Rivera se abre a escenificar negociaciones entre equipos para que Sánchez se mueva

Rajoy empieza sus primeros contactos tras ser designado por el Rey como candidato a la presidencia del Gobierno. Este martes es el turno de Pedro Sánchez y mañana recibirá a Albert Rivera en el Congreso de los Diputados. En apenas tres semanas el jefe de Génova se verá dos veces con sus rivales políticos, esta vez con el encargo directo de Felipe VI de intentar formar Gobierno. Sin embargo, el resultado de ambas citas será con toda seguridad el mismo. Rajoy no consechará apoyos en su intento por lograr el sí por de la formación de centro ni tampoco obtendrá la abstención de las filas socialistas. El presidente de Ciudadanos cierra la puerta a cualquier negociación de contenidos y sólo se postula como mediador entre PP y PSOE, dispuesto incluso a sentarse en una mesa negociadora con equipos específicos, pese a que su partido no entrará en conversaciones ulteriores.

El líder de Ciudadanos acudirá a su cita con el presidente en funciones de este miércoles sin papeles en la mano, con la voluntad de escuchar... pero sin intención alguna de debatir o exigir reformas de leyes y propuestas concretas. Ni siquiera lo harán en el caso de que los populares ofrezcan un paquete de medidas sacado íntegramente del acuerdo de Gobierno firmado entre Sánchez y Rivera la pasada legislatura. "La abstención es gratis y lo hacemos solamente para facilitar la puesta en marcha del Gobierno y del país. No queremos negociar nada porque ni es nuestro proyecto ni nuestro candidato", insisten fuentes de la cúpula naranja.

Una vez desechada cualquier vía alternativa a la del Gobierno del PP en minoría, Ciudadanos es partidario de facilitar cuanto antes la investidura de Rajoy. De hecho, la fecha que manejan en el seno de la formación de centro coincide con las aspiraciones de los populares: la semana del 23 de agosto. Esta opción permitiría cerrar holgadamente el techo de gasto, los presupuestos generales -el límite para su tramitación final es el 30 de septiembre- y los compromisos adquiridos con Bruselas. En este sentido, el partido de centro dará el visto bueno a los presupuestos que el PP presente, siempre y cuando la investidura resulte exitosa para el candidato popular. Por eso, los contactos que las distintas fuerzas mantengan en agosto irán encaminados a mover la posición de los socialistas, para lo que el partido de centro estaría dispuesto a sentarse en una mesa de equipos negociadores.

Los equipos estarían integrados por los 'pesos pesados' de cada partido, como ya ocurriera el pasado febrero. En el caso de Ciudadanos, el vicesecretario general José Manuel Villegas y el secretario del grupo parlamentario, Miguel Gutiérrez, además de los primeros espadas económicos, Luis Garicano, Francisco de la Torre y Toni Roldán. Fuentes del partido explican que, aunque su posición no cambiaría ni un milímetro, su presencia en las mesas podría influir en la postura final del PSOE, ya que los acuerdos a los que se llegaran serían asumidos también por Ciudadanos. Precisamente es el coste de admitir un acuerdo con el PP el que impide a los socialistas pasar del "no es no" a la abstención.

El argumento de Rivera con respecto a la decisión de su partido es insistente: "Con nosotros tiene el trabajo hecho. Nos abstendremos sin condiciones". La ejecutiva nacional de Ciudadanos acordó la abstención -en segunda votación- de sus 32 diputados hace semanas con el objetivo de acabar con la situación de bloqueo actual y al desechar una vía distinta a la propuesta por el PP. El partido de centro dejó la pelota en el tejado del PSOE gracias a la realidad aritmética: la mayoría entre populares y centristas es insufuciente para sacar adelante la investidura, e incluso si C's hubiera decidido votar sí a Rajoy, siempre necesitaría la abstención de los socialistas. Por eso Rivera rechaza de plano moverse de lo que han bautizado como "abstención técnica" y en ningún caso accederá a una negociación programática como quiere el PP, orientada a cambiar el sentido de su voto.

Ciudadanos no apoyará a Rajoy

El líder de centro lo advirtió en día después de las elecciones: "No apoyaremos a Rajoy". E incluso se lo trasladó al Rey en su reunión la pasada semana cuando en el Palacio de la Zarzuela Rivera explicó a Felipe VI que su formación apoyaría e incluso entraría en un Gobierno de coalición con las fuerzas constitucionalistas si hubiera "un nuevo presidente".

Este lunes el dirigente barcelonés lo reiteró al reconocer que su partido entraría en negociaciones de contenidos con un fin de pacto real si el candidato de los conservadores fuera otro distinto y no el que ha dirigido un partido durante años y años de casos de corrupción. "Creo que de eso no tiene dudas ni él", sugirió el líder naranja.

Cerrando cualquier puerta a cambiar el voto si es Rajoy quien se presenta a la investidura, Rivera traslada "toda la importancia" a la reunión que mantendrán esta mañana el conservador y Sánchez, al insistir en que si el PSOE decide finalmente abstenerse "ya puede haber Gobierno". En ese sentido, el líder de Ciudadanos pidió una vez más "responsabilidad y sentido de Estado" a ambos para que uno pueda salir del no rotundo y el otro, "por supuesto" vaya a la investidura "como marca la Constitución".