La antigua cúpula de ONO eleva ante la SEC de EEUU su pleito con Vodafone

El bufete de Antonio Hernández-Mancha, en su calidad de representante legal de José María Castellano y Rosalía Portela, ha elevado a la Securities and Exchange Commision (SEC) de Estados Unidos un escrito de reclamación en el que denuncia la ocultación del conflicto entre la antigua cúpula de ONO y la alta dirección de Vodafone España. El pleito generado por la negativa de la multinacional británica a pagar el bonus comprometido tras las compra de la empresa cablera podría generar un ‘agujero’ para las cuentas de Vodafone de casi 160 millones de euros, según la información remitida al regulador de la Bolsa de Nueva York.

La denuncia ha sido incorporada por la SEC dentro de lo que se conoce como el Plan de Delación (Whistleblower Program), impulsado para estimular la iniciativa de todos aquellos individuos dispuestos a proporcionar información específica, oportuna y creíble que contribuya a salvaguardar las leyes federales. La potencial investigación no prejuzga de entrada ninguna responsabilidad, pero demuestra el alcance de las tensiones y el riesgo reputacional al que se enfrenta Vodafone en su cruce de querellas contra los gestores de ONO encargados de negociar la venta de la empresa en julio de 2014 y quienes ya han ganado las primeras resoluciones dictadas por los tribunales en España.

La información en poder de la SEC relata los acontecimientos registrados a partir de la compra de ONO por Vodafone, fijada 7.200 millones de euros y sobre la que estaba vinculado un bonus de 65 millones de euros, repartido en 25 millones para el expresidente de la empresa, José María Castellano; otros 25 para la exconsejera delegada, Rosalía Portela y los 15 restantes para el antiguo director financiero, Carlos Sagasta. Los tres vieron rescindidos sus contratos o fueron despedidos con cajas destempladas, acusados de un fraude fiscal en los pagos del IVA con el que se pretendía forzar un incremento de la facturación para conseguir una mayor valoración de ONO a efectos de la transacción.

La denuncia presentada por Hernández-Mancha indica que la inspección fiscal que motivó tan graves acusaciones llegó a su fin en enero con un Acta de Conformidad en la que se establece que no existe infracción tributaria punible. El escrito de reclamación señala que, a la vista del acuerdo con la Agencia Tributaria, Vodafone España reconoce que las imputaciones contra Castellano y Portela “carecían de sustento jurídico alguno”, por lo que la filial de la multinacional británica en España ha rechazado el bonus “con excusas de mal pagador”. El abogado añade que las ‘due dilligence’ realizadas por DLA Piper no detectaron la menor irregularidad y las auditorías de PwC y KPMG se resolvieron siempre sin salvedades.

El daño del conflicto para las cuentas de Vodafone podría alcanzar una cifra equivalente a las pérdidas de 160 millones registradas el último año en España

La reclamación ante la SEC fija también el importe de los eventuales daños económicos que todo este conflicto puede causar a la multinacional británica. El quebranto comienza a partir de los 100 millones de euros que los dos principales directivos de ONO exigen ahora para cobrar su bonus, pero también y al mismo tiempo para resarcirse de los daños morales infringidos por las acusaciones de Vodafone. Cabe recordar en este sentido que los representantes legales de Castellano y Portela tienen presentada una querella en defensa del honor contra la plana mayor de la operadora en España, encabezada por su consejero delegado, Antonio Coimbra.

A esta partida hay que añadir los 56,5 millones de euros que Vodafone ha tenido que abonar a la Hacienda Pública como consecuencia del “incidente fiscal” derivado del supuesto fraude del IVA que luego no fue tal. Este importe no fue deducido en su momento del precio de compra de ONO, por lo que la multa tributaria ha caído a plomo sobre las cuentas de la compañía. En definitiva, el 'rifirafe' provocado para ahorrarse el bonus puede resultar muy caro a la multinacional británica, casi tanto como la cifra de pérdidas registradas por en nuestro país en el último ejercicio económico cerrado el pasado 31 de marzo.

Vodafone ha cosechado este año 'números rojos' por valor de 159,8 millones que contrastan con los beneficios de 37,6 millones contabilizados en el ejercicio precedente. El resultado de explotación se ha saldado también con pérdidas de 192 millones frente a un resultado positivo de 95 millones hace un año. Esta negativa evolución nace de una caída de la cifra de negocios, que se redujo en casi un 9%. Desde el año 2010 Vodafone viene padeciendo un fuerte deterioro en España, que se ha traducido en un caída de ingresos de más del 40%, pasando de una facturación de 6.400 millones a 3.700 millones en estos cinco años. El efecto más concluyente del estado de situación que presenta la empresa ha sido el reciente expediente de regulación de empleo que va a suponer el despido de 1.059 trabajadores.