Sabadell hace limpieza: pone a la venta créditos fallidos por hasta 2.600 millones
La institución financiera ha encargado a Pricewaterhouse traspasar una cartera morosa de préstamos al consumo y a N+1 un portfolio de crédito inmobiliario sin cobrar
Ocho años después de estallar la crisis financiera, los bancos siguen teniendo en marcha el ventilador para limpiar los rescoldos del volcán que supuso el aumento vertiginoso de la morosidad. El último en poner a la venta carteras de préstamos fallidos es Sabadell, que se ha encomendado a Pricewaterhouse para desprenderse de 800 millones de euros en créditos al consumo y de tarjetas de crédito. Además, la entidad analiza la venta de otro paquete procedente de promotores inmobiliarios por 1.700 millones.
La primera cartera de 'non performing loan' o moroso no está garantizado por ningún activo al tratarse de crédito personales, los de más difícil recuperación y los que, por tanto, se venden con un descuento mayor. Al principio de la crisis, este tipo de portfolio se traspasaba a fondos oportunistas por apenas un 5% del valor nominal, un porcentaje que ha ido subiendo ligeramente al calor de la recuperación de la economía y la mayor capacidad de pago de los clientes.
Pricewaterhouse ya ha hecho circular el mandato de venta del proyecto conocido como Corus, que Sabadell espera cerrar antes del cierre del primer trimestre del año. Varios fondos internacionales se han interesado por quedarse con estos préstamos por los que Sabadell podría recuperar unos 60 millones de euros. Aunque la entidad ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información, fuentes del sector aseguran que el grupo ya tiene totalmente provisionados los 800 millones de los que ahora se quiere desprender, por lo que el traspaso supondrá una entrada neta en caja.
Mientras formaliza esta venta, los gestores del Sabadell han encargado a N+1 estudiar la venta de otra cartera, que ha sido denominada Normandy, por 1.700 millones de euros. En este caso, se trata de deuda inmobiliaria procedente de promotores a los que el banco ejecutó por impago. El banco de inversión está sondeando el mercado para saber si hay interesados en adquirir estas viviendas y suelos y a qué precio, para que la entidad catalana decida si la pone oficialmente a la venta en las próximas semanas.
Sabadell ha sido una de las entidades más activas a la hora de oxigenar su balance de productos tóxicos. El banco ultima un acuerdo con un fondo buitre para venderle la cartera bautizada como Chloe y que incluía 1.790 unidades inmobiliarias entre viviendas, espacios comerciales y suelos por unos 150 millones. La mayoría de este portfolio, que se puso a la venta en julio del pasado año procede de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) e incluía chalets de la conocida promoción Polaris World.
Precisamente, el hecho de que Sabadell comprase la CAM por un euro con un Esquema de Protección de Activos (EPA) por hasta 4.663 millones -significa que el Estado se hace cargo de pérdidas futuras- facilita que la entidad presidida por Josep Oliu agilice el adelgazamiento de su cartera de fallidos. En 2014 ya vendió un portfolio de 554 millones al grupo malasio Aiqon Capital por la que ingresó 23 millones y un año antes se desprendió de 650 millones que adquirieron Elliot y el noruego Aktiv por cerca de 45 millones.
Además del Proyecto Chloe, Sabadell puso en el mercado la cartera bautizada como Empire (5.000 pisos en régimen de alquiler) valorada en 600 millones de euros y el portfolio Auster (800 millones de euros en fallidos) que adquirió el fondo Aiqon. También traspasó a Pimco y Finsolutia 240 millones en crédito promotor.
El intento de venta de estas carteras por hasta 2.500 millones de euros es una prueba de fuego para el mercado español después de que Bankia suspendiera la venta de Big Bang, una cartera inmobiliaria de 4.000 millones de euros, la más grande del mercado. El banco público rechazó por baja la oferta de Cerberus, el fondo asesorado por el hijo de José María Aznar, que ahora no aconseja invertir en España.
Ocho años después de estallar la crisis financiera, los bancos siguen teniendo en marcha el ventilador para limpiar los rescoldos del volcán que supuso el aumento vertiginoso de la morosidad. El último en poner a la venta carteras de préstamos fallidos es Sabadell, que se ha encomendado a Pricewaterhouse para desprenderse de 800 millones de euros en créditos al consumo y de tarjetas de crédito. Además, la entidad analiza la venta de otro paquete procedente de promotores inmobiliarios por 1.700 millones.