Sánchez designa a la exmujer del jefe económico de Moncloa para dirigir la Fundación Carolina

Este martes está previsto celebrar en el Palacio de la Moncloa la reunión del patronato de la Fundación Carolina, una institución de cooperación entre España y América Latina que tiene a Felipe VI como presidente de honor. En esa reunión, se nombrará a Erika Rodríguez Pinzón, exmujer de Manuel de la Rocha, el jefe de asuntos económicos de Pedro Sánchez, directora general a petición del propio presidente de la organización, que está financiada por las principales empresas del Ibex, como Telefónica, Banco Santander, BBVA, Iberdrola, Repsol o El Corte Inglés.

Erika Rodríguez Pinzón es socióloga por la Universidad Nacional de Colombia (2000), título homologado por la Complutense en 2009, y doctora en relaciones internacionales por la Universidad Autónoma de Madrid (2008-2015). Además, tiene un diploma en Estudios avanzados de Teoría Política, Teoría de la Administración y Gestión Pública, así como otro en Derecho y Ciencias Políticas por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales del Ministerio de la Presidencia de España, en 2006.

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El currículo adjuntado a la propuesta del presidente del Gobierno, que es quien habitualmente hace la proposición, por ser el presidente ejecutivo, consta de 14 páginas en las que se añaden numerosas consultorías, artículos y participaciones en libros. También menciona que entre 2016 y 2019 fue concejala en el Ayuntamiento de Madrid por el grupo municipal socialista, así como portavoz de Economía y Hacienda y presidenta de la Comisión de Cuentas y vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Sociales.

Afiliada al PSOE, Rodríguez Pinzón ha estado casada con Manuel de la Rocha, director del Departamento de Asuntos Económicos de la Presidencia del Gobierno. De la Rocha es el hombre de máxima confianza de Pedro Sánchez en los temas relacionados con compra y venta de empresas españolas consideradas estratégicas por parte del Gobierno. Es, de hecho, la persona que monitoriza la toma de una participación relevante en Telefónica —hasta un 10%— por parte de Arabia Saudí y quien coordina políticamente la adquisición de otro 10% de la operadora por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Asimismo, organiza la agenda del presidente del Gobierno con ejecutivos del Ibex, como hizo el pasado mes de enero en el World Economic Forum de Davos (Suiza).

Fuentes de Moncloa destacan el "extraordinario currículum" de Rodríguez Pinzón, aseguran que "el nombramiento formal corresponde al Patronato de la Fundación, según recogen sus estatutos" y que "Manolo de la Rocha no ha tenido absolutamente nada que ver en este proceso, ni desde luego participa en su designación".

Según el currículo incorporado por Sánchez, Rodríguez Pinzón "tiene una dilatada experiencia como consultora, experta en evaluación y análisis de políticas para numerosos organismos internacionales, entre ellos, FIIAPP, CAF Banco de Desarrollo, UNODC, PNUD, OEA, OEI, Segib y la Unión Europea". En la reseña biográfica, se destaca que "ha desarrollado una prolífica trayectoria como analista política latinoamericana para diversos think tanks y laboratorios de ideas, como la Fundación Carolina, el Instituto de Estudios Estratégicos del Ejército de España, el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica, la Fundación Pablo Iglesias y el Real Instituto Elcano".

Su nombramiento ha provocado cierta sorpresa en los vocales del patronato, entre los que también están los presidentes de Inditex, Abertis, Mapfre, Prisa, Iberia, Havas y Agbar, junto con el Instituto de Crédito Oficial y la Confederación Española de Cajas de Ahorros, dirigida por Isidro Fainé. Especialmente porque Erika Rodríguez tiene una carrera universitaria de corto recorrido —empezó en 2019 como profesora ayudante, sin categoría de titular— en comparación a la persona que sustituye, José Antonio Sanahuja, catedrático de Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense.

Según se desprende de las cuentas anuales de 2022, las últimas disponibles, los dos miembros de la alta dirección de la Fundación Carolina recibieron una remuneración conjunta ese año de 204.190,45 euros en concepto de sueldos y salarios, "correspondiendo 111.955,76 euros al director y 92.234,69 euros al secretario general y gerente". Un sueldo en metálico superior al de los ministros e incluso al del presidente del Gobierno.

Las aportaciones

La Fundación Carolina tiene un patrimonio de 1,4 millones que fue aportado principalmente por Banco Santander y Repsol, a razón de 450.000 euros cada uno, más Iberdrola (180.000 euros) y Prisa (30.000 euros). Pero maneja un presupuesto de casi 5,7 millones de euros, que proceden de subvenciones públicas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). En 2022, las empresas que más contribuyeron fueron BBVA, con 300.000 euros, Repsol (160.000 euros), Mapfre (143.000 euros), Inditex (137.000), ACS (132.000 euros), Banco Santander (110.000 euros), Iberdrola (103.000 euros) y Telefónica (100.000 euros). El Corte Inglés aportó 75.000 euros, Abertis, controlada por ACS, otros 60.000 euros, y Prisa, 30.000.

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La propuesta del nombramiento de Erika Rodríguez se produce después del revuelo provocado recientemente por el fichaje frustrado de Alberto Garzón por Acento, la consultora dirigida por exministros del PSOE y del PP. Durante la legislatura anterior, el Gobierno también sufrió la polémica surgida con el marido de Nadia Calviño, a quien se otorgó la plaza de director de Marketing de Patrimonio Nacional, a la que se vio obligado a renunciar.

Existen otros cónyuges de miembros del Gobierno en cargos de responsabilidad, como Mariano Bacigalupo, esposo de la ministra Teresa Ribera, que entró en el consejo de la CNMV en septiembre de 2022, tras seis años en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En cuanto a puertas giratorias frustradas, está el caso reciente de Isabel Pardo de Vera, la expresidenta de Adif y exsecretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que tuvo que renunciar al cargo de presidenta del lobby de los fondos inmobiliarios.