Las cajas rurales sueltan lastre: Bantierra vende 150 millones tóxicos al fondo HIG

Todos tienen muertos en el balance. Ni siquiera las cooperativas de crédito se libran del proceso de saneamiento. El pasado lunes, se suscribió la primera venta de una cartera de activos del sector en España. El vendedor ha sido Bantierra, la antigua Caja Rural de Aragón, que se ha deshecho de una cartera de crédito al consumo y pymes de un importe aproximado de 150 millones de euros al fondo de inversión norteamericano BaysideCapital, filial de HIGCapital, especializada en la compra de carteras de deuda.

Con esta transacción, Bantierra consigue que una cooperativa de crédito acceda a un segmento del mercado donde sólo estaban presentes las entidades financieras convencionales. La antigua Caja Rural de Aragón, que ha estado asesorada por las firmas AnalistasFinancierosInternacionales (AFI) y MaCGroup, recurre a una herramienta muy habitualen la gestión de activos por parte de bancos y cajas para aligerar su balance y conseguir algo de liquidez tras haber provisionado ese portfolio de deuda.

Tras un proceso restringido de venta, el comprador final ha resultado ser el fondo estadounidense HIG Capital, que en su apuesta por Europa, y en particular por España, ha presentado la mejor oferta por la cartera de deuda de 150 millones de euros. Precisamente, este inversor, a través de su filial RealtyPartners, es uno de los finalistas de última hora que se ha colocado en la puja por el primer lote de activos inmobiliarios de Sareb (‘Operación Bull’), cuyo resultado debería conocerse esta misma semana.

Como en todas las operaciones de este segmento, el comprador tiene contratados los servicios de un especialista en recuperaciones (servicer), que en este caso es Cobralia, encargado de realizar el due dillegence de la cartera crediticia. Otros fondos que ya han realizado inversiones de este tipo, como Centerbridge, Apollo o Lone Star, cuentan con sus propias plataformas de recobro, como Aktua o Hudson, y pujan también por las gestoras inmobiliarias de Bankia (Bankia Hábitat) y La Caixa (Servihabitat).

Primero para obtener liquidez, luego para sanear su balance, las entidades financieras han recurrido al dinero de los fondos oportunistas para afrontar su proceso de saneamiento. Los primeros en llevar a cabo este tipo de operaciones fueron los grandes bancos, con el Santander a la cabeza, a los que luego han ido siguiendo las entidades medianas y, por último, las cooperativas de crédito. Por norma, las transacciones se producen con grandes descuentos (80-90%) sobre el valor nominal de los créditos.