Las grandes fortunas españolas obligan a Bergel a quedarse en Gala Capital

Jaime Bergel Sainz de Baranda ha tenido que dar marcha atrás en sus intenciones de dejar el capital riesgo y volver a la banca de inversión. El presidente de Gala Capital se ha visto obligado a rechazar la oferta de JP Morgan para convertirse en el responsable de Oriente Medio y África por las presiones de los inversores de la firma de private equity, que la semana pasada montaron en cólera al enterarse a través de El Confidencial de las pretensiones de Bergel.

El que fuera el primer ejecutivo de Merrill Lynch para España y Portugal entre 2000 y 2003 se reunió el pasado viernes con las grandes fortunas españolas que están presentes en el accionariado de Gala Capital para dar explicaciones sobre sus conversaciones con JP Morgan, entidad con la que tenía un acuerdo para incorporarse de inmediato. Bergel, que en su día fue considerado uno de los banqueros con más prestigio del sector, expuso que su plan era hacer una transición ordenada para que los inversores eligieran un nuevo ejecutivo que continuara con la gestión de la cartera.

Pero algunos de los presentes, entre los que se encontraban representantes de apellidos tan adinerados como Del Pino (Ferrovial), Jove (Inverante) o Koplowitz (a través de Omega), no se quedaron contentos con los argumentos de Bergel, quien expuso que su fichaje por JP Morgan se había precipitado por el fallecimiento de Javier Zurita el pasado 2 de febrero. Zurita, miembro de una saga familiar dedicada a las finanzas, pereció al estrellarse un avión en un viaje de negocios en Irak. De 37 años, era el responsable del sector de telecomunicaciones para Europa, Oriente Medio y África.

Sin embargo, según fuentes conocedoras de la reunión, varios inversores expresaron su malestar por su fichaje por el banco estadounidense, que se había concretado mucho antes del fatal accidente. Y, sobre todo, por haberse enterado por la prensa, por lo que le han exigido quedarse al frente de la sociedad hasta que se consume la liquidación del fondo. El banquero, ante las presiones de sus inversores, ha aceptado continuar “sin condiciones” al frente de Gala Capital.

Aunque el ambiente fue tenso, no todos los accionistas de Gala Capital echaron en cara a Bergel lo que algunos han calificado de “traición”. De hecho, una de las familias más relevantes del fondo, entre las que también se encuentran Jaime Castellanos (presidente de Lazard y ex presidente de Recoletos) y los Mencos (próximos a Esperanza Aguirre), mostraron su comprensión. “Es una persona honesta y responsable que se va a comportar como el gran banquero que es”, han señalado.  “La oferta de JP Morgan era muy tentadora, pero estamos seguros que Jaime tendrá otras oportunidades como esa o mejores”, han añadido.

Gala Capital, creada en 2004, tiene seis empresas en cartera. Entre ellas destacan La Sexta, Panda Securities y Jimmy Choo. En la primera tiene menos del 10%, paquete que venderá si la cadena de televisión termina fusionándose con Antena 3. En la compañía informática comparte el capital con la familia Benetton a través de InvestIndustrial. Y en la sociedad de complementos de lujo también tiene una participación residual, que ahora mismo vale más de tres veces su aportación de capital. Las otras son las empresas de ingeniera Núcleo, de la que ya se ha desprendido de alguna filial, y GSE Group, que ha pasado por dificultades. Menores que las que ha sufrido Coronel Tapiocca, que como otras cadenas  (Festa, Musgo, etc…) ha suspendido pagos.

La única venta completada en su totalidad fue el 7% de Cesa Eólica, una empresa de renovables adquirida por Acciona en la que Gala Capital multiplicó por siete la inversión. Esa operación fue en 2007, tres años después de la constitución del private equity. El fondo fue levantado con unos 150 millones y sus gestores recibían en concepto de salario una comisión cercana al 3%, más otros suplementos por éxito.

Bergel no ha respondido a la llamada de El Confidencial para dar su versión de los hechos.