Así deben tributar su patrimonio los ricos de Madrid para evitar problemas con Hacienda

Los patrimonios con más de tres millones de euros que residan en la Comunidad de Madrid tributarán este año, por primera vez en mucho tiempo, el Impuesto al Patrimonio. De esta forma, evitarán volver a abonar la cuota del Impuesto sobre las Grandes Fortunas que creó el Gobierno de Sánchez. Pero deben hacer la declaración con cuidado para evitar problemas con la Agencia Tributaria.

El borrador no incluye los últimos cambios en la normativa madrileña, sino que debe hacerlo el contribuyente, después de que el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso activara el Impuesto al Patrimonio para quedarse con la tributación que, de otra manera, recaudaría Hacienda sobre los patrimonios de más de tres millones con el Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF).

El plazo para declarar Patrimonio, que se hace ante la Agencia Tributaria (AEAT) aunque esté cedido a las comunidades autónomas, es el mismo que para la Renta. Es decir, empezó el 1 de abril y termina el 30 de junio. Sin embargo, el borrador sugiere una bonificación del 100% para los contribuyentes de Madrid, algo incorrecto. Si así lo declararan, se enfrentaría a potenciales reclamaciones tanto de la Hacienda de Madrid como de la estatal, a través del IGF.

El modelo que se debe presentar es el 714, en el que este año el programa de ayuda ha introducido nuevos diálogos para las deducciones y bonificaciones de Galicia, Andalucía y Madrid. Estas se visualizan al hacer clic en las casillas 48 y 50 del apartado "deducciones y bonificaciones autonómicas".

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En el caso de Madrid, el Gobierno de Ayuso estableció que los contribuyentes con patrimonios de más de tres millones deben tributar por su patrimonio para anular el IGF, después del fallo del Constitucional que avaló el nuevo impuesto. El diseño del renovado Impuesto sobre el Patrimonio en Madrid incluye una bonificación que es la diferencia entre la cuota íntegra de Patrimonio y la cuota del IGF.

De esta forma, el Ejecutivo madrileño ha evitado incrementar el gravamen a los contribuyentes beneficiados de un error de Hacienda al crear el IGF por el que grandes patrimonios se ahorraban hasta un 80% de la tributación, al aplicar la cuota de Patrimonio, aunque estuviera bonificada al 100%, al escudo fiscal. Este implica que las cuotas de Patrimonio, IGF e IRPF no pueden sobrepasar el 60% de la base imponible de la Renta, con una reducción máxima del 80%. Por ello, Hacienda pinchó con la recaudación al ingresar 623 millones, un 58% menos de lo previsto.

El Gobierno estableció que los contribuyentes con patrimonios de más de tres millones deben tributar por su patrimonio para anular el IGF

Pero el borrador de Patrimonio no recoge la cuota del IGF. Dicho borrador solicita al contribuyente datos para calcular las deducciones y bonificaciones, pero es el contribuyente el que debe incluir el IGF de forma manual en la casilla 200, para después llegar a la suma de las casillas 48 y 50. Si no se realiza el ajuste, indican fuentes de la Agencia Tributaria, el programa lo avisa. Además, se informa en el manual de presentación del impuesto, que los grandes contribuyentes suelen delegar en un asesor fiscal.

La declaración del IGF se realiza en julio, con lo que hasta entonces no se puede calcular, a través del borrador, cuál sería la cuota, y esto ya es fuera de plazo de la presentación de Patrimonio. Una opción a la que están acudiendo algunos asesores fiscales es simular la cuota con el modelo 718, el del Impuesto a las Grandes Fortunas, del año pasado.

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No obstante, fuentes de la AEAT indican que la agencia está trabajando en poner a disposición de los contribuyentes, antes de lo que correspondería, el borrador del IGF. El objetivo es que los grandes patrimonios, o sus asesores, puedan ya simular la cuota a efectos informativos para presentar Patrimonio correctamente.

Hay que tener en cuenta que el IGF, que superpone la tributación sobre Patrimonio y calca la base imponible de este, permite deducir lo que se paga por la riqueza a nivel autonómico, para evitar la doble imposición. Por lo tanto, si no se tributa correctamente por Patrimonio, los grandes contribuyentes podrían tener que realizar el IGF o enfrentarse a inspecciones de las haciendas autonómicas o de la estatal. Una vez que se tiene el cálculo, al haber incluido la cuota de IGF, el programa traslada el importe de la deducción o bonificación (hay una única casilla para ello) a la casilla del Impuesto sobre el Patrimonio. El programa Patrimonio Web asiste en el proceso.

En la Comunidad de Madrid, por lo tanto, la cuota de IGF se incluye en la casilla 200. En Galicia, donde había una bonificación al 50% en Patrimonio que se ha eliminado para quedarse con toda la recaudación, se requiere la cuota del IGF en la casilla 210. Por su parte, en Andalucía, donde el contribuyente puede elegir si tributa por Patrimonio o por IGF, si opta por la primera opción debe incluir la cuota del segundo en la casilla 200.