Rajoy abre campaña: ofrece empleo, baja impuestos y moderniza el mensaje del PP
María Dolores de Cospedal ha defendido este viernes que los militantes y afiliados del partido tengan más protagonismo y puedan elegir de forma directa a sus representantes
Mariano Rajoy ha convertido su conferencia política y el Consejo de Ministros en pista de salida para la precampaña electoral. Llega al final de la legislatura muy desgastado en intención de voto, pero le queda el BOE, la mayoría absoluta y el Partido Popular. Este viernes ha aprobadouna bajada de impuestos, una rebaja de la luz, una mejora en las previsiones de crecimiento del empleo (602.000 puestos de trabajo este año), prometió (vía Cospedal) el principio de “un hombre, un voto” para su partido y dirigió un ataque directo al PSOE y Podemos “en defensa de la libertad”.
El presidente del Gobierno repite a sus más próximos que está convencido de que puede ganar las próximas elecciones generales, que todavía está a tiempo de reconciliarse con sus bases si logra que cale, con hechos, el mensaje de la recuperación; da una mano de pintura de renovación y humildad a su partido (y a él mismo) y consigue alertar de los peligros de una alternativa de gobierno de la extrema izquierda: PSOE más Podemos. Con esas premisas y para recuperar la iniciativa después de la debacle del 24-M, ha puesto en marcha la maquinaria del Ejecutivo y de su partido.
El Consejo de Ministros de este viernes dejó evidencia de la decisión de Rajoy de echar el resto. El cuadro macroeconómico aprobado es un adelanto de primera promesa electoral: el crecimiento económico elevado al 3,3%y terminar la legislatura con casi medio millón menos de parados que dejó Zapatero en 2011. Y para que pueda notarse algo más en el bolsillo del ciudadano, los 1.500 millones del adelanto de la bajada del IRPF para 2016 y otro descenso del 2,2%en la tarifa de la luz.
Y después de la reunión del Consejo, Rajoy y la mayoría de los ministros se marcharona la conferencia política del PP a defender su gestión, contestar a las dudas y escuchar algunas quejas de los dirigentes, altos cargos y algunos exalcaldes del partido. Más oportunidades para la promoción, alguna autocrítica y propósito de la enmienda en asuntos de comunicación y actitud.
Aunque la conferencia no es un congreso ni una convención, órganos donde se hacen nombramientos, cambios de estructura o programas; en la dirección del PP se han empeñado en celebrar una gran asamblea para abrir (dentro de un orden) debates internos sobre futuras propuestas electorales o reformas en el funcionamiento del partido.
En el capítulo de la autocrítica por las maneras y el lamento por los casos de corrupción destacaron en los distintos foros la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, como la clara figura emergente del partido; el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, o el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Senado, Antolín Sanz. Los dirigentes del PP en su conjunto asumen que el desgaste del Gobierno y propio está más en el pecado de la soberbia o la dejadez en materia de explicaciones que en las reformas acometidas. Y que los casos de corrupción, con el de Bárcenas por delante, el factor letal para sus relaciones con buena parte de su electorado tradicional.
“Necesitamos recuperar la proximidad, un cambio de actitud y desmontar el mito de que la izquierda es la única que hace política social cuando es el PP quien ha salvado el estado del bienestar”. Es el diagnóstico proclamado por Cifuentes como coordinadora de un foro básicamente organizado para defender la gestión de Rajoy.
El debate sobre los cambios internos en la organización lo abrió la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y lo remató el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno. La número dos de la organización propuso el principio de “un afiliado, un voto” para elegir a los presidentes del partido en todos los ámbitos territoriales, la limitación de mandatos y la incompatibilidad de cargos para no acumular más de uno.
Moreno fue más al detalle al defender que ningún dirigente esté en el cargo más de 8 años seguidos (el principio que se aplicó José María Aznar) y que no se pueda desempeñar más de un puesto, institucional u orgánico, al mismo tiempo.
Reforma electoral: segunda vuelta o prima
Sobre la reforma de la ley electoral, José Antonio Bermúdez de Castro, miembro de la dirección del Grupo Popular en el Congreso, planteó la conveniencia instaurar algún mecanismo de prima de representación a las listas más votadas en elecciones municipales, autonómicas y generales. Es la vieja propuesta de los populares de dar la mayoría absoluta a los candidatos que superen, por ejemplo, el 40% de los votos siempre que saquen más de 7 puntos al segundo.
En la conferencia se habló también de segunda vuelta o de los casos de Italia o Grecia, donde hay una prima de 50 escaños para el partido más votado. El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova,se levantó para preguntar por qué no se había hecho ya alguna reforma para que gobernara la lista más votada cuando estaba en el programa electoral con que el PP ganó las elecciones en 2011. “Y las promesas se hacen para cumplirlas”, remachó.
Mariano Rajoy ha convertido su conferencia política y el Consejo de Ministros en pista de salida para la precampaña electoral. Llega al final de la legislatura muy desgastado en intención de voto, pero le queda el BOE, la mayoría absoluta y el Partido Popular. Este viernes ha aprobadouna bajada de impuestos, una rebaja de la luz, una mejora en las previsiones de crecimiento del empleo (602.000 puestos de trabajo este año), prometió (vía Cospedal) el principio de “un hombre, un voto” para su partido y dirigió un ataque directo al PSOE y Podemos “en defensa de la libertad”.