España es el tercer país que menos cumple las recomendaciones de la Comisión Europea

España es el tercer Estado miembro que menos cumple las recomendaciones de la Comisión. Así lo demuestra un estudio del laboratorio de ideas del Parlamento Europeo para el período entre 2019 y 2022, el último año con datos disponibles. Grecia lidera la clasificación de los más aplicados, mientras que Chipre y Eslovaquia son los únicos que presentan peor desempeño que nuestro país.

Los investigadores han monitorizado todos los registros de la base de datos donde el Ejecutivo de Ursula von der Leyen hace el seguimiento de las recomendaciones específicas por Estado relacionadas con la política económica de la eurozona, que emite cada primavera con motivo del semestre europeo. Con esos datos, han construido un indicador de cumplimiento, denominado intensidad de implementación, en función de los niveles que emplea Bruselas para medir el desempeño: sin progreso, progreso limitado, bastante progreso, progreso sustancial e implementación total.

El resultado no deja bien parado a nuestro país. España obtiene una intensidad de implementación del 41,1%, 6,7 puntos menos que la media de la eurozona. Si el progreso general "es insatisfactorio", según destaca el informe, el del Gobierno de Pedro Sánchez todavía lo es más. Los datos contrastan con el discurso del Ejecutivo, que siempre ha presumido de ser una referencia europea y ha mostrado una gran complicidad con la presidenta de la Comisión y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. El propio Gentiloni destacaba en una reciente visita a Madrid que España es uno de los socios más avanzados en la implementación de las reformas comprometidas en el plan de recuperación, que no son las que analiza el informe. Sin embargo, el cuarto pago todavía queda pendiente, debido a los problemas para aprobar la reforma del subsidio asistencial de desempleo.

Entre los motivos de orgullo del Gobierno están el haber impulsado debates que finalmente se han trasladado a reformas comunitarias, como el del endeudamiento mancomunado que propició los fondos europeos (Next Generation EU) o el de la reforma del mercado eléctrico, por poner solo dos ejemplos. Pero lo cierto es que en algunas de las que propone Bruselas para España cada primavera no se ha avanzado tanto.

Según la base de datos de la Comisión, con datos de mayo de 2023, de todas las recomendaciones del ciclo actual solo se ha implementado completamente una, relacionada con el marco presupuestario y la gobernanza fiscal: el usar los Next Generation para inversiones adicionales que apoyen la recuperación mientras se busca una política fiscal prudente en 2022. En cambio, en más del 40% de las recomendaciones no ha habido ningún progreso o ha sido limitado. En cerca del 60% se ha conseguido bastante progreso o un progreso sustancial.

El desempeño de España no solo es el tercero peor tras Chipre, que logra una intensidad de implementación del 39,1%, y Eslovaquia (39,2%), sino que se sitúa muy lejos del de las principales potencias comunitarias. Francia, por ejemplo, roza el 60%, solo por detrás de Grecia, mientras que Italia supera en más de seis puntos a nuestro país y Alemania en más de dos.

Una de las posibles razones de estos datos modestos se debe a que España ha tenido que hacer frente a más recomendaciones específicas que otras naciones. De hecho, es la segunda en número, con más de 150, solo por detrás de Chipre, que también presenta un nivel de cumplimiento bajo. Como se puede apreciar en el gráfico, Luxemburgo y Alemania han recibido, asimismo, un elevado número de recomendaciones específicas, mientras que Francia es de las que menos, lo que ha facilitado su mejor desempeño.

Esta asimetría matiza la distinción entre cumplidores e incumplidores, y queda patente si solo se mira a las recomendaciones específicas relacionadas con la política económica de 2022, descartando las de los tres años anteriores. En este caso, España tuvo que hacer frente a muy pocas, lo que mejoró su desempeño hasta el 58,3%, por encima de la media europea. La lista la lideraron Irlanda y Grecia, con Eslovaquia de nuevo con farolillo rojo.

Entre las recomendaciones más recientes en las que España presenta un cumplimiento limitado están el incremento de las ratios de reciclaje, la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles, las inversiones en almacenamiento energético, la electrificación de los hogares, la expansión de la capacidad de interconexión o el desarrollo de vivienda social asequible eficiente energéticamente.

Para el conjunto de los estados miembros, la investigación destaca que entre 2019 y 2022 las recomendaciones específicas que más se han incumplido son las relacionadas con la política fiscal, aunque también es el ámbito con un mayor número. En más de la mitad de las recomendaciones ha habido bastantes avances, mientras que en un tercio de ellas han sido limitados o nulos.