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Sánchez busca un pacto 'in extremis' en el PSOE en medio de un clima de 'guerra civil'
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reunión con los líderes regionales socialistas

Sánchez busca un pacto 'in extremis' en el PSOE en medio de un clima de 'guerra civil'

Cena hoy con sus barones para tratar de llegar a un acuerdo antes del Comité Federal de mañana lunes. Sobre la mesa: análisis poselectoral, investidura del presidente y el liderazgo del propio Sánchez

Foto: Pedro Sánchez, tras reunirse con Mariano Rajoy. (EFE)
Pedro Sánchez, tras reunirse con Mariano Rajoy. (EFE)

El lunes, el calendario marca el día 28 de diciembre. El día de los Santos Inocentes. En la agenda socialista, el 28-D es la fecha en la que se ha de celebrar el Comité Federal del PSOE en el que tienen puestos sus ojos propios y extraños. Pedro Sánchez se presentará ante la cumbre política de su partido con unos pésimos resultados electorales -los peores de toda su historia en democracia- y con una seria tensión interna sobre qué hacer con sólo 90 diputados: ser líderes de la oposición o intentar articular una compleja mayoría alternativa con la formación morada de Pablo Iglesias y con, forzosamente, más aliados.

Las aguas bajan revueltas en el centenario partido político con sede en Ferraz. Buena parte de los barones no quieren ni oír hablar de pactos con Podemos y la lideresa andaluza, Susana Díaz, le ha cantado las cuarenta a su secretario general al respecto: nada que tratar con Iglesias mientras siga en sus trece de demandar un referéndum de autodeterminación para Cataluña, porque con la unidad de España "no se juega", y también porque la maniobra podría suponer una espada de Damocles que lleve a la desaparición del PSOE. Díaz también se ha mostrado dispuesta a dar un paso adelante si hay nueva convocatoria electoral por ingobernabilidad del país. Aunque todavía no ha mostrado sus cartas en público.

[Resultados de las generales del 20-D por comunidades y municipios]

Pedro Sánchez se reunirá en la noche de este domingo con los líderes del partido a nivel regional, con sus barones, para tratar de calmar los ánimos de los más beligerantes y llegar a un pacto que permita llevar una posición común al Comité Federal y no dar imagen de desunión.

No es inhabitual que el PSOE haga estos encuentros en los momentos previos a la reunión del máximo órgano de poder del partido, aprovechando que todos los secretarios generales regionales, o la mayoría de ellos, pasan esa noche en Madrid. En esta ocasión, no obstante, además de la búsqueda de un acuerdo de partido sobre las líneas principales de actuación estará el liderazgo del propio Sánchez, que ya se comenta abiertamente y sin tapujos entre los socialistas. Él mismo se puso en el centro de la diana al anunciar ante su ejecutiva el lunes, con la resaca de los resultados del 20-D bien calientes, que aplazaría el congreso federal hasta la primavera y que él se postularía como candidato a la reelección. Una maniobra que en los territorios, e incluso en su propio equipo, se vio como extemporánea, porque lanzaba el mensaje de que le preocupaba más su continuidad en Ferraz que la gobernación del país.

Quién marca la política

La irritación creció cuando, el miércoles, en su primera rueda de prensa tras las generales, se dirigió a la presidenta andaluza para advertirle de que las líneas de actuación las marca "la dirección federal" y él mismo como secretario general. Díaz saltó como un resorte, como también lo hizo en público el manchego Emiliano García-Page, para recordarle que la estrategia de pactos la aprueba el Comité Federal. Los principales barones ya habían puesto en circulación la idea de un texto alternativo al de Ferraz.

