Seat apuesta por fabricar en China en su tercer intento de 'tomar' el gigante asiático

Seat busca fórmulas para fabricar en China. La filial del grupo Volkswagen (VW) estudia la manera rentable de asaltar el mercado chino, un movimiento que pasa por ensamblar modelos de Seat en factorías del gigante asiático, según explican fuentes cercanas al grupo de automoción. Será la tercera intentona de la firma en ese mercado asiático, después del fracaso que supuso dejar de exportar a China en abril del pasado año.

Entre 2012 y 2014 Seat vendió en China más de 3.300 vehículos, una cifra pequeña para el potencial del gigante asiático. Es más, el negocio resultó deficitario para la marca española. Previamente, había habido un intento a mediados de los años noventa, ensamblando piezas en China que se traían desde Seat. Fuentes oficiales de la compañía se limitaron a aceptar que la cuestión está en estudio y que, con el actual marco arancelario del país, sólo la producción allí permitiría reposicionar la marca española en China.

En este sentido, el año se presenta movido. No en vano, a principios de 2015, Seat también salió de Rusia, porque la crisis económica de ese país hacía inviable seguir operando a precios normales. Se da la circunstancia de que China y Rusia habían sido declaradas mercados estratégicos para Seat por el antiguo presidente, el británico James Muir.

Su sucesor, Jürgen Stackmann, tiene un planteamiento diferente para Rusia que para China. Mientras la salida de Rusia se contempla como un simple revés, Seat ya está trabajando para buscar una fórmula que le permita volver al mercado chino de manera rentable. El grupo español sigue en pérdidas, aunque se espera que los números rojos se rebajen de manera sustancial en el cierre de cuentas de 2014, que se hará público este mes de marzo.

Fuentes del sector señalan que las fórmulas que baraja Seat para volver al mercado chino son o fabricar en algunas de las 16 plantas que tiene el grupo VW en China o asociarse con un fabricante local. En ningún caso se construiría una nueva factoría, con el coste que ello supondría.

El peso del arancel

La operación de exportar vehículos al gigante asiático fracasó por el peso arancelario que han de soportar los fabricantes de fuera del país asiático. Por eso, la fabricación allí daría una nueva dimensión al proyecto. Seat es el primer exportador español, pero opera sobre todo en mercados europeos consolidados, como es el caso de Alemania, Italia y Gran Bretaña.

En el caso de China también habrá que escoger de manera muy estudiada por qué coche se apuesta para esta aventura. Una alternativa podría ser el Seat Toledo, que actualmente se fabrica en la República Checa, en plantas de Skoda, dado el gusto de los chinos por los modelos sedán. En este sentido, la adjudicación del nuevo SUV que se empezará a comercializar en 2016 refuerza que haya producto para este mercado.

Con esta operación, Seat sigue la estela de VW. La multinacional alemana es el primer fabricante europeo de coches en China. VW y sus socios industriales locales venden más de 3 millones de vehículos anuales en ese país. En todo caso, la opción se estudiará sin prisas para intentar asegurar el tiro y que verdaderamente a la tercera sea la vencida. Por ello, la decisión definitiva podría demorarse durante todo este año 2015.