Casado deja CatalunyaCaixa para dirigir el think tank de las empresas del Ibex

Fernando Casado ha salido de CatalunyaCaixa. Lo anunció formalmente ayer, pero hacía semanas que había comentado su decisión entre sus más allegados, como adelantó en exclusiva este diario. En realidad, su marcha de la caja de ahorros catalana, donde ha ejercido como presidente poco más de tres meses, era un secreto a voces desde que decidió poner en marcha un proyecto profesional al margen del cargo institucional que había aceptado por invitación de las grandes familias catalanas.

A partir de ahora, Fernando Casado, quien fue primer ejecutivo del Instituto de Empresa Familiar desde su fundación, iniciará una nueva etapa al frente del Consejo Empresarial para la Competitividad. Esta iniciativa puesta en marcha por el ex presidente de CatalunyaCaixa aglutina a las principales grandes empresas nacionales, a las que ha convencido para embarcarse en un proyecto destinado a restablecer la confianza de la comunidad internacional en la solvencia de la economía española.

El nuevo think tank, del que ayer adelantó detalles Cinco Días, pretende aprovechar “la capacidad de análisis y las experiencias gerenciales de más de una veintena de empresas, todas ellas con proyectos de inversión en el exterior exitosos”. Este selecto grupo lo forman multinacionales como Telefónica, Iberdrola, Inditex, Repsol, ACS, Acciona, Ferrovial, Planeta, Criteria, Santander, BBVA, Mango o Mercadona, además del propio Instituto de la Empresa Familiar, del que Casado fue director general.

Según explican desde algunas de las compañías, el proyecto está aún en plena creación.“No hay nada concretado aún. Ni hay estatutos, ni se han realizado aportaciones ni sabemos aún bajo qué formato jurídico nos constituiremos”, subrayan desde otra empresa con presencia internacional. “Digamos que se ha sondeado a un número determinado de grandes corporaciones para valorar nuestra disposición a participar en una iniciativa de carácter privado dedicada a la promoción de la marca España”.

El único punto que parece claro es que dicho Consejo Empresarial para la Competitividad no aspira a ejercer funciones de lobby o grupo de presión frente a entes públicos. En principio, su único propósito es el de “colaborar con todas las instituciones para mejorarlos intereses de España ante el mundo”. Estas labores se concretarán en la elaboración de documentos de estudio y en promover encuentros y foros de diálogo en los que se den cita gobiernos, agentes sociales y organismos internacionales.

Aunque no existen plazos para su lanzamiento, la reciente salida de Fernando Casado de la presidencia de CatalunyaCaixa hace pensar que el proyecto ultima su recta final antes de presentarse en sociedad. Hace sólo dos semanas, siendo todavía presidente, el impulsor del nuevo proyecto había confiado en su círculo más íntimo que su decisión era “prácticamente irrevocable”, dada la magnitud de los distintos problemas y desencuentros con los que se había topado a su llegada a la caja fusionada, ahora ya un banco.