Sánchez busca “unir al PSOE en un pacto de izquierdas que respete la integridad territorial de España“, sin aceptar tampoco el referéndum que pide Podemos

Sánchez, para intentar apaciguar el frente interno, ratificó que para él también existe la línea roja de la consulta en Cataluña, y que ahí no cedería jamás. Su propósito es, pues, "unir al PSOE en un pacto de izquierdas que respete la integridad territorial de España". "Nunca negociaré nada que afecte a la integridad territorial de España. Así se lo dije a Pablo Iglesias [en la conversación que ambos mantuvieron el 24 de diciembre], porque si quiere abordar ese asunto nunca estaríamos de acuerdo y bloquearía cualquier posibilidad de entendimiento", declaró a 'El País'. El secretario general ha dejado claro, desde el pasado domingo, que no renuncia a liderar un Gobierno "de cambio" si Rajoy naufraga en su intento, mientras que los barones críticos, con Díaz a la cabeza, le subrayan que el sitio en el que los ciudadanos han puesto al PSOE es en la oposición.

Sin marcha atrás

Puede que finalmente haya acuerdo sobre la cuestión de los pactos. Pero eso no disipará el clima de hostilidad interno contra Sánchez. La contienda se ha destapado tras la tregua decretada por las elecciones y el partido se prepara para un nuevo choque. De fondo, pues, corre una lucha por el poder. "Pedro está muy presionado. Va a intentar salvar los trastos. Pero ya no hay marcha atrás: está cuestionado, su liderazgo está en boca de todos... Vivimos un clima de 'guerra civil'. Ahora el futuro del PSOE viene desde Andalucía", dicen a El Confidencial fuentes del PSOE de Madrid, organización que libra su propia batalla interna para 'derrocar' a Sara Hernández, su secretaria general.

Un histórico dirigente socialista afirma que "Pedro es el que va a presentar una alternativa a los barones", su hoja de ruta sobre cómo abordar la política de alianzas postelectorales. "Pero lo tiene difícil. Tenemos por delante una investidura, con posibles pactos; un congreso federal; una previsible convocatoria electoral si no hay investidura que hará que se barajen candidatos en el socialismo... En el PSOE está todo en juego". "El Comité Federal del lunes es decisivo, salvo que el domingo tengamos un acuerdo pactado", aclara la misma fuente.

“En el PSOE está todo en juego. El Comité del lunes es decisivo, salvo que la noche anterior tengamos un acuerdo pactado“, dice tajante una fuente socialista

El malestar de algunos líderes regionales es patente. Barones que habían arropado a Sánchez en otras ocasiones son ahora voces discordantes, como el extremeño Guillermo Fernández Vara o el asturiano Javier Fernández. La entrada con fuerza en la partida de Susana Díaz no ha hecho más que complicarle las cosas a Sánchez, que además de tener que bregar con los malos resultados electorales obtenidos tiene, además, que intentar esquivar las acometidas de la presidenta andaluza y de los principales barones. Para ella, Madrid sigue siendo un objetivo, ahora más cercano que hace tan solo una semana.

La cena de esta noche puede atragantársele a Pedro Sánchez. Los barones le pedirán cuentas y le pondrán líneas rojas que le impedirán sacar los pies de una baldosa. "Gran parte, muchos, no quieren acuerdos con Podemos. Toca hacer oposición. Trabar lazos con Podemos nos supondría restar, perder como partido".

"En esta partida se está jugando fuerte. Pedro Sánchez buscará también retrasar el congreso federal previsto para primeros de año -para tener margen en el caso de que la investidura del presidente del Gobierno se prolongue o haya convocatoria de nuevas elecciones-. Pero parece que no le va a ser posible lograrlo, ya que la fecha la marcará la correlación de fuerzas". "Pedro busca con el retraso del congreso ganar tiempo, de forma que si hay elecciones él será el candidato porque sería el secretario general. Es lo que busca", dicen las fuentes consultadas.

El lunes, el calendario marca el día 28 de diciembre. El día de los Santos Inocentes. En la agenda socialista, el 28-D es la fecha en la que se ha de celebrar el Comité Federal del PSOE en el que tienen puestos sus ojos propios y extraños. Pedro Sánchez se presentará ante la cumbre política de su partido con unos pésimos resultados electorales -los peores de toda su historia en democracia- y con una seria tensión interna sobre qué hacer con sólo 90 diputados: ser líderes de la oposición o intentar articular una compleja mayoría alternativa con la formación morada de Pablo Iglesias y con, forzosamente, más aliados.

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