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¿'Nearshoring'? EEUU acerca la producción a México, pero Europa no ha cambiado nada
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INFORME DE DHL

¿'Nearshoring'? EEUU acerca la producción a México, pero Europa no ha cambiado nada

Aunque la distancia que recorren las mercancías cada vez es menor, el proceso de regionalización del comercio internacional tiene un único campo de juego: Norteamérica

Foto: Puerto de Ferrol. (EFE/Kiko Delgado)
Puerto de Ferrol. (EFE/Kiko Delgado)

La distancia media recorrida por las mercancías en el mundo descendió en 2023 por primera vez en casi una década. Este dato, aparentemente irrelevante, es uno de los mejores indicadores del estado del comercio internacional, al menos tal y como se ha entendido desde el inicio de la globalización: la forma de satisfacer, mediante intercambios entre países, la demanda del consumidor con una producción lo más eficiente posible, independientemente de dónde tenga lugar. La caída, aunque mínima, refleja la regionalización de las compraventas de bienes, un fenómeno incipiente, que todavía está por ver si se consolida como una tendencia a largo plazo.

El Informe de Conectividad 2024 de DHL, una de las principales compañías logísticas del mundo, pone de manifiesto quién está protagonizando este proceso, también conocido como nearshoring. No es Europa, como muchos podían pensar, tras el impacto de la pandemia y la guerra en Ucrania, que evidenciaron la necesidad de diversificar los proveedores y llevar las fábricas a países aliados (friendshoring), que, como recuerda el documento, suelen estar más próximos geográficamente. Al contrario, el gran impulsor de este giro está siendo, de momento, Estados Unidos.

A diferencia de la UE, rodeada por un rival como Rusia y una serie de naciones muy inestables políticamente y con unas infraestructuras y seguridad jurídica todavía precarias —Turquía y Marruecos serían, con todos los matices, las dos principales excepciones—, la primera potencia del mundo sí tiene un gran aliado comercial con el que comparte miles de kilómetros de frontera: México. Junto a Canadá, los tres países forman el tratado comercial T-MEC. Este hecho le ha permitido a la potencia dirigida por Joe Biden acercar las cadenas de suministro a su vecino del sur, hasta convertir a Norteamérica en el gran impulsor de la regionalización del comercio mundial que se produjo en 2023.

De hecho, es la única región del mundo donde se ha producido este fenómeno, pero de una forma tan intensa que condiciona al conjunto. Como se puede apreciar en el gráfico, el nearshoring es ya una tendencia consolidada en el bloque formado por Canadá, Estados Unidos y México: la distancia media recorrida por las mercancías no ha parado de caer desde la pandemia, mientras que el porcentaje del comercio entre los países de la región en relación con el comercio total no ha parado de aumentar. "Entre las regiones más grandes, solo América del Norte muestra un patrón reciente claro de creciente regionalización", destaca el informe. El 42% del comercio de esta área económica ya se da únicamente entre el trío que la forma, como no ocurría desde 2005. La distancia recorrida por las mercancías es la menor en una década.

Los datos aún están muy lejos de los de Europa, la región del mundo más conectada, según el índice de DHL. Los países del Viejo Continente gozan de una integración comercial sin parangón gracias a que la mayoría de ellos forma parte de un mercado único: dos de cada tres intercambios se hacen entre los Estados continentales, con una distancia media recorrida que no llega a los 3.000 kilómetros, menos de la mitad que en Norteamérica. Sin embargo, la tendencia actual no está clara, y el descenso de la regionalización europea durante los últimos años se debe, aclaran los autores del informe, a la progresiva desconexión con Rusia, que metodológicamente se incluye en este bloque. En Asia Oriental y el Pacífico, donde se halla China, incluso ocurre lo contrario que en Norteamérica: las distancias recorridas, ya de por sí notables, cada vez son mayores, mientras que el comercio entre las naciones de esa región cada vez supone una parte más pequeña de la tarta.

México sustituye a China

En definitiva: la búsqueda de una mayor resiliencia de las cadenas de suministro, tras los shocks de los últimos años, solo se está traduciendo en el acortamiento claro y constante de las mismas en unas coordenadas muy concretas del mapa mundial, donde se encuentra la primera potencia del planeta. Y todo indica, destacan los autores, que este proceso se profundizará durante los próximos años: "Es probable que el gran aumento en los proyectos de inversión extranjera directa anunciados en México —el destino claro del nearshoring en la región— genere un mayor impulso al crecimiento del comercio intrarregional en América del Norte".

Por si había alguna duda, el informe destaca que muchos de estos proyectos están destinados a sustituir las importaciones de Asia Oriental, es decir, de China. La guerra comercial con Estados Unidos, en un contexto de tensión geopolítica que no ha amainado durante la presidencia de Joe Biden, se antoja un factor más decisivo para la regionalización anunciada por los gurús del comercio internacional que, por ejemplo, el impacto que tuvo la pandemia de covid o la guerra en Ucrania en el imaginario colectivo, especialmente en el Viejo Continente. Bruselas ya propugna sin ambages su autonomía estratégica, pero, de momento, los datos reflejan un cambio de patrón. En cambio, los investigadores constatan que las dos superpotencias han reducido en una cuarta parte sus flujos bilaterales en todos los ámbitos económicos (mercancías, capital financiero y humano, turismo, etc.).

Foto: Los presidentes de China y EEUU, Xi Jinping y Joe Biden. (Reuters/Kevin Lamarque)

Los expertos de DHL reconocen que existe un "suave" aumento de la regionalización a escala global, ya que, si se quita a Rusia de la ecuación, el comercio entre los países dentro de cada bloque está ligeramente al alza. Pero el hecho de que una sola región lidere este proceso les permite poner en cuestión que haya venido para quedarse: "Es importante no exagerar este desarrollo, dado que el comercio mundial estaba aún menos regionalizado en 2023 de lo que lo estaba en 2021. Los flujos comerciales en 2023 cruzaron la segunda distancia más larga jamás registrada. Por tanto, es demasiado pronto para interpretar los resultados de 2023 como una prueba clara de que se ha producido un cambio significativo hacia patrones comerciales más regionalizados".

Un futuro incierto

No existe, por tanto, una tendencia hacia el nearshoring, como la que muchos expertos auguraron incluso antes del covid y la guerra de Ucrania, debido a factores que van desde la protección del medio ambiente hasta la proliferación de acuerdos comerciales en las diferentes áreas económicas del planeta. Esta concusión se puede constatar cuando se acude a otras métricas, más allá del comercio de mercancías. La colaboración científica, por ejemplo, cada vez está menos regionalizada, mientras que las operaciones de fusiones y adquisiciones cada vez recorren más kilómetros.

Pero el hecho de que la regionalización no esté consolidada no significa que no pueda llegar a hacerlo. El informe cita un dato demoledor al respecto, a partir de una encuesta internacional de la consultora EY: antes de la guerra de Ucrania, solo una de cada cuatro compañías planeaba acciones de nearshoring, mientras que ahora son la mitad. "Si bien el comercio y otros flujos no se han regionalizado (al menos todavía) en general, hay varias razones por las que podríamos ver algunos aumentos en la regionalización más adelante. La prueba más contundente es el gran impulso que están dando las empresas y los gobiernos para fomentarla", concluyen los autores.

La distancia media recorrida por las mercancías en el mundo descendió en 2023 por primera vez en casi una década. Este dato, aparentemente irrelevante, es uno de los mejores indicadores del estado del comercio internacional, al menos tal y como se ha entendido desde el inicio de la globalización: la forma de satisfacer, mediante intercambios entre países, la demanda del consumidor con una producción lo más eficiente posible, independientemente de dónde tenga lugar. La caída, aunque mínima, refleja la regionalización de las compraventas de bienes, un fenómeno incipiente, que todavía está por ver si se consolida como una tendencia a largo plazo.

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