de IBM por parte de Finacess a Colonial.

El inmueble de avenida de San Luis era la sede de Unión Fenosa, empresa ahora integrada dentro del grupo Gas Natural, y constituye una microciudad de oficinas ajardinada, formada por 14 edificios que suman más de 20.000 metros cuadrados. Por su parte, el complejo de avenida de América es la sede histórica de la empresa catalana gasista.

La decisión de hacer caja con su patrimonio inmobiliario llega pocas semanas después de que Gas Natural presentara los compromisos de su plan estratégico 2016-2020, que se basan en dos principios fundamentales: aumentar la parte de los beneficios que se dedica a retribuir a los accionistas ('pay-out') hasta el 70%, frente al 66% de 2015 y al 62% de 2014, y garantizar el pago de, al menos, un euro por acción, lo que supone retribuir a sus accionistas con un desembolso mínimo de 1.000 millones de euros.

Es dentro de este contexto en que el grupo presidido por Salvador Gabarró ha decidido realizar una operación puramente financiera, ya que las operaciones de 'sale & lease back' han perdido su pasado esplendor con la nueva normativa contable que obliga a reconocer los alquileres como deuda, pero continúan siendo una opción interesante para aquellas compañías necesitadas de hacer caja.

Además, el exceso de liquidez, los bajos tipos de interés y la falta de oferta de buenos edificios de oficinas han disparado el apetito de los grandes fondos internacionales por hacerse con este tipo de activos, lo que juega en favor de los intereses del grupo catalán.