Iglesias, contrario a la abstención, controlará la redacción de la pregunta a las bases
El líder de Podemos considera que ha cedido, levantando vetos y despejando los maximalismos programáticos, por lo que ahora exhorta a PSOE y Ciudadanos a que también cedan
Todo dependerá del curso de las negociaciones, pero si se mantiene el acuerdo PSOE-Ciudadanos en lo sustancial, sin cambios en materia de fiscalidad, déficit y gasto social, o lo que es lo mismo, los de Albert Rivera marcan la pauta económica, Pablo Iglesias defenderá el voto en contra durante la investidura. El secretario general considera que ha cedido, levantado sus vetos a la formación centrista y despejado los maximalismos programáticos, por lo que ahora exhorta a PSOE y Ciudadanos a que también cedan para evitar una repetición de elecciones.
Si ambas formaciones se mantienen en el “inmovilismo”, no le temblará la voz a la hora de defender el rechazo en otra hipotética investidura de Pedro Sánchez. Es solo su posición, que tiene como telón de fondo conseguir que los de Albert Rivera no formen parte del Ejecutivo, pero tampoco el ala más liberal del PSOE, al tiempo que intercambia roles con Ciudadanos, abandonando la posición del bloqueo para que la ocupe Rivera. Otros sectores de la formación son más benevolentes con la abstención, varias claves internas invitan a evitar a toda costa la repetición de elecciones, aunque para ello no debe entrar la formación naranja en el reparto de carteras.
La decisión final recaerá sobre las bases, pero los antecedentes y la demoscopia indican que lo importante no es tanto el qué sino el cómo. La orientación de la pregunta que se realizará a los inscritos y, sobre todo, los argumentos que desplieguen las voces autorizadas de la formación sobre el sentido del voto. De no producirse cambios en el documento base del acuerdo entre socialistas y naranjas, Iglesias tiene clara la postura que defenderá. La redacción de la pregunta, una vez aprobada la consulta a propuesta del propio secretario general en el consejo ciudadano estatal del pasado sábado, recaerá sobre el consejo de coordinación, en el que Iglesias ostenta su control.
La pregunta “será clara y concisa”, según concretan fuentes de la formación, y se dejará margen para elegir el sentido del voto en la investidura: a favor, en contra o abstención, haya o no acuerdo para un Gobierno “del cambio y progresista”. Con todo, insisten en que los esfuerzos del equipo negociador, al frente del que estará Iglesias tras relegar a Errejón, “están volcados en la consecución de un acuerdo con el PSOE que nos permita la formación de un Gobierno a la valenciana”. Y esta es la opción con la que les gustaría llegar al día de la consulta. Para ello agotarán todos los cartuchos.
El referéndum con las bases podría realizarse en un margen muy estrecho de tiempo, una vez ya aprobado por los órganos de decisión pertinentes, y al realizarse solamente de manera telemática, descartando la votación presencial, según fuentes del partido. La dirección de Podemos ha tratado de cerrar filas sobre su postura en la investidura, argumentando que “no obtuvimos cinco millones de votos para blanquear las políticas injustas del PP”. Sin embargo, avanzan que “la decisión última en una organización democrática como la nuestra la ha de tener la gente”.
El número dos del partido, Íñigo Errejón, encabeza el sector más optimista y que defiende una postura más pragmática sobre la investidura. Este mismo lunes señalaba que “las posibilidades de acuerdo, siendo muy prudentes, son mejores”. Todo ello a la espera de que se produzca el primer encuentro a tres (PSOE, Podemos y Ciudadanos), que previsiblemente no se celebrará antes de este jueves. Sobre la línea roja del referéndum en Cataluña, Errejón incluso ha declarado que “no es un tótem al que alabar o derribar”, al tiempo que insinuaba que el desbloqueo para la formación de Gobierno podría pasar por la abstención, aunque sin aclarar si sería la de Podemos o la de Ciudadanos. Unas tesis que caminan en su empeño por iniciar la construcción de “un Podemos más amable, más seductor hacia fuera y más integrador hacia dentro".
Distintos resultados a distintas preguntas
La consulta a las bases sobre la investidura no es un hecho inédito en Podemos. Tras las pasadas elecciones autonómicas, la formación emergente consultó a sus bases en Baleares, Extremadura y Castilla-La Mancha el sentido del voto en la investidura de los candidatos socialistas. El voto a favor permitió entonces a Emiliano García-Page, Guillermo Fernández Vara y Francina Armengol el acceso a la presidencia de sus respectivas comunidades autónomas. La redacción de las preguntas fue diferente, con una correlación directa sobre los resultados.
En Castilla La-Mancha ganó el sí a la investidura de Page, con un 96,37%, frente a poco más del 3% que defendió la abstención. La pregunta sobre esta segunda opción se completaba con el aviso de que, de salir ganadora, Podemos iba a "permitir que gobierne la candidata del PP, María Dolores de Cospedal". Un resultado similar al de Baleares, donde el 95% se mostró a favor de impedir que siguiese gobernando el PP. Respecto a la pregunta sobre la conveniencia o no de formar parte de un Gobierno tripartito, en contra de la opinión de la dirección, más de un 40% votó que no se opondrían. En Extremadura, donde las opciones eran más asépticas, incluyendo sí, no o abstención, los resultados fueron, respectivamente, del 44,19% para la primera opción, del 26,57% para segunda y del 29,34% para la tercera.
La redacción de la pregunta, que recaerá sobre Iglesias, será crucial para orientar las respuestas. Otro ejemplo reciente tiene que ver con la consulta a las bases sobre la estrategia de convergencia con otras fuerzas previa a las generales: “¿Aceptas que el consejo ciudadano de Podemos, en aras de seguir avanzando en la construcción de una candidatura popular y ciudadana, establezca acuerdos con distintos actores políticos y de la sociedad civil siempre que 1) los acuerdos se establezcan a escala territorial (nunca superior a la autonómica) y 2) se mantengan siempre el logotipo y el nombre de Podemos en el primer lugar de la papeleta electoral incluso si eso implica concurrir a las elecciones generales en algunos territorios con fórmulas de alianza (Podemos-X)?”.
Los resultados de las negociaciones determinarán el tipo de pregunta que se realice a las bases, e independientemente de su resultado permitirán descargar a la dirección de cualquier responsabilidad sobre el desenlace, ya sea el apoyo a un Gobierno encabezado por Pedro Sánchez o la repetición de elecciones. Los 393.714 inscritos en Podemos son quienes tomarán la decisión final.
Todo dependerá del curso de las negociaciones, pero si se mantiene el acuerdo PSOE-Ciudadanos en lo sustancial, sin cambios en materia de fiscalidad, déficit y gasto social, o lo que es lo mismo, los de Albert Rivera marcan la pauta económica, Pablo Iglesias defenderá el voto en contra durante la investidura. El secretario general considera que ha cedido, levantado sus vetos a la formación centrista y despejado los maximalismos programáticos, por lo que ahora exhorta a PSOE y Ciudadanos a que también cedan para evitar una repetición de elecciones.
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