Zinkia (Pocoyó) se acoge al preconcurso de acreedores tras el fracaso de los bonos
Zinkia, la productora de Pocoyó, ha acordado presentar el preconcurso de acreedores tras el fracaso de la emisión de bonos que había anunciado
Zinkia, la productora de Pocoyó, ha acordado presentar el preconcurso de acreedores ante el Juzgado Mercantil de Madrid tras el fracaso de la emisión de bonos que había anunciado a principios de este mes, tal y como adelantó El Confidencial este martes.
La compañía ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que "a la vista de la emisión de obligaciones simples, así como del análisis de la situación financiera y la previsión de tesorería a corto plazo y ante las dificultades para afrontar los próximos vencimientos, el consejo de administración ha acordado presentear la comunicación prevista en el artículo 5 bis de la Ley Concursal ante el Juzgado Mercantil de Madrid".
La creadora de Pocoyó anunció el lanzamiento de una emisión de obligaciones simples a tres años por un importe de 7,78 millones de euros, que fue aprobada por la CNMV, pero ésta cuestionó la remuneración de la emisión, y advirtió que la empresa no contaba a corto plazo con liquidez suficiente para pagar sus deudas.
Fuentes financieras habían confirmado hace unos días que la empresa de Pocoyó estaba lejos de completar la emisión de bonos al 11% con la segunda colocación de obligaciones desde que empezó a cotizar en bolsa en 2009. El período de colocación estaba abierto hasta hoy.
El pasado 8 de octubre, el organismo supervisor sacó toda su artillería mediática para avisar de los riesgos de invertir en Zinkia, compañía que “no cuenta a corto plazo con liquidez suficiente para atender el pago de sus deudas". La Comisión recalcó también que la productora de Pocoyó tenía un fondo de maniobra negativo a fecha 30 de junio y que en los seis primeros meses del ejercicio su cifra de negocios descendió un 48%.
Una llamada de atención que se terminaba con la advertencia de que, "si todas estas circunstancias persistiesen, Zinkia podría incurrir en alguno de los supuestos previstos en la normativa concursal". O lo que es lo mismo, vinculó la captación de dinero mediante esta emisión a la necesidad de obtener fondos para evitar el concurso de acreedores.
En los últimos días, el presidente de Zinkia, José María Castillejo, había salido al paso de estos apercibimientos de la CNMV en distintos medios de comunicación para tratar de atraer a unos descreídos inversores. “Nos está costando porque la advertencia está generando preocupación en el mercado. Queremos seguir pagando a todo el mundo, aunque estamos buscando alternativas diferentes por si esto no sale”, asintió en TVE.
Ejecuciones en juego
Un reconocimiento explícito de que ni Auriga, un bróker institucional con una filial en Estados Unidos, ni Gestión de Patrimonios Mobiliarios (GPM), los dos colocadores, han conseguido captar las órdenes de compra suficientes para completar la emisión con vencimiento a tres años y con una rentabilidad del 11%. Una rentabilidad que para los responsables de mercados de la Comisión es insuficiente por el riesgo que supone comprar títulos de Pocoyó.
Fuentes próximas a la compañía señalan que nunca en la historia la CNMV había hecho una consideración sobre el precio de venta de los títulos como ha realizado con Zinkia, cuando en los últimos años ha habido casos que han sido un auténtico escándalo, como los famosos Valores Santander (los ahorradores perdieron más de un 40% de lo invertido), las numerosasparticipaciones preferentes y los cuotas participativas de la CAM. Por ello, a Zinkia no le ha quedado más remedio que poner en marcha el plan B de urgencia para evitar que los acreedores ejecuten las garantías de sus préstamos.
Zinkia, la productora de Pocoyó, ha acordado presentar el preconcurso de acreedores ante el Juzgado Mercantil de Madrid tras el fracaso de la emisión de bonos que había anunciado a principios de este mes, tal y como adelantó El Confidencial este martes.