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RWE se acerca a Iberdrola para proponerle un intercambio de activos
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GALÁN RECHAZA LA OFERTA TRAS ANALIZAR COMPRAS EN EE UU

RWE se acerca a Iberdrola para proponerle un intercambio de activos

Las compañías eléctricas empiezan a moverse debido a la difícil situación financiera, los débiles resultados y las disputas accionariales. Una de las alternativas que se han

Foto: RWE se acerca a Iberdrola para proponerle un intercambio de activos
RWE se acerca a Iberdrola para proponerle un intercambio de activos

Las compañías eléctricas empiezan a moverse debido a la difícil situación financiera, los débiles resultados y las disputas accionariales. Una de las alternativas que se han puesto encima de la mesa en las últimas semanas es el intercambio de activos entre la alemana RWE e Iberdrola, propuesta que la española ha rechazado en un primer instante.

Así lo aseguran fuentes próximas a la compañía con sede en Bilbao, que ayer presentó un beneficio trimestral de 1.014 millones de euros, con una mejora del 10,1%. Todo lo contrario que el grupo germano, que en 2010 vio como su ganancia cayó un 7,4%, hasta los 3.310 millones. Lo peor no fue eso, sino la previsión de que su beneficio neto recurrente se desplome un 30% en 2011, lo cual ha llevado a la sociedad a plantearse transacciones corporativas que le ayuden a salir del bache.

Desde RWE han declinado comentar esta información al asegurar que nunca responden a “tales especulaciones de mercado”. Sin embargo, fuentes próximas a Iberdrola han confirmado el acercamiento del grupo con sede en Essen a través de un banco de inversión cuyo nombre no ha sido desvelado. Otras fuentes indican que la oferta de RWE, que llegaba incluso a proponer una posible fusión con la eléctrica española, fue rechazada por Ignacio Sánchez Galán. "La operacion no es positiva para Iberdrola, entre otras cosas porque le rebajarían inmediatamente el rating", explican desde un banco de inversión internacional.

El presidente de Iberdrola, cuyos portavoces han rechazado hacer ningún comentario oficial, no ha visto con buenos ojos el ofrecimiento de la empresa germana, afectada por el parón de varias de sus centrales nucleares tras el accidente de Fukushima (Japón). Su primer ejecutivo, Juergen Grossman, aseguró en la pasada junta general de accionistas que su beneficio se hundiría por debajo de las cuatro cifras por el impacto de las revisiones en sus plantas nucleares.

La reacción del mercado a esta declaración fue inmediata. Moody´s rebajó la calificación crediticia de RWE y varios de los principales brókers mundiales le cortaron su recomendación hasta vender o infraponderar. Entre otros, Goldman Sachs, Nomura, Commerzbank, HSBC, JP Morgan, Société Génerale y Citi. De un total de 42 analistas que cubren el valor, tan solo nueve aconsejan comprar por 22 que han indicado a sus inversores que salgan del valor.

Venta de activos

Ante esta situación, RWE ha decidido poner en marcha un programa de desinversiones valorado en unos 8.000 millones de euros. La compañía quiere vender algunas de sus redes de energía en Alemania y en el Reino Unido, un país en el que Iberdrola tiene una gran presencia tras la adquisición de Scottish Power por 17.200 millones.

El nombre de la española también sonó como presunto comprador de Centrica, información aparecida en Financial Times que no llegó a concretarse. Lo que si ha mirado Iberdrola con mucho detenimiento es su expansión por Estados Unidos. Galán ha analizado las posibles compras de una de las cinco mayores eléctricas en EE UU, un mercado en el que la vasca se ha convertido en el segundo productor de energía renovable.

Entre las elegidas estaban Southern & Co, Exelon, Dominion Resources, Duke Energy y Nextera. Pero las conversaciones tampoco surgieron efecto. Cualquier de ellas hubiera supuesto ampliar el capital de Iberdrola en al menos el 50%, lo cual hubiera diluido de forma significativa a todos los accionistas, entre ellos ACS. La última operación corporativa que ha hecho  Galán ha sido la compra de la brasileña Elektro por 1.800 millones de euros. La transacción, anunciada a finales de enero, fue desmentida por ambas partes en una primera instancia.

Las compañías eléctricas empiezan a moverse debido a la difícil situación financiera, los débiles resultados y las disputas accionariales. Una de las alternativas que se han puesto encima de la mesa en las últimas semanas es el intercambio de activos entre la alemana RWE e Iberdrola, propuesta que la española ha rechazado en un primer instante.