Podemos no tiene asegurada la reedición de todas sus alianzas si se repiten las elecciones

La repetición de elecciones es un escenario que ninguna confluencia territorial de Podemos desea, asumiendo que sería un “fracaso”, pero en caso de producirse aseguran estar preparadas. En Comú y En Marea, las confluencias catalana y gallega, respectivamente, volverían a reeditar sus alianzas con Podemos. Estas candidaturas entienden que ya cuentan con una dinámica propia. En Comú incluso se plantea reconvertir en un partido político la coalición. En el caso de los gallegos tampoco se rehuiría el debate sobre el formato bajo el que concurrir a las nuevas elecciones y la forma de ampliar los marcos para “seguir sumando fuerzas”. Eso sí, sobre el proceso de confluencia, la portavoz parlamentaria de las mareas, Alexandra Fernández, aduce que “está completamente avalado por la ciudadanía”. En cambio, la confluencia valenciana, que formaron Compromís-Podem, presenta una serie de factores que dificultan la posibilidad de volver a materializarse ante el hipotético escenario de una repetición electoral.

La ejecutiva de Compromís, que ya decidió desvincularse del grupo parlamentario de Podemos, tendría que volver a someter a debate el formato con el que concurrir a las elecciones. Según fuentes de la coalición valenciana, todos los escenarios están abierto, e incluso se contempla la posibilidad de que la alianza se produzca con Esquerra Unida del País Valencià (EUPV), en lugar de con Podemos. Asimismo, las fuerzas que integran Compromís (Iniciativa del Poble Valencià y Bloc Nacionalista Valencià) valorarían someter a consulta entre sus bases la decisión que tomase la ejecutiva.

El acuerdo entre Compromís y Podemos fue el que más tensiones presentó y no se materializó hasta poco antes de cerrarse el plazo en la Junta Electoral para inscribir las coaliciones. Durante las negociaciones, incluso sobrevoló la amenaza de ruptura entre las dos almas de la coalición valenciana, que forman el ala más izquierdista de IdV y la nacionalista del Bloc. Iniciativa incluso valoró cesar temporalmente su convivencia con el Bloc, quien más se resistía al pacto con Podemos por no incluir a IU, para acudir en solitario junto con Podemos. Una opción que ponía incluso en riesgo la estabilidad del Gobierno valenciano. Finalmente, la consulta entre las bases del Bloc ratificó el acuerdo por la mínima, con el 52% de los votos.

Las tensiones que acompañaron a las negociaciones de la alianza valenciana hasta el último momento no tardaron en volver a producirse tras su llegada al Congreso. La oferta de Pablo Iglesias de integrarse en un único grupo confederal fue rechazada por Compromís. Los nueve diputados valencianos se dividieron sobre el camino a seguir. Los cinco diputados de Podemos optaron por integrarse en el grupo confederal, mientras que los cuatro de Compromís se inclinaron por registrar una petición de grupo propio que la Mesa del Congreso rechazó. Ante esta tesitura, los representantes de la coalición valenciana tomaron la decisión de integrarse en el Grupo Parlamentario Mixto.

Las relaciones entre ambas formaciones se enfriaron desde entonces, aunque a nivel parlamentario siguen coordinados para presentar iniciativas conjuntas, como harán en breve con una proposición no de ley sobre financiación. La repetición de elecciones volverá a poner sobre la mesa las diferencias sobre la estrategia a seguir, ya no solo entre Compromís y Podemos, sino entre las dos almas de la coalición valenciana. Precisamente, el Bloc siempre supeditó el pacto a la integración en este de la federación valenciana de Izquierda Unida.

En Marea tiene ya una dinámica propia y no puede volver a empezar la reflexión desde cero

La frustrada coalición a nivel estatal entre Podemos e Izquierda Unida tampoco tiene visos de cambiar ante un hipotético escenario de repetición electoral. Pablo Iglesias ha apostado desde el primer momento por incluir a la formación de izquierda en su propuesta de Gobierno del cambio presidido por Pedro Sánchez. Sin embargo, el secretario general ha aclarado que se trata de “dos partidos diferentes”, y en el actual contexto este extremo no está en su hoja de ruta.

La hoja de ruta de En Marea ante una hipotética repetición de elecciones sería la misma que de cara a los comicios autonómicos, previstos para el próximo mes de octubre. Seguir extendiéndose y sumando fuerzas. “Este espacio político siempre ha estado abierto, cualquiera puede participar de él, pero En Marea tiene ya una dinámica propia y no puede volver a empezar la reflexión desde cero”, explica su portavoz parlamentaria preguntada por la posible inclusión del BNG, que en los pasados comicios concurrió en solitario y no consiguió representación en el Congreso.