Merkel, Sarkozy y Juncker acuden en auxilio de Rajoy frente a los pactos de izquierda

El centro derecha europeo, con Angela Merkel al frente, está reunido en Madrid en el congreso anual del Partido Popular Europeo para apoyar a Mariano Rajoy ante las próximas elecciones generales, tanto frente al ascenso de Ciudadanos como a los pactos de izquierda (del PSOE con Podemos). El presidente del Gobierno ha logrado una declaración específica del PPE a favor de la unidad de los actuales estados de la UE y, por tanto, en contra del separatismo catalán.

Los últimos acontecimientos en Portugal favorecen el mensaje que Rajoy cultiva en España con el apoyo del centro derecha europeo: la oferta de pacto de los socialistas a los comunistas lusos y al resto de los grupos de oposición para formar Gobierno “alternativo” a las opciones del vencedor de las elecciones del pasado 4 de octubre, Pedro Passos Coelho, miembro del PPE.

Los planes de coaliciones de Pedro Sánchez para después del 20-D en España tienen en el país vecino nombre y apellidos: todos los grupos de la oposición juntos para evitar que gobierne el primer partido, el de Passos Coelho, aunque haya logrado el 38% de los votos. Es la misma fórmula aplicada por los socialistas españoles en ayuntamientos y comunidades autónomas después de las elecciones del 24-M, donde han sumado con Podemos, Ciudadanos, nacionalistas, comunistas e incluso separatistas, para impedir gobiernos del PP.

El representante de los portugueses en el PPE se ha ausentado del congreso en Madrid por motivos obvios (la amenaza de quedarse en la oposición), pero a Rajoy le ha venido como anillo al dedo para reiterar su aviso al electorado propio, incluido el ahora proclive a decantarse por Ciudadanos: “Eso se prepara aquí” y “yo no lo haría”. El presidente del Gobierno insiste en que solo intentará formar Gobierno si su partido es el más votado, algo que no puede decir Sánchez porque su apuesta es hacer coaliciones después de los comicios a todas las bandas que le permitan los resultados.

Los populares europeos ven tambalearse a los dos ejemplos que ponen en toda la UE de gobiernos más eficaces a la hora de hacer frente a la crisis económica: España y Portugal. En el caso español, ven como amenaza tanto el ascenso de Podemos como el de última hora de Ciudadanos. Para el PPE, el partido de Albert Rivera también es un grupo populista de nuevo cuño. Sus diputados comparten grupo en la Eurocámara con los llamados 'liberales', que encabezan un independentista flamenco y donde caben nacionalistas españoles del PNV y CDC, más los restos de UPyD.

En defensa de la unidad de los estados de la UE

A la espera de recibir hoy en Madrid a los principales dirigentes del PPE, como Merkel o Sarkozy, Rajoy recogió ayer el apoyo expreso del presidente de la Comisión Europea, el también popular Jean-Claude Juncker, declarado partidario de que “España siga unida”.

En línea con el respaldo de Juncker a la unidad de España, el congreso del Partido Popular Europeo aprobó una resolución a instancias de sus anfitriones, los representantes alemanes y franceses, para reiterar que cualquier escisión de una parte de un país de la UE “está al margen de la legalidad y, por lo tanto, no estará reconocida”.

La evidente y repetida respuesta al desafío separatista de Artur Mas y Oriol Junqueras incluye el aviso de que los ciudadanos afectados por una hipotética secesión perderían su estatus de ciudadanos de la UE.

"Debemos unir ciudadanos, integrar economías, derribar fronteras, recortar distancias y aunar esfuerzos en aras del bienestar común europeo. El art. 1 del Tratado de la UE así lo consagra cuando habla de 'una Unión cada vez más estrecha”, reza el texto de la resolución, además de destacar que "la segregación y la división van contra la filosofía y el espíritu fundacional de la Unión Europea y contra la dirección de la historia